Máster en Marketing Político y Comunicación Institucional
Valentina Agostini: "Nunca jamás podría prestar servicio en una empresa, institución u organización éticamente enferma"
Noticia publicada el
martes, 14 de julio de 2020
Valentina Agostini, estudiante romana del Máster en Marketing Político y Comunicación Institucional, comparte su experiencia sobre el postgrado en la siguiente entrevista.
¿Cómo conociste el Máster?
Acababa de mudarme en Valencia de mi país, Italia. Había encontrado un trabajo como azafata en una agencia de eventos. Me encontraba bastante bien, hasta lo que considero uno de los acontecimientos más significativos de mi vida: tuve un accidente con los patines que me comportó una operación quirúrgica, varios meses de rehabilitación, y dolores muy fuertes. En aquel momento de dificultad y no pudiendo trabajar, quise intentar realizar uno de mis sueños: cursar un Máster para enriquecer los estudios universitarios cumplidos en Italia.
Más que mirar la oferta en Internet, preferí empezar una búsqueda “física” y decidí visitar personalmente las secretarías de algunas universidades para pedir personalmente informaciones.
El día en que me encontré en la sede de Santa Úrsula de la Universidad Cátolica de Valencia nunca lo olvidaré. Tras haber visitado otras universidades, tuve inmediatamente una certeza: cuando pudiera cursar un Máster, tenía que ser allí. Una sensación que no seré capaz de explicar por medio de palabras.
El mismo día fue atendida por los responsables de la Dirección del Máster en Marketing Político y Comunicación Institucional que era lo que más se adaptaba a mi grado universitario anterior. Aquella sensación fue confirmada. Empezó así este camino especial.
¿Por qué te decidiste a cursarlo?
Desde las primeras informaciones que recibí me gustaron mucho las asignaturas, como estaban estructuradas en módulos entre los dos cuadrimestres y me encantó la atención individual recibida por el equipo de la Dirección del Máster. Todas mis dudas fueron aclaradas en seguida y tuvo inmediatamente la certeza que podía confiar en las personas, en la organización y en la Universidad, de la cual me enamoré inmediatamente por su perfecto equilibrio entre modernidad y tradición.
Ya antes de que empezaran oficialmente las clases, cuando me encontraba en los espacios de la sede de Santa Úrsula para completar la matriculación, me sentía muy cómoda. Cuando surgió algún pequeño problema, siendo mi Grado de otro país, nunca me faltó la ayuda para solucionarlo.
Sentía constantemente una sensación de tranquilidad: día tras día estaba siempre más convencida que cursar este Máster era la justa decisión.
¿En qué crees que puede mejorar tu futuro profesional?
El Máster, sobre todo en la segunda parte, ha sido muy práctico. He aprendido muchas herramientas concretas en el ámbito de la comunicación que, además que en el sector político, quedan válidas en cada sector profesional. He podido sobre todo fortalecer mis competencias digitales, el conocimiento de las redes sociales y he empezado a trabajar mi “marca personal”, algo imprescindible al día de hoy para crecer como persona y como profesional y poder enfrentarse al mundo laboral de manera consciente y fructífera.
El nivel de enseñanza es altísimo: cada profesor nos dejó algo profundo en su clase, no solo para mejorar nuestros conocimientos y competencias sino también para reflejar y progresar en nuestro autoconocimiento.
Los estudios específicos sobre la motivación, la identidad corporativa como suma de misión, visión y valores y la importancia de la ética en cada momento, en cada sector y en cada decisión, me han ayudado a comprender algo fundamental de lo que quiero en mi vida: que mi sueño sería lo de trabajar en una organización éticamente excelente. Cuando no fuera posible, estaría contenta de trabajar en una organización éticamente sana, pero nunca jamás podría prestar servicio en una empresa, institución u organización éticamente enferma, es decir donde no encuentre reflejados mis valores, mi visión y mi misión con los de la organización.
¿Cómo está siendo la realización de tu TFM?
Super interesante y apasionante, además que un gran desafío para mí. Entre las dos posibilidades, un plan de comunicación y un trabajo de investigación, he elegido el trabajo de investigación.
Siempre he tenido un gran interés por la Unión Europea, así que estoy estudiando un caso concreto para averiguar cómo funciona y cómo se gestiona, a nivel local, la comunicación de proyectos de desarrollo regional cofinanciados con Fondos Europeos: en el caso específico mi trabajo hablará del Ayuntamiento de Torrent. He encontrado la disponibilidad total del Jefe de Gabinete del Ayuntamiento, persona muy amable y grandísimo profesional de la comunicación. El trabajo de campo, que constará en algunas entrevistas, está siendo una oportunidad increíble para observar de muy cerca cómo funciona un Gabinete de Comunicación de tan alto nivel, sus herramientas y sus estrategias de planificación en materia de comunicación.
Estoy aprendiendo muchísimo. Espero pueda salir un buen trabajo.
¿Cómo ha sido el proceso de realización de tus prácticas profesionales voluntarias?
