Cardenal Cañizares: “Las lecciones del Papa deben extenderse a toda la sociedad valenciana”
Noticia publicada el
miércoles, 6 de febrero de 2019
El Gran Canciller de la Universidad Católica de Valencia (UCV), Antonio Cañizares, ha subrayado que en la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá el papa Francisco “nos ha dejado grandísimas lecciones y deberes por hacer que deben extenderse a toda la sociedad valenciana”.
En este sentido, el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II, cuya sección española está en la UCV, es una “ayuda” pues ofrece “la verdad” sobre el matrimonio y la familia. Por ello, la Archidiócesis “debe ser la primera beneficiaria en hacer realidad lo que está significando” y “aprovechar y ampliar el número de personas que cursan dichos estudios teológicos”, ha expresado Cañizares.
Cañizares ha apuntado que “en Valencia tenemos el banco de pruebas de una cultura que destruye al hombre a través de leyes y de normas”. En este sentido, se ha referido a los títulos dure proprio que imparte -licenciatura en Teología, doctorado y Máster en Ciencias del Matrimonio y de la Familia, con especialización en bioética- para subrayar que “hay que ofrecer a esta ciudad las capacidades que este Instituto tiene”.
El Cardenal valenciano ha presidido la conferencia impartida por Pierangelo Sequeri, presidente de la institución pontificia, en un acto en el que también han participado el rector de la UCV, José Manuel Pagán; Juan Antonio Reig, obispo de Alcalá de Henares y vicepresidente de la citada institución; así como el decano de su sección española, Juan Andrés Talens.
PIERANGELO SEQUERI: “EL AMOR NOS CIERRA EL CAMINO DE LA RESIGNACIÓN EN RELACIÓN CON SU CORRUPCIÓN Y CON SU PÉRDIDA”
Pierangelo Sequeri ha subrayado que “el amor sale a nuestro encuentro, al mismo tiempo como una necesidad y como una gracia, como un deseo y como un don. Y nos cierra el camino de la resignación en relación con su corrupción y con su pérdida, con su perversión y su sinsentido”.
Sequeri ha dictado sicha afirmación como conclusión a una conferencia en la que ha abordado la problemática actual de la “escisión” entre afectos y sexualidad, debida tanto “a la nueva orientación de la filosofía hacia los valores de la vida y, por otro, por las mutaciones del sistema social, político, económico, cognitivo y productivo”.
Según ha detallado, “el efecto de oposición entre razón y afección –que ha dado forma a la modernidad iluminista y, respectivamente a la reacción romántica– pide vigorosamente ser recompuesto: ya sea ante los resultados cultural y políticamente insatisfactorios de la alternativa, ya sea en referencia al mérito de la experiencia efectiva de razón y afección, cuya oposición no interpreta adecuadamente el modo humano de definir su relación con la verdad y el sentido de su existencia”, ha expresado.
“El intelectualismo y el sentimentalismo, tanto en la orientación de la libertad como en la interpretación del amor, son cada vez más inadecuados a la clarificación de la singular cualidad humana del saber, del obrar, del ser en relación. De hecho, la filosofía ha abandonado desde hace tiempo el ejercicio del discernimiento de los movimientos del espíritu y de la sabiduría del querer. Retomarlo a la altura de la constelación contemporánea de la cultura en nuestra época no es algo trivial”, ha asegurado.
En este sentido, el presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II, que se ha referido a los problemas principales derivados de esta “separación filosófica entre verdad y amor”, ha reivindicado que tanto la teología como la fe cristiana “reconocen su unidad y su destino en el misterio de la creación y de la redención de Dios”.
En este marco puede reconocerse la institución matrimonial, “que llama en causa a la identidad sexual y a la unión sexual del hombre y de la mujer, que se deben mantener unidas” y la tarea de la teología “que debe lograr elaborar una comprensión sintética de ambas dimensiones para la interpretación cristiana del amor”.
“Por un lado, se trata de conservar como un tesoro la redescubierta centralidad del misterio conyugal-familiar para el entero orden de los afectos; y, por otro, de iluminar un eros que se deja purificar y trascender en el agàpe de Dios, que edifica la familia humana”, ha concluido.
Entrevista a Pierangelo Sequeri aquí.
JOSÉ MANUEL PAGÁN: “NUESTRA UNIVERSIDAD DEBE OFRECER A LOS ALUMNOS UN PROYECTO FORMATIVO A LA ALTURA DE LOS DESAFÍOS ACTUALES”
Por su parte, José Manuel Pagán ha agradecido el trabajo que vienen desarrollando el Instituto Pontificio y la UCV y ha apelado a “redoblar el compromiso para atender el reto que tenemos con los jóvenes que llenan nuestras aulas. Es urgente que creemos redes entre las universidades y facultades eclesiásticas, como señala el papa Francisco en la constitución apostolica Veritatis gaudium, llamadas a proponer un modelo de formación capaz de poner en diálogo la fe con las preguntas del mundo contemporáneo”.
“Nuestra universidad debe ofrecer a los alumnos un proyecto formativo que esté a la altura de los desafíos actuales y que, en palabras del Papa, podemos contemplar en tres ámbitos: espiritual, intelectual y existencial; diálogo a todos los niveles e interdisciplinariedad ejercida con sabiduría y creatividad”, ha reconocido Pagán.
De hecho, “aunque muchos se empeñan en desacreditar a la institución familiar, en los jóvenes está inserto un anhelo y una vocación a formar una familia. Por ello necesitamos el Instituto y un proyecto de formación permanente de los profesores, tanto universitarios como de los colegios diocesanos y escuelas católicas”, ha expresado el Rector.