El Cardenal Arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha condenado el atentado perpetrado en el Aeropuerto de Estambul, asegurando que “hoy que celebramos la solemnidad de San Pedro y San Pablo patronos principales de la Iglesia de Roma, y también por tanto, celebramos el Día del Papa, nos adherimos plenamente a la labor permanente por la paz que realiza el Papa Francisco. Debemos hacer frente al fundamentalismo que frustra las expectativas de paz, la Iglesia también respira con el pulmón de Oriente, y envío un mensaje de afecto al Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I”.


Para el Cardenal Arzobispo, “se hace cada vez más difícil entender cómo pueden progresar los fundamentalismos y frustrar de manera tan dolorosa las expectativas de paz que busca el papa Francisco como Pastor de la Iglesia, y todas las gentes de buena voluntad que le siguen y creen en el bien común y la convivencia en paz”.


El Arzobispo de valencia ha recordado que a finales de julio volverá a acompañar al Papa Francisco, con motivo del Encuentro Mundial de Jóvenes en Cracovia. “Ahora ya puedo expresar públicamente que mi anterior encuentro tuvo como motivo que nos concediera su apoyo a mi voluntad de renovación y fortalecimiento de la Diócesis de Valencia, a través de Obispos auxiliares que cumplirán con el empeño compartido con el papa francisco de aumentar nuestra acción social, la promoción de la participación de la mujer en la vida de la Iglesia, en el mundo de los jóvenes y la evangelización del laicado, presente en las familias”.

Tanto en el Arzobispado de Valencia como en la Universidad Católica de Valencia se ha convocado un minuto de silencio al mediodía porque “en esta solemnidad que hoy celebramos, dedicamos nuestra oración por todos los familiares de las víctimas mortales y a todos los heridos y dirijo un llamamiento a todas las personas que se unan en la unánime condena”.

“En esta Jornada –añadió- estamos invitados de manera especial a meditar en el ministerio del Sucesor de Pedro, de nuestro papa Francisco, Pastor de toda la Iglesia y por quien toda la Iglesia tiene el deber de orar para que pueda realizar su misión y que el Santo Padre pueda recibir nuestro cariño y respeto al cumplir con su ministerio, y en especial, con su constante labor en favor de la paz en el mundo”.