El General Director del Instituto Español de Estudios Estratégicos, Francisco José Dacoba, ha afirmado en la Universidad Católica de Valencia (UCV) que “la pandemia Covid-19 supone un enorme desafío global, al que todos los actores internacionales han de enfrentarse. Sus repercusiones serán de gran calado como consecuencia, sobre todo, de la crisis económica y comercial que ha desencadenado. Pero es muy importante señalar que estas repercusiones se darán sobre dinámicas de transformación del orden internacional que ya estaban en ebullición antes de la aparición de este nuevo coronavirus”.

En este sentido, ha advertido de que “lo que ocurrirá es que algunas de estas tendencias se acelerarán, como el enfrentamiento comercial y tecnológico entre las dos grandes potencias, China y los Estados Unidos, y otras se ralentizarán, como la propia globalización, aunque en ningún caso se revertirá por completo”.

Dacoba ha participado junto con los embajadores Juan Arístegui y Dámaso de Lario en el ciclo de webinars de INEDE Business School y del Instituto de Estudios Estratégicos e Internacionales (IEEI) ‘360º Rediseñando el hoy y el mañana’. 

La reconfiguración del orden internacional, según ha apuntado este experto, “ya estaba en pleno desarrollo antes de esta crisis y seguirá evolucionando en el futuro. Esta reconfiguración profundizará el declive de Occidente como modelo hegemónico en favor de una multipolaridad, asimétrica, en la que el multilateralismo y el sistema de gobernanza basado en normas y acuerdos generalmente aceptados será cada vez más cuestionado”.

Igualmente, como Director del Instituto Español de Estudios Estratégicos, ha llamado la atención sobre el hecho de que “la absoluta dedicación que para todos los países ha requerido la gestión de la crisis sanitaria -que nos ha ocupado por completo en estos meses- no debe hacernos olvidar que las tensiones y los conflictos que estaban activos antes de la aparición de la pandemia siguen ahí. Que regiones tan relevantes para nuestra Seguridad Nacional, como el Magreb/Sahel, Oriente Medio y otras a lo largo y ancho del globo, siguen en plena efervescencia y su situación interna no solo no se ha solucionado, sino que, por el contrario, se ha agravado”.

EMBAJADOR ARÍSTEGUI: “HAY QUE PASAR DE UN ENFOQUE NACIONAL Y CON POCA PROFUNDIDAD A UNO EUROPEO”

Por su parte, el embajador Arístegui se ha centrado sobre todo en Europa para señalar que “la pandemia ha puesto a la Unión Europea ante el espejo y nos sitúa los retos del futuro inmediato”. Así, en su opinión, el planteamiento estratégico europeo empezaría por “la capacidad de preparación y por dotarnos de un mayor compromiso europeo”.

“Una vez más nos estaba costando avanzar y pasar de un enfoque nacional y con poca profundidad a uno europeo. Se trata de llegar a la convicción real de que tenemos no que ceder o perder soberanía, sino de hacer más cosas juntos; nos ha costado mucho históricamente, pero sigue siendo un reto notable a día de hoy”, ha reconocido el ponente.

Igualmente, el embajador se ha referido a la capacidad de preparación para posibles riesgos futuros. En este sentido, ha señalado que “aún no hemos concluido la Unión Económica y Monetaria. La gran crisis anterior que vivimos nos mostró que aún había elementos por lograr, como una verdadera unión bancaria y, en la actualidad, aún no se ha avanzado lo suficiente”. Otro reto que ha presentado Arístegui por los “enormes interrogantes” que conlleva es el Brexit.  

EMBAJADOR DE LARIO: “UNA DE LAS LECCIONES DE LA COVID-19 ES ASUMIR QUE LA UNIÓN EUROPEA ES LA ÚNICA CERTEZA QUE NOS PUEDE PROTEGER"

En el encuentro ha intervenido también Dámaso de Lario, embajador de España y representante de Casa Mediterráneo en Valencia, quien ha subrayado que “una de las lecciones de la Covid-19 es que los europeos tenemos que ocuparnos de nuestra defensa y nuestra seguridad y asumir, de una vez por todas, que Europa, la Unión Europea, no es sólo nuestra casa sino también la única certeza que nos puede proteger”.

De Lario ha realizado un análisis histórico para señalar que “el juego de la distensión tutelado por la OTAN y el Pacto de Varsovia, que presidió el período de la Guerra Fría tras la Segunda Guerra Mundial, garantizaba nuestra tranquilidad. La caída del Muro de Berlín y la aparición de la red informática mundial (www) en 1989, marcaron el cambio de tendencia y el principio de la actual globalización”. Asimismo, con los atentados de las Torres Gemelas en Nueva York en 2001 “empezaron a resquebrajarse nuestras certezas; a partir de entonces el miedo pasó a convertirse en un ingrediente clave de las democracias del siglo XXI”.

En este sentido, “la Covid-19 es un momento de inflexión en la historia, que ha profundizado las grietas ya abiertas desde el inicio de este siglo: las fricciones China-EE.UU, el repliegue norteamericano de Europa, las introspecciones nacionales, y el debilitamiento de la cooperación internacional. Si queremos sobrevivir en el mundo que viene, tenemos que resetearnos, revisar críticamente las estructuras y las políticas que protegieron nuestra zona de confort, y actuar en consecuencia”, ha asegurado.