El Concilio Vaticano II, en el punto 111 del Sacrosanctum Concilium, señala que “de acuerdo con la tradición, la Iglesia rinde culto a los santos y venera sus imágenes y sus reliquias”. La Universidad Católica de Valencia (UCV) resguarda desde hoy en el templo de una de sus sedes el pie derecho de santa Úrsula, patrona de los “pañeros”, los huérfanos, las maestras y las jóvenes, bajo cuya advocación está encomendado uno de los campus de esta institución universitaria.

Por este motivo, el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha celebrado una misa en la que ha agradecido la cesión por parte de la Catedral de Toledo de la reliquia -en la cripta se encuentra la mayor parte de su esqueleto-, así como ha insistido en el valor de la misma: “El pie derecho significa camino; es un signo para nuestra Universidad: ir siempre adelante. La UCV es una universidad que no se para”, ha subrayado. En la celebración ha participado el Consejo de Gobierno de la UCV, encabezado por el rector, José Manuel Pagán.

Asimismo, el gran canciller de la UCV ha manifestado durante la homilía su agradecimiento porque “el patrón de nuestra universidad es un mártir y esta iglesia es también uno de los símbolos de nuestra universidad, bendecida con el testimonio de la fe y virginidad de santa Úrsula. Que esta reliquia nos ayude a caminar hacia el futuro, no hacia el pasado. A caminar hacia la salvación de los hombres. Esta es la gran lección que hay que enseñar en nuestras aulas. Una universidad al servicio de una humanidad nueva: esto es evangelizar”.

“Los cristianos del nuevo milenio tenemos que saber vivir la persecución”

Por otro lado, el purpurado valenciano ha recordado que el martirio de la Iglesia no ha cesado, más bien al contrario. “En el siglo XX ha alcanzado su punto álgido con más de 30 millones de cristianos que han sufrido la muerte por el hecho de serlo, como muestran las persecuciones en México, España, la Alemania Nazi o Rusia. También hay un silencio cómplice en la actualidad en Vietnam, América Latina, India, Pakistán, Sudán y un largo etcétera”, ha aseverado.

“Los cristianos del nuevo milenio tenemos que saber vivir situaciones de persecución, obedecer a Dios antes que a los hombres, dar a Dios lo que es de Dios. El carácter supremo del martirio es estar seguros de que Jesús es el salvador del hombre”.

Profunda devoción desde la Edad Media

La historia da cuenta de una princesa llamada Úrsula, hija del entonces Rey de Bretaña, que en el siglo IV fue pretendida por un príncipe pagano al que rechazó para preservar su fe cristiana y su virginidad. Para consagrar sus votos, la joven embarcó en peregrinación hacia Roma junto a once doncellas de su séquito, donde llegó a ser recibida por el papa Ciriaco.

De regreso a Bretaña, fue capturada en Colonia por los bárbaros capitaneados por Atila, que se enamoró de la princesa y al que Úrsula rechazó, lo que provocó que tanto ella como su séquito fueran ejecutadas.

La devoción a la joven santa cobró fuerza en el s. IX, al aparecer en Colonia los restos de una iglesia del siglo VI con un epígrafe que daba cuenta del legendario martirio. En España ha  permanecido hasta nuestros días gracias a la promoción de su figura por parte de Beatriz de Suabia (esposa de Fernando III de Castilla) y a la orden religiosa creada en el s.XVI (Las Ursulinas), por la religiosa italiana Ángela de Mérici.