El profesor de la Facultad de Magisterio de la Universidad Católica de Valencia (UCV) Carlos Ferreira, ingresado durante más de tres semanas en la UCI de Hospital Clínico de Valencia en una situación delicada, fue trasladado ayer a planta. Ferreira, de 48 años, asegura que “los médicos y enfermeras han sido geniales a nivel humano, muy cercanos. Se les notaba una preocupación personal”.

El profesor de la UCV -casado y con cuatro hijos de 21, 20, 18 y 12 años- reconoce que “en ningún momento” de su calvario personal fue consciente de la “gravedad” de su situación: “Había tenido fiebre, pero no tenía tos ni dificultad respiratoria, solo fiebre. Llevaba tres días ingresado sin que la medicación hiciese efecto y me fie de lo que me dijeron en el Hospital cuando me plantearon bajar a la UCI, pensando que serían un par de días”.

No fueron un par de días, Ferreira estuvo un total de 14 días intubado y sedado, en los que los médicos temieron por su vida. De este tiempo tan difícil, el profesor de la UCV se queda con la actitud de su mujer, Marian, que estuvo “al pie del cañón, sufriendo y rezando”; así como de personas de su parroquia, “que han hecho oración todos los días”.

“Mi mujer sigue viviendo esta situación porque continúo aquí solo, ingresado, pero ahora está mucho más tranquila. Desde que salí de la sedación hablo con ella varias veces al día, hoy ya he hablado con ella tres veces (dice esto a las 13 horas). He podido hacer videollamada con mis hijos pero prefiero esperar para que me cuenten cómo han vivido este tiempo. Eso hay que hacerlo en persona, todos juntos”, asevera.

UNA PASCUA DESDE LA UCI

En todo el tiempo que lleva ingresado, Ferreira explica que ha habido “momentos muy duros a causa de la soledad”, pero este docente valenciano es católico y ofrece una visión de fe a lo que aún está viviendo: “La vida está llena de hitos que Dios te va marcando, así que esto que he vivido ha sido por alguna razón. A aquellos con miedo al coronavirus y a los que estén enfermos les recomiendo que se apoyen en los más cercanos a ellos, y en la oración”.

Saliendo de la UCI en plena celebración de la fiesta más importante de los cristianos, Ferreira subraya que “ha sido una Pascua muy Pascua”. Pudo seguir celebraciones de Semana Santa como el Via Crucis, a través de su teléfono móvil y el sábado estuvo “presente” también telemáticamente en la vigilia pascual de su parroquia, San Juan de Ribera (Valencia), gracias a la retransmisión online de la misma. “La mayor parte de la gente lo vivió desde su casa y yo, desde la UCI”.

A sus alumnos de la UCV les manda un mensaje de calma: “Que estén tranquilos, en dos días estoy con ellos”.