La Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha acogido la celebración del XVIII Congreso Nacional de Educación Comparada. Centrado en la posición de la educación comparada y supranacional ante la formación de una ciudadanía global, democrática e intercultural, este encuentro de expertos ha contado, entre otros, con la profesora Darla K. Deardorff, investigadora del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad de Duke (EE. UU.) y directora de la Cátedra Unesco de Competencias Interculturales en la Universidad de Stellenbosch (Sudáfrica).

En su intervención, Deardorff ha asegurado que “los docentes deben involucrar a los estudiantes como socios, como colaboradores, en el aprendizaje de la competencia intercultural”. En ese sentido, la directora de la Cátedra Unesco ha añadido que “aprender de los alumnos mejora mucho la conexión con ellos”. De igual modo, ha querido lanzar una pregunta sobre la competencia intercultural a los profesores y futuros docentes que han participado en el congreso celebrado en la UCV: “¿Cuál es mi actitud ante alumnos y familias que proceden de contextos diferentes al mío?”.

En su exposición sobre el modelo de competencia intercultural que deben incorporar los profesores para formar a los alumnos en la cultura democrática, Deardorff ha hecho referencia a las actitudes básicas que debe tener en su actividad docente: “El respeto es clave; es decir, debe valorar otras culturas y la diversidad cultural. En segundo lugar, debe mostrar apertura al aprendizaje intercultural y aprender de personas de otras culturas, sin juzgarlas. La tercera actitud es la curiosidad y el descubrimiento, siendo tolerante a la ambigüedad y a la incertidumbre)”.

“Es necesario también tener una disposición a escuchar, observar, analizar, evaluar… para desarrollar una autoconciencia cultural y una comprensión y conocimiento profundos de cultura; incluidos contextos, roles, e impacto de la cultura y la visión del mundo que tienen otros. De la misma manera, es necesaria una conciencia sociolingüística”, ha aducido.

Asimismo, el profesor debe desarrollar “su adaptabilidad a diferentes estilos y comportamientos de comunicación; y a nuevos entornos culturales. También ha de adquirir flexibilidad, para saber seleccionar y utilizar estilos y comportamientos comunicativos adecuados para los alumnos y sus familias; una visión etnorelativa; y, obviamente, ser empático ante lo que vive el estudiante. Debe adaptarse a los demás, pues no basta decir «yo me comunico de esta manera y ya está. Si te gusta bien y si no, también»”.

“Partiendo de este modelo, el profesor conseguirá comportarse y comunicarse de manera efectiva y apropiada a los conocimientos, habilidades y actitudes interculturales de cada uno. Además, hemos de ser conscientes de que la mejora en las interacciones en el marco intercultural es un proceso continuo. Nunca dejaremos de aprender”, ha remarcado.

Educación para el desarrollo de una ciudadanía inclusiva, democrática e intercultural

Los congresos de la Sociedad Española de Educación Comparada ofrecen un espacio para el análisis y el dialogo científico y social sobre el papel de la educación en el desarrollo de una ciudadanía europea inclusiva, democrática e intercultural. Las ponencias principales y los ejes temáticos de cada uno de estos encuentros exploran distintas propuestas de investigación y análisis basados tanto en el método comparado como cualquier otra aproximación metodológica que estudia el amplio campo de la educación para la cultura democrática.

En ese sentido, el presente congreso ha contado con la participación de expertos del Consejo de Europa que lideran actualmente la formación de profesorado, así como con la participación de profesionales de máxima relevancia cuyo papel ha sido decisivo en el desarrollo de los marcos competenciales internacionales.