Valentía ante la imposición (Eva Martín, Paraula)
Noticia publicada el
miércoles, 25 de mayo de 2022
Actualmente el aborto provocado y la eutanasia se han convertido en prestaciones de la Seguridad Social incluidas en la cartera se servicios comunes, es decir, se han convertido en legalidad, sin embargo, algo nos dice que van en contra de la naturaleza.
Ayer leímos el anteproyecto de reforma de la ley del aborto aprobado por el Gobierno. Reconozco que me produjo una gran tristeza ante tanta barbarie, me pregunto: ¿esta ley hará más felices a las mujeres? ¿Las hará mejores personas?
Cuando pasen los años, las nuevas generaciones se preguntarán: ¿Cómo pudimos permitir este crimen contra la humanidad? Igual que ahora nos preguntamos cómo se permitió la esclavitud, o la matanza judía por los nazis.
A muchos médicos, farmacéuticos, enfermeros y otros profesionales sanitarios, nos afecta directamente por más que lo entendamos como actos que van en contra de nuestra vocación de sanadores; por eso no es de extrañar que nos presenten graves conflictos en nuestra conciencia. En contra de nuestros códigos deontológicos y en contra de las raíces de nuestra profesión y del juramento hipocrático. En palabras del profesor Bellver: “Me parece que es tan difícil de conciliar la lógica de la medicina hipocrática con la eutanasia y el aborto, como el agua con el aceite, y el riesgo que ello entraña para un sistema sanitario y para la percepción social de la sanidad es tremendo”.
La libertad de conciencia que tenemos todas las personas por nuestra propia naturaleza, es intocable, no me cansaré de repetir que no me la dan las leyes, constituciones ni tratados internacionales…. Lo único que tendrán que hacer es reconocer esa libertad de conciencia, que no es una concesión ni una amable tolerancia más relacionada con la gracia que con la justicia.
Lo que queda fuera de toda duda, es que el ejercicio de este derecho constitucional, no puede tener consecuencias de trato discriminatorio para el profesional que lo ejercita. Si ocurriera en algún caso, se podría denunciar ante los Tribunales y desde luego desde ANDOC lucharemos para combatir cualquier tipo de discriminación personal, profesional o laboral por este motivo.
Nos toca vivir tiempos en que se presentan como buenos el aborto y la eutanasia, parece que si nos los aceptas vas en contra del progreso y del bien social. Por eso es tan importante que tengamos presencia social: en los medios de comunicación, universidades, familia… Enseñando el valor de una vida, la grandeza da la dignidad humana que no va unida a la autonomía sino al mismo hecho de ser persona.
Nuestra postura debe ser valiente, segura, decidida cuando nos intenten imponer, asustar determinadas ideologías dominantes.
Eva Martín es presidenta de ANDOC