La Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado una jornada sobre las víctimas de la violencia de hijos a padres, o filioparental. En la misma ha participado el inspector de la Policía Local de Valencia David Garfella. Durante su intervención, ha aseverado que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y los servicios sociales ayudan a solucionar con éxito “alrededor del 50%” de las situaciones de violencia filioparental denunciadas, sobre todo aquellas detectadas "en fases tempranas". Sin embargo, ha indicado que “esa cifra descenderá dentro de poco al 40%”.

“Los métodos de crianza y de aprendizaje, la excesiva tolerancia y los entornos de las redes sociales están llevándonos a tener un tipo de menores y adolescentes muy irascibles, que no tienen ninguna clase de control parental, incapaces de escuchar una crítica, incapaces de que se les corrija, de que se les aconseje, muy individualistas”, ha asegurado.

Los “factores de socialización” y los “valores” de los adolescentes actuales en España “tienen que ver más con su grupo de iguales y con lo aprendido en redes sociales que con sus propias familias”, en opinión de Garfella: “Vemos que los padres están perdiendo su papel de educadores, incluso porque ellos mismos han tenido, tal vez, una crianza laxa; de alguna forma, no han sabido ser buenos hijos”.

“La tasa de los delitos relacionados con la violencia filioparental se mantiene estable en los últimos quince años, más o menos. Lo sabemos porque la Fiscalía General del Estado reúne entre 4.000 y 5.000 expedientes anuales, que luego serán absolutorios o condenatorios, eso sí. Pero es una cifra engañosa, porque la tasa de natalidad lleva bajando en España varias décadas. Si cada año hay menos niños y adolescentes, pero se mantienen las cifras, resulta obvio que la proporción de menores que ejerce violencia contra sus padres está aumentando bastante”, ha explicado.

La clave está en la prevención

Por si estos datos no fuesen suficientemente significativos, este inspector de la Policía Local valenciana ha recordado que “sólo se denuncia el 15%” de los hechos constitutivos de violencia filioparental: “Las propias familias están cambiando y, a mi modo de ver, existe en nuestra sociedad una falta de supervisión por parte de los progenitores. No porque no estén presentes, sino porque ven lo que hacen sus hijos y no actúan”.

En ese sentido, Garfella ha alabado la decisión del Parlamento australiano de prohibir el acceso de los menores de 16 años a las redes sociales y señala que en España la Administración debería “implementar políticas públicas que vayan en la misma línea”. Medidas “que tendrían mucho que ver con el control que se realiza sobre los menores, sobre el momento en que se detecta que cometen algún tipo de conducta inapropiada en el sentido más amplio, más penalista y menos social”. Podría llegar el caso, incluso, de “plantear que los padres de estos menores tuvieran que participar ellos mismos en programas reeducativos o de resocialización”.

“No me parece mal la idea que se está planteando en nuestro país de que los menores de determinada edad no puedan disponer de dispositivos con conexión a internet, pero es que hoy en día, te puedes conectar a la red en cualquier dispositivo, empezando por la PlayStation. La forma de cerrar ese acceso es complicada”, ha aducido.

La clave para evitar los problemas derivados de internet y las redes sociales en la mala educación de los menores va mucho más allá de lo legislativo y punitivo, según Garfella: “Nosotros creemos muchísimo en la prevención. Lo importante del ciclo de la violencia filioparental es detectarlo en edades tempranas, en momentos en que lo sucedido todavía no es muy grave. Entonces, hablamos con los agresores, con los padres, damos charlas en muchas instituciones y asociaciones para concienciar de la necesidad de identificar estas situaciones pronto para prevenir los delitos que suceden después”.

Han participado en la misma mesa redonda que Garfella la teniente Estefanía García, jefa del Área de Delitos contra las Personas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Valencia, y la policía nacional Julia Ruiz Belencoso.

Una sociedad “violenta”, donde el comportamiento está guiado “por las emociones”

Por su parte, la catedrática de Psicología Carmen Pérez Fuentes, directora de la UNED en Almería, ha reflexionado en su conferencia acerca de la gestión emocional en la prevención de conductas agresoras en adolescentes. En su opinión, “vivimos en una sociedad violenta, en la que la violencia prima sobre muchas otras cosas a la hora de resolver conflictos. Se da solución a las disputas a través de las emociones y no mediante un enfoque cognