El Grado en Biotecnología de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado el egreso de su décima promoción con un acto académico al que han acudido estudiantes de todas las promociones. La efeméride coincide con la reciente publicación del ranking de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), que sitúa la titulación en el bloque más alto entre las universidades españolas. 

En el evento, que ha tenido lugar en la Sede Santa Úrsula, han participado la decana de la Facultad de Veterinaria y Ciencias Experimentales, Ana de Luis; la vicedecana de Biotecnología, Mónica Díez; el emprendedor y catedrático de Genética de la Universitat de València, Manuel Pérez Alonso y el empresario Damià Tormo.  

De Luis ha destacado que “el egreso de nuestra décima promoción supone un hito que hemos querido celebrar invitando a ponentes de excepción que orienten a nuestros titulados en el enfoque de su carrera profesional para los próximos años, creando, además, un espacio de networking para los biotecnólogos formados en la UCV y con una carrera profesional ya consolidada”.

La Biotecnología “va a cambiar la humanidad en los próximos años”

En su intervención, Tormo -que es socio gerente de la empresa biotecnológica Columbus Venture Partners- ha asegurado a los estudiantes y egresados reunidos que “tienen mucho que decir en este campo de la tecnología que va a cambiar la humanidad en los próximos años. Y, cuando lo desarrollen, deben pensar que lo están haciendo para mejorar a la sociedad”. En este sentido, ha incidido en el futuro de la biotecnología y en su relevancia a la hora de “transformar muchísimas de las industrias que hasta ahora funcionaban de otra manera”.  

Por su parte, Pérez Alonso ha compartido las perspectivas laborales que ofrece esta titulación en el campo de la salud humana: “Queda mucho por hacer. Uno fundamental es ser capaz de diagnosticar todas las enfermedades genéticas conocidas, así como desarrollar tratamientos farmacológicos contra las mismas. Se trata de un reto de unas dimensiones enormes que ofrece trabajo para todos los biotecnólogos que van a salir de aquí, en las próximas décadas y hasta su jubilación”, ha asegurado.

Investigación y empleabilidad

En la jornada han participado alumnos que han pasado por las aulas de biotecnología durante toda esta década. Entre ellos José Vicente Gil, que se gradúa este año, al que le gustaría “trabajar en un laboratorio de diagnóstico genético y poder clasificar a los pacientes en función de sus alteraciones genéticas, contribuyendo a encontrar posibles fármacos que ayuden a mejorar su calidad de vida”.

Por su parte, Daniel Tena, que se graduó el pasado año y que está cursando un máster de biotecnología biomédica, afirma que “el nivel con el que salí de la Universidad Católica de Valencia me está ayudando mucho en esta nueva etapa. La calidad y cercanía del profesorado -con algunos docentes sigo en contacto- es un gran valor y por eso aconsejo la UCV a todos los que me preguntan".

En esta misma línea se expresa Inés Dolz, a punto de graduarse, que ha puesto en valor “las muchas horas de prácticas del grado y sus profesores, que nos han ayudado continuamente, sobre todo en el año de la pandemia”. La idea de Inés es “continuar con las prácticas extracurriculares y comenzar en septiembre el máster en diseño de fármacos, para trabajar en alguna empresa de este campo investigando la curación de enfermedades como el cáncer”.