Esperanza Dongil, Máster Universitario en Relación de Ayuda y Counselling
Duelo en el COVID-19: “No se puede actuar como si nada hubiera ocurrido”
Noticia publicada el
miércoles, 13 de mayo de 2020
En la situación de confinamiento actual no es posible despedirse de los seres queridos según los rituales funerarios de nuestra cultura. En este sentido, la investigadora de la Universidad Católica de Valencia (UCV), Esperanza Dongil, ha impartido una sesión en la que ha propuesto realizar pequeños actos simbólicos en casa, tanto en familia como en soledad, “que pueden aliviar el sufrimiento y a sentirse más cerca del ser querido”.
En general, suele ayudar destinar un espacio en la casa, como un rincón especial, que resulte tranquilo, íntimo, donde se pueda acudir para sentirse cerca del ser querido. Se pueden colocar objetos sencillos que simbolicen al ser querido, la relación, los sentimientos, la huella de vida: fotos, flores, algo personal, encender una vela, escribirle unas palabras… “Cada vez que se desee, se puede acudir allí para estar en silencio, rezar, orar, expresar lo que se siente, explicarle como nos hubiera gustado despedirnos, cómo le echamos de menos, cuánto le queríamos, si vamos a realizar alguna ceremonia especial en su honor una vez acabe la situación de confinamiento”, ha detallado.
Dongil, que también ejerce como psicóloga en la Red Nacional de Atención a Víctimas del Terrorismo, ha ofrecido igualmente algunas pautas para todas aquellas personas que quieren apoyar a familiares o amigos que se encuentran en una situación de sufrimiento, así como algunas actitudes que debemos evitar.
Entre estas últimas, ha apuntado no decirle que sabemos cómo se siente, pues no lo sabemos, salvo que hayamos pasado por una situación similar. No actuar como si nada hubiera ocurrido, cambiarle de conversación o quitarle importancia a lo que ha pasado hablándole de lo que todavía le queda. No hacer comparaciones con las pérdidas de otras personas o empeñarnos en distraerle de su dolor; tampoco juzgar sus sentimientos... “Lo mejor que podemos hacer es permitir que se desahogue, que exprese su dolor, sin pensar que tenemos que dar consejos constantemente o estar levantando el ánimo. Compartir recuerdos de la persona fallecida (fotos, videos, anécdotas…) o recordar al ser querido es un consuelo para los supervivientes”, ha especificado.
En definitiva, “evitar el facilismo del tienes que olvidar o el llámame si me necesitas”. Si realmente queremos ayudar debemos intentar mantener el contacto nosotros. Una llamada telefónica, más en este tiempo, puede resultar milagrosas. Si no sabemos qué decir, mejor no decir nada. Y, sobre todo, no tener ningún temor a nombrar al fallecido o a emocionarnos con su recuerdo, no hay nada de malo en ello, la persona se sentirá muy aliviada al comprobar que también apreciábamos a quien se ha ido y que también nos afecta lo que ha pasado”.
“LA DESPEDIDA ES UN ACTO MÁS DE AMOR”
Por otro lado, la profesora de la UCV ha tratado de explicar qué se entiende por duelo y los aspectos o emociones más frecuentes en las personas cuando se vive la pérdida de un ser querido. Igualmente, se ha detenido en los factores que inciden en la intensidad de esos síntomas y en las necesidades que tenemos cuando nos enfrentamos a una pérdida.
Del mismo modo, se ha detenido en el concepto de despedida para aclarar que “no es olvidar ni desvincularse para siempre del ser querido o tampoco es escribir una carta”. Al contrario, se trata de hacer referencia a un momento en el que cerramos la relación en términos de presencia física, es decir, “desde el intelecto, no desde el corazón”.
“Plantear despedirse de un hijo, un padre, una madre… no tiene ningún fundamento. Por ello es muy importante no idealizar esta despedida, convirtiéndola en el único acto que dará sentido a toda una vida. La ceremonia de despedida es únicamente un acto más de amor, de expresión de cariño, de afecto compartido. En el corazón permanecerá siempre. No hay que olvidar, sino intentar que el recuerdo cariñoso conviva con el proyecto de vida”, ha expresado Dongil.
LA REALIDAD DEL DUELO EN EL ÁMBITO SANITARIO
Durante el encuentro, esta experta también ha querido detenerse en la realidad del duelo en el ámbito sanitario, “pues los profesionales de la salud, diariamente en contacto con la muerte, el dolor y el sufrimiento, son más vulnerables a la hora de desarrollar un problema como es el trastorno del estrés postraumático”.
En este sentido, ha propuesto el counselling como una herramienta excelente para aliviar el sufrimiento y para prevenir el desarrollo de futuros trastornos o patologías que pueden desarrollarse al haber estado expuesto a situaciones muy estresantes como el contacto directo con la enfermedad y la muerte.
Precisamente, la formación en este sentido es objeto de interés de la Universidad Católica de Valencia, que ofrece un Máster Universitario en Relación de Ayuda y Counselling para profesionales y voluntarios que operan en los ámbitos social, educativo, sanitario y otros, especialmente ante la escasa competencia relacional y emocional adquirida en los años de estudios universitarios y la propia trayectoria profesional.
Este máster, que ya ha alcanzado su sexta edición, trata de acompañar a la persona que sufre y vive en una situación de crisis o dificultad con el fin de que sea capaz de detectar y encontrar herramientas y habilidades propias que le permitan superar las dificultades.