Santiago Redondo, catedrático de Psicología y Criminología en la Universidad de Barcelona, ha participado en el II Congreso Internacional de Derecho y Victimología organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de la Universidad Católica de Valencia (UCV) en el que ha manifestado que “al igual que ocurre con los agresores, hay factores que hacen a una persona más propensa a ser víctima del delito”.

Así, este catedrático ha dividido estos elementos de riesgo en tres grandes grupos dependiendo de la fuente de la que proceden. El primero de estos grupos es el de las vulnerabilidades de la persona. “Aquí entrarían, por ejemplo, una creencia firme acerca de que la agresión debe ser tolerada en cierto grado en el marco de la familia; o una mucho más personal como es la búsqueda constante de nuevos estímulos que pueda tener una persona”, ha detallado.

El segundo grupo al que se ha referido Redondo es el de los factores de vulnerabilidad social. “Los contextos conflictivos y problemáticos en los que la persona ha sido testigo de muchos episodios de violencia, y que llevan a una desensibilización a esta”, ha especificado.

Por último, el ponente ha aludido al entorno ambiental o físico, y ha indicado que “tendrá más posibilidades de ser víctima de un delito una persona que se encuentre aislada en un lugar sin protección posible; o el hecho de que una persona se exponga a situaciones donde hay muchos delincuentes, donde hay muchas personas posibles que le podrían agredir”.

En este punto, Redondo ha afirmado que, “de la misma manera, también existen factores que también hacen a determinadas personas más propensas a ser víctimas de delitos online”.

En lo que se refiere al auge de las series de crímenes, tanto documentales como de ficción, el catedrático de Psicología ha señalado que “en general no hay una relación directa entre la visualización de violencia simbólica y la comisión o padecimiento de violencia real, porque la mayoría de las personas, jóvenes incluidos, tienen la capacidad de protección necesaria y discriminan muy bien lo que es una serie o un videojuego de lo que es la realidad”.

“Otra cosa es que sí haya un porcentaje muy pequeño de personas con rasgos de falta de empatía grave o ciertos desequilibrios psicológicos a los que les cueste distinguir entre realidad y no realidad, y a los que esta visualización sí que podría contribuir a un incremento de la violencia”, ha advertido.

Por último, y ante un público mayoritariamente formado por futuros criminólogos, Redondo ha hecho hincapié en la necesidad de que en materia de criminología y victimología “todo debe estar siempre sometido al criterio de la ciencia, de la investigación, y de la observación. Solo así se acabará con los falsos mitos y creencias que rodean a esta disciplina”.

La victimización en el ámbito familiar

El segundo Congreso Internacional sobre Derecho y Victimología organizado por la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de la Universidad Católica de Valencia se ha centrado esta edición en la victimización en el ámbito familiar. En la inauguración de este, que ha tenido lugar en la nueva sede de Trinitarios, han participado la decana de la Facultad, Aran Juan; y la vicedecana del grado en Criminología y directora del congreso, Silvia Sempere.

Sempere ha destacado que “el objetivo del encuentro no es otro que aportar soluciones jurídicas, victimológicas y de carácter psicológico a diversas problemáticas que se plantean en este ámbito, como son la prevención de la victimización en el seno de la familia, la violencia sexual en el entorno familiar, y la violencia familiar en la agenda de la salud pública”.

“Además, vamos a analizar cómo en la sociedad del siglo XXI la familia se convierte en un lugar de violencia para las víctimas especialmente vulnerables, como son los menores, las personas con discapacidad, o las personas mayores; así como el caso de la violencia de género sobre las mujeres. Asimismo, se van a exponer todos los mecanismos que el Estado de Derecho pone en marcha para combatir esta violencia”, ha añadido.

La sesión matinal de la primera jornada se ha completado con dos mesas redonda. Una primera sobre victimización familiar y planificación de la seguridad local; y una segunda mesa sobre las necesidades de las víctimas y el papel de la justicia restaurativa.

Ya por la tarde, María Florencia Santi, de la Universidad Entre Ríos de Argentina; y Martín Hernan Di Marco, de la Universidad de Leiden de Países Bajos; han disertado sobre los dilemas éticos contemporáneos en el estudio de las personas que ejercen violencia; y la inspectora jefa de la sección UFAM de la Comisaría Provincial de Alicante (Policía Nacional), ha abordado el acompañamiento y actuación policial ante la violencia de género.

La segunda jornada del congreso ha incluido la conferencia de Rodrigo Hernández, de Save the Children España, en la que ha expuesto el modelo Barnahus para la protección de la infancia; Y dos mesas redondas, la primera sobre víctimas especialmente vulnerables y una segunda centrada en la prevención de la violencia de pareja y del feminicidio.