La Cátedra de la Mujer de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado la primera jornada del curso de verano Mujer e Identidad: Nuevas Tendencias Culturales a Debate, cuyo objetivo es profundizar en la situación de la mujer dentro del marco cultural actual, en la maternidad y en los discursos sobre género. Entre las expertas de primer nivel que han participado se encuentra la catedrática de Filosofía del Derecho de la Universidad de Navarra (UNAV) Ángela Aparisi. En su intervención, Aparisi ha asegurado que “las diferencias con los hombres permiten salvaguardar la identidad de la mujer”.

La también exmagistrada de la Audiencia Provincial de Valencia ha presentado en su conferencia un “modelo en las relaciones entre varones y mujeres” distinto a los que proponen los conocidos como “feminismo de la igualdad” y “feminismo de la diferencia”. Define su alternativa como “feminismo de la igualdad en la diferencia”.

En referencia al feminismo de la igualdad, el “primer obstáculo” que hay que salvar es el “sofisma” de entender la diferencia “en clave de inferioridad”, según ha apuntado Aparisi: “Existe un claro prejuicio en esta corriente feminista, el de identificar la subordinación, propia de una cultura secular, patriarcal, con la diferencia. Si las consideras inexorablemente unidas, concluyes que admitir que las mujeres son distintas a los varones significa aceptar su inferioridad y consiguiente subordinación. Es un gran error y, mientras sigamos anclados en ese punto, no avanzaremos”.

“Es necesario partir de la idea de que la concepción sexuada no es un elemento irrelevante y superado, como afirma este tipo de feminismo. Al contrario, es un presupuesto insoslayable con el que todos nacemos y es inevitable en nuestro camino personal de búsqueda y formación de la propia identidad”, ha expuesto.

Entender la diferencia garantizando la igualdad

El modelo que propone Aparisi interpreta la diferencia como “originalidad” y “riqueza de perspectivas en la construcción de la sociedad”. Al mismo tiempo que “entiende la diferencia”, pretende “garantizar la igualdad en dignidad y derechos entre varón y mujer”, campo “en el que aún queda mucho por hacer”.

No obstante, el feminismo centrado en la diferencia tampoco es la solución, en opinión de la profesora de la UNAV: “Este tipo de pensamiento corre el riesgo de entender al varón como un ser irredento, condenado a guiarse exclusivamente por criterios individualistas, de poder, violencia y competitividad.  En ese sentido, la noción de género es positiva y ha servido para mostrar la injusticia de asignar funciones y roles sociales predeterminados y fijos, basados únicamente en el hecho biológico. La realidad integral del ser humano supera, con mucho, a la biología”.

María Lacalle: “La legislación actual muestra una realidad falseada en lo respectivo al matrimonio, la familia y la maternidad”

Otra de las protagonistas de la jornada ha sido la vicerrectora de Profesorado y Ordenación Académica de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) de Madrid, María Lacalle, miembro correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación.

En su intervención, Lacalle ha subrayado que la legislación vigente, “en la que se introdujo un cambio terminológico para no hablar ya de madres y padres”, se encuentra “dentro de la hoja de ruta” de los cambios en el lenguaje, “que tratan de negar la realidad de que somos hombres y mujeres”. Para esta experta, “estamos ante una obra de ingeniería social que quiere alterar la realidad de que solo las mujeres podemos ser madres y solo los hombres pueden ser padres”.

Aunque “poca gente” compra “la ideología de género al completo”, ésta va dejando un “poso”, en opinión de Lacalle: “Me da miedo cómo estas propuestas antropológicas van calando y confundiendo a las personas. Llevadas a su extremo no tienen futuro, pero no puede negarse su impacto social, sobre todo, cuando se imponen a través de la legislación. Las leyes cumplen un papel pedagógico, configuran las mentalidades, incluso los corazones. Y nos están mostrando ahora mismo una realidad falseada”. 

“Cualquier modelo de familia no es igual de bueno”

La “esencia” del matrimonio “ha desaparecido del Código Civil”, según Lacalle. Dicho término significa ahora “la unión de dos personas, cualquiera que sea su sexo, durante un ratito, porque a los tres meses se puede disolver unilateralmente. Con la familia pasa algo parecido: no se habla de ella en singular, se habla de «tipos de familia»”.

Además, la familia se concibe ahora algo “fluido, cambiante, basado en el pacto, en el ‘mientras nos vaya bien’”, ha relatado Lacalle: “Todo esto hace que cualquier cosa acabe siendo una familia, vaciándola de contenido. Hace poco, de hecho, di con alguien que definía a la familia como «un grupo de personas que vive en torno a un frigorífico»”.

En ese sentido, la vicerrectora de la UFV ha remarcado que “cada uno puede organizar su vida como quiera a nivel de libertad individual”, pero cuando se trata de políticas y ayudas a la familia, “más que fomentar la libertad deberíamos pensar en cuál es el modelo idóneo”. Este sería aquel que garantice “un entorno equilibrado para todos los miembros, especialmente, para el desarrollo de los niños”. Desde ese punto de vista, Lacalle ha argumentado que existe “un número de estudios suficientes” que muestran que “cualquier modelo de familia no es igual de bueno para sus miembros”.