Estudiantes del Máster en Abogacía y de la Clínica Jurídica de la Universidad Católica de Valencia (UCV) han diseñado e impartido dos cursos de formación sobre la nueva reforma laboral dirigidos a orientadores sociolaborales de Cáritas Diocesana. Una actividad que se enmarca en el trabajo fin de máster (TFM) de estos alumnos.  

En los talleres se han analizado los nuevos tipos de contratos laborales y su regulación, así como las novedades aprobadas sobre convenios colectivos y ERTEs. Igualmente, los alumnos de la Clínica Jurídica UCV han dado respuesta a las dudas planteadas por los orientadores desde su experiencia práctica, relacionadas, entre otras cuestiones, con el derecho de extranjería, los contratos establecidos y las posibles indemnizaciones.  

Borja Sánchez, coordinador de la Clínica, ha destacado “la implicación de los alumnos que voluntariamente asumieron realizar sus TFG en el marco de la Clínica Jurídica, que ha sido excepcional desde el principio, con un nivel de compromiso muy alto y una calidad humana y de trabajo exquisita”. Asimismo, Sánchez ha manifestado la “gran satisfacción de ver cómo sale adelante un proyecto que entronca tan bien con la misión y los valores católicos de nuestra Universidad, por su vocación de servicio a las periferias de nuestra sociedad, a los más excluidos y a quien con ellos conviven, desde los saberes particulares -en este caso, el derecho- que la UCV está llamada a aportar”.  

“Esta experiencia me ha puesto en contacto con realidades que no conocía”  

Los alumnos que han impartido los talleres son Pablo Piqueras, Samanta Baeza, María de la Torre y Carla Giménez.

Para Pablo Piqueras, “ha sido todo un logro poder aterrizar el derecho, que muchas veces es controvertido y farragoso de entender, y poder transmitirlo de una forma directa y sencilla a personas que no tienen ningún tipo de formación jurídica. Además, este trabajo me ha puesto en contacto con realidades que no conocía, que son ajenas a la mía, y que me han hecho ver las cosas de otra manera”.  

Por su parte, Samanta Baeza ha afirmado que eligió esta modalidad de TFM porque “era una manera de acercar el derecho a la calle”. Además, “era la opción que más se asemejaba a lo que quiero ser en un futuro muy cercano, que es ser abogada familiar”.  

En esta misma línea se ha expresado María de la Torre, para la que ha sido “una experiencia muy enriquecedora porque va mucho más allá de un trabajo de clase. Los talleres van dirigidos a personas reales y eso hace que se trabaje mucho la empatía. Además, poder trasladar los términos jurídicos a un lenguaje coloquial que entienda todo el mundo ha sido un ejercicio muy interesante que será muy útil para mí en el futuro”.  

Por último, Carla Jiménez ha reconocido que esta actividad ha despertado su vocación por la docencia: “La Clínica Jurídica me ha abierto una nueva salida laboral que no contemplaba y que ahora veo como una buena opción para complementar la abogacía. Ha sido muy interesante para mí impartir estos talleres y me gustaría repetir”. 

Clínica Jurídica UCV  

En el año 2017 la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales puso en marcha la Clínica Jurídica UCV con el objetivo de canalizar la realización de trabajos de naturaleza jurídica por parte del alumnado al servicio de la justicia social, y ofrecer así una respuesta a las necesidades reales y concretas que organizaciones sociales y personas en situación de vulnerabilidad plantean en el ámbito jurídico.  

La Clínica Jurídica UCV es, de este modo, un instrumento de formación teórica y práctica que plasma un doble compromiso: con el alumnado, al que ofrece una formación integral próxima al “aprendizaje-servicio”, y con la sociedad, a través del servicio a las periferias y la facilitación de la actividad pro bono (es decir, sin ánimo de lucro) de otros operadores jurídicos.   

Además de talleres formativos, la Clínica facilitará a lo largo del curso 2022-2023 la elaboración de informes y dictámenes jurídicos de apoyo a organizaciones e instituciones sociales y el acompañamiento a abogados clínicos colaboradores en sus actividades o procedimientos pro bono, siempre bajo supervisión y con el carácter formativo que caracteriza a la metodología clínica. 

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