En mi caso la Universidad pudo realizar un convenio con el Consulado Honorario de Italia, así que he tenido el privilegio de hacer prácticas en la institución italiana más importante que hay en Valencia. Ha sido una experiencia inmejorable y todavía sigue siendo un gran compromiso para mí: las horas de prácticas tenían que acabar en el mes de marzo pero, precisamente en aquellos días, empezaba la crisis sanitaria debida al Covid-19. Hubo una situación de emergencia inesperada: de un día a otro todas las aerolíneas cancelaron sus vuelos y centenares de compatriotas inundaron la sede del Consulado para pedir ayuda e informaciones claras y seguras para volver a Italia.
En aquellos días la confusión era total, la curva de contagios era altísima, cada desplazamiento era muy arriesgado, casi nadie respectaba el distanciamiento social y en las farmacias se habían acabado todas las provisiones de mascarillas y gel hidroalcohólico. El miedo en los ojos de las personas que hablaban con nosotros, y el nuestro también, es un recuerdo que aún sigue vivo. Decidí quedarme para echar una mano en la gestión de esta crisis (la gestión de crisis también es materia de estudio del Máster).
Gracias a la colaboración con el Consulado General de Barcelona, la Embajada de Italia en Madrid y el Gabinete de crisis del Ministerio en Roma, se puso en marcha un trabajo de equipo increíble. Poco a poco la crisis fue gestionada y todos los compatriotas pudieron regresar a Italia con medios alternativos y todas las necesarias medidas de seguridad.
Desde aquellos días tan fuertes y tras vivir una experiencia tan profunda todos juntos, ha nacido una amistad sincera y por esto mi compromiso voluntario con el Consulado seguirá hasta cuando pueda.
¿Cómo es en general tu experiencia en la UCV?
Como decía antes, ya desde los primeros encuentros informativos, siempre he tenido la sensación como de entrar en una familia. Esta percepción se ha fortalecido mucho en la segunda parte del año cuando, debido a la emergencia sanitaria, las clases ya no pudieron ser presenciales sino on-line. La organización de las clases durante la emergencia fue un experimento completamente nuevo también por la Dirección. Estaba cierta que, a pesar de las circunstancias tan peculiares, la calidad del Máster se hubiera quedado igualmente alta pero lo que me sorprendió fue la constante cercanía de la Universidad en un período tan complicado: no me podría imaginar las semanas más duras del confinamiento, lejos de mi casa, sin su presencia tranquilizadora y sin tener una guía tan preciosa y tan fiable para interpretar el océano de noticias y acontecimientos que inundaban los medios de comunicación.
Lo único que me da pena es que de repente, era un viernes por la tarde, tuvimos que dejar la sede de Santa Úrsula, sus aulas, su biblioteca, su jardín, lugares especiales para mí.
Estoy convencida que en futuro habrá muchas otras ocasiones para volver a visitarlos.
¿Te llevas amistades de tu paso por nuestra universidad?
Por supuesto. En mi opinión la clase de esta séptima edición ha sido increíblemente rica. Éramos doce personas muy distintas por edad, visión y orientación política, personalidad, área de estudios y con diferentes ambiciones profesionales.
Además la clase era internacional al contar con alumnos de varias naciones: España, Colombia, Argentina, Venezuela e Italia. En suma, una mezcla preciosísima. El grupo siempre se ha quedado unido, a pesar de las diferencias y sobre todo de las circunstancias excepcionales que vivimos. Lamentablemente en la segunda parte del año solo podíamos vernos y escucharnos en las clases virtuales pero esto no nos ha impedido hacer interesantes debates, intercambiar opiniones y conocernos mejor. Algo que se puede definir como una sana y leal competición que aporta valor y mejora a todos.
Alguien tuvo que regresar a su país con antelación, a lo mejor otros tendrán que hacerlo debido a la gran incertidumbre de la pandemia, pero estoy convencida que nuestra relación seguirá y el grupo de Whatsapp que creamos será uno de aquellos grupos “para la vida”.
Además que con los compañeros de curso, puedo afirmar con seguridad que también con algunos Profesores y sobre todo con los responsables del Máster ha nacido una relación de grande estima y confianza mutua y me gusta pensar que seguiré haciendo parte de la grande y acogedora familia de la UCV.
Como alumna del Máster, ¿recomendarías este postgrado oficial a otros estudiantes?
Sí, totalmente y con toda sinceridad. Y no lo recomendaría solamente por el muy alto nivel de contenidos, enseñanza y competencias adquiridas, sino sobre todo por su altísimo nivel humano. Se nota una atención a las personas y a todo tipo de detalle que hoy en día me parece siempre más difícil encontrar.
Además lo recomendaría por la posibilidad de hacer unas prácticas preciosas: todos los convenios están estipulados con organizaciones muy prestigiosas y fiables.
Y en verdad no lo recomendaría solo a estudiantes que proceden de Ciencias Políticas: el grupo de alumnos de este año es la prueba evidente que este postgrado está abierto a alumnos que proceden desde distintos campos de estudio y, según las distintas posibilidades, disposición e interés de cada uno, este Máster te prepara muy bien tanto para entrar directamente en el mundo laboral como para seguir haciendo estudios e investigación en el universo de las Ciencias Humanas.
Además, dada su constante tendencia a la excelencia en todo detalle, estoy convencida que su nivel seguirá creciendo de año en año, edición tras edición.
Así que sí, como alumna del Máster, recomendaría este postgrado oficial a otros estudiantes, antes bien, cuando fuera posible, yo misma lo cursaría otra vez!