Miguel Blasco Giménez se graduó en 2015 en Terapia Ocupacional por la UCV y en la actualidad se dedica a la rehabilitación de personas con lesión medular y a la rehabilitación de la mano en las Clínicas de la Universidad Católica de Valencia. Además, lleva a cabo un proyecto de investigación sobre la terapia de observación acción y realidad virtual.

¿Qué motivaciones te llevaron a elegir estudiar y especializarte en el campo de la Terapia Ocupacional? ¿Por qué en la UCV?

Decidí estudiar terapia ocupacional al conocer la profesión a través de la persona que era mi pareja en ese momento, ya que ella era estudiante de tercero de terapia ocupacional en la UCV. Yo en ese momento trabajaba en una asociación de personas con discapacidad, y quería estudiar una profesión sanitaria así que todo lo demás sucedió casi de forma espontánea. Elegí la UCV por diversas razones, una importante es que estaba en la ciudad de Valencia, y otra, fue que tuve la oportunidad de conocer a los docentes del grado en diversos actos académicos y me gustó la forma que tenían de enfocar la profesión y por supuesto su calidad humana.

Miguel, sabemos que en la actualidad formas a profesionales de España y Latinoamérica en la aplicación terapéutica de realidad Virtual. ¿Puedes contarnos un poco más sobre tan interesante trabajo?

La verdad es que dar el paso a ser formador ha sido un poco sorprendente para mí, no era algo que tuviera programado. Todo empezó por divulgar mi trabajo profesional aplicando realidad virtual en las redes sociales, veía que compañeros de otras profesiones divulgaban su trabajo por estas plataformas, pero muy pocos terapeutas ocupacionales promocionando la profesión, así que empecé a publicar videos de la aplicación de realidad virtual en personas con problemas neurológicos. Los vídeos fueron muy bien aceptados y empezaron a proponerme dar cursos de formación, y más tarde dimos el salto a Latinoamérica. Creo que vivimos dentro de un salto tecnológico y que tanto los profesionales como los usuarios demandan este tipo de intervenciones, ya que la tecnología forma una parte importante de nuestras vidas, nadie se plantea el futuro sin teléfonos inteligentes, ordenadores cada vez más potentes o la inteligencia artificial, simplemente se han implantado en nuestras vidas presentes y futuras.

¿Crees que la realidad virtual es un sector de futuro? ¿Podría ser una herramienta de utilidad dada la situación social y sanitaria que estamos viviendo?

La realidad virtual es un concepto que abarca un campo inmenso, desde el ocio, sector militar o sanitario. Es una tecnología que va a cambiar nuestro mundo, y más en situaciones donde el contacto físico se ve reducido como en la situación actual, y creo que en el futuro estará ampliamente aplicada en nuestra vida siendo uno de los sectores más potentes. De momento conocemos que cuando apoyamos las sesiones convencionales de rehabilitación con videojuegos de realidad virtual, los pacientes obtienen mejores resultados y estos se mantienen, incluso cuando los pacientes están en situación crónica y con muchos años de lesión. Las mejoras motoras y cognitivas están ampliamente estudiadas y respaldadas con suficiente nivel de evidencia.

En el momento de pandemia actual, la aplicación de la realidad virtual ha sido necesaria para poder atender a aquellas personas que no venían a los centros.

En mi caso en particular, instalamos una plataforma de telerrehabilitación en la asociación donde trabajo denominada Isla Sirena. Si bien en un principio pensábamos que iba a ser un sustituto y que no tendría la capacidad de generar cambios a los usuarios, tras casi un año de su puesta en marcha hemos constatado que, para cierto tipo de usuarios, el impacto beneficioso ha sido muy bueno superando con creces las expectativas. Por lo tanto, creo de forma convincente que son útiles en esta situación, pero debemos estudiar de una forma más amplia su aplicación.

La UCV cuenta con un Hospital Virtual, ¿qué piensas de este proyecto?

La teleasistencia ha pasado de ser un servicio efectivo y bien aceptado en tan solo un año. Estos recursos muy útiles en ciertas patologías, como revisiones, consultas simples, seguimiento o asesoramiento. Evidentemente hay servicios que tiene que ser presenciales, pero aquellas que pueden trasladar de forma virtual nos ahorra tiempo de desplazamientos, con todo lo que implica, esperas o riesgos de contagios. Por todo ello, pienso que disponer de un hospital virtual, rápido y eficiente es una gran ventaja y proyecto de presente y futuro.

Por último, nos gustaría saber que destacarías de tu paso por la UCV.

Bueno, mi paso por la UCV fue un momento muy bonito en mi vida, tengo grandísimos recuerdos de los compañeros y de las instalaciones. Sin embargo, me quedo con la calidad humana de sus docentes, su cercanía y apoyo en los momentos más duros.

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