Alertan de la “sobrecarga” de plásticos en el Mediterráneo a causa de la gran población en las costas
Noticia publicada el
miércoles, 23 de noviembre de 2016
La investigadora del Centre Oceanogràfic de Balears (COB), Salud Deudero, ha asegurado en una conferencia pronunciada en la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV), que en el mar Mediterráneo existe una “sobrecarga de polímeros (plásticos) procedentes del petróleo, que acarrea importantes consecuencias ecológicas y económicas a los países del entorno”.
La experta del COB ha indicado en su intervención, enmarcada dentro de la Semana de la Ciencia y organizada por el Grado en Ciencias del Mar, que el Mediterráneo posee muchos aportes terrígenos, al tratarse de una cuenca de concentración por su pequeña comunicación con otros mares y océanos: “Los países costeros poseen muchos habitantes que generan muchos residuos. Estos acaban en el mar, ya sea flotando como en los sedimentos del fondo marino y, así, la concentración de microplásticos es muy elevada en ambos casos”.
Los microplásticos, ha expuesto Deudero, son fragmentos de plástico de tamaño inferior a cinco milímetros procedentes de productos de consumo como la pasta de dientes o las cremas faciales; o fruto de la fragmentación de plásticos más grandes.
Deudero ha lamentado que todavía haya estados del Mediterráneo sin una gestión de residuos oficial y ha insistido en la importancia de que las administraciones de los estados ribereños se coordinen “para abordar el problema conjuntamente y de manera global”. En el caso español, considera que la gestión ambiental de la administración es “pionera”, pero a causa del clima posee una estacionalidad muy recargada en las costas mediterráneas con mucha afluencia de gente a las costas, lo que “desborda las posibilidades de las instituciones públicas”.
MODIFICAR HÁBITOS DE CONSUMO
“El plástico está muy presente en nuestra vida diaria y hemos de tomar medidas al respecto. No se trata de volver a vivir en las cuevas renunciando a todo lo bueno que nos aportan estos productos pero hemos de reducir la cantidad; por ejemplo, comprando la fruta o la verdura a granel y no envasada. Son cambios en el modo de consumir que, a la larga, mejorarán el ecosistema marino y harán que el estado deba gastar menos en conservarlo”, ha aseverado la experta del COB.
Deudero ha relatado que en su centro de investigación se están realizando diversos estudios para averiguar a qué especies mediterráneas afecta más la presencia de microplásticos en el medio marino, aunque aún sin resultados finales. Así, aunque las investigaciones no son conluyentes, ha advertido en su conferencia que tanto los plásticos como los microplásticos “pueden desencadenar un problema toxicológico en animales y humanos”.
“Estando en el mar, ambos actúan como concentradores de contaminantes, de manera que otras sustancias nocivas se adhieren a ellos. Pueden comerlos desde una ballena hasta un pez de reducido tamaño, de modo que también ingieren los contaminantes adheridos. En ciertos casos esto puede modificar las hormonas sexuales, afectando a la fecundidad de las especies. El hombre, como consumidor último también los estaría comiendo”, ha manifestado.