La Facultad de Psicología ha celebrado el Día Internacional de la Tartamudez (22 de octubre) con una jornada que ha tenido como objetivo proporcionar visibilidad a las personas que padecen alteraciones en la fluidez verbal y que ha incluido la conferencia de Alicia Fernández-Zúñiga, psicóloga especializada en este tipo de trastornos, y autora de diversas publicaciones y artículos sobre tartamudez.

En su intervención, la ponente ha hecho hincapié en el abordaje multidisciplinar que debe realizarse en el tratamiento de la disfemia, y ha señalado que “la tartamudez no solo se caracteriza por una falta de fluencia verbal sino también por limitaciones en la comunicación y consecuencias emocionales en la persona”. 

En este sentido, Fernández-Zúñiga ha destacado que “esta intervención global permite abordar tanto los problemas de fluencia verbal como las consecuencias derivadas de situaciones de burla, a las que a menudo se enfrenta se enfrentan los niños que presentan tartamudez”.

Asimismo, la experta se ha referido a “la importancia de una detección precoz en términos de pronóstico positivo” y ha indicado que “no siempre en edades tempranas se interviene inicialmente con el niño, sino que en esta etapa es necesario la intervención con el entorno, proporcionándoles a las familias herramientas, estrategias y pautas de comunicación para realizar un mejor ajuste y saber cómo actuar ante las disfluencias de sus hijos”.