Alba Ochando, estudiante de Biotecnología de la Universidad Católica de Valencia (UCV), ha resultado finalista del concurso ReThink Waste Challenge sobre economía circular, gracias al proyecto Eco-Crafters, cuyo objetivo es mitigar el desperdicio alimentario de los anacardos.

La estudiante de la UCV detalla que “el objetivo es desarrollar un producto de alto valor a partir de la fruta del anacardo. Hasta ahora, solo se ha aprovechado la semilla y desechado el resto. Lo que proponemos es utilizar también esa parte para, a través de un proceso biotecnológico, elaborar un polvo de fibra con múltiples aplicaciones en productos alimenticios”. 

Por otro lado, y dado que esta nutritiva fruta se cultiva en países en vías de desarrollo de Asia, África y América del Sur, Ochando destaca que “el aprovechamiento de ese 50 por ciento de la fruta, que hasta ahora era descartado, va a generar a los agricultores locales unos ingresos extra que repercutirán en el aumento de la riqueza de esas zonas”. 

La futura biotecnóloga reconoce que la intención del grupo es continuar con el proyecto: “Ya hemos tenido entrevistas con distintos granjeros en India que están dispuesto a proveernos con sus manzanas de anacardo y también hemos hablado con algunos comercios que han mostrado interés en nuestro producto, de manera que tenemos posibles proveedores y compradores”. 

En definitiva, ha sido una experiencia “muy gratificante”, según detalla la joven: “La verdad es que pensaba que no iba a ser más que una competición académica, pero he aprendido muchas cosas sobre negocios, sostenibilidad y otras áreas de las que no tenía mucha idea antes, además de que me ha proporcionado muchos contactos”.  

Ochando ha formado parte de un equipo internacional en el que también han participado la estudiante croata Mía Đula, de la Universidad de Breslavia; la alumna india Manasi Nachankar, de ISAM Education; y la también Valenciana Marta Cerdá, de la Universitat de València.

ReThink Waste Challenge es una iniciativa de la Universidad de Wageningen (Países Bajos) que convoca a jóvenes universitarios para que presenten una idea de negocio que contribuya a una economía circular de base biológica. De esta forma, el concurso ofrece a estudiantes de todo el mundo la oportunidad de trabajar en este campo de la economía con el apoyo de más de veinte líderes del sector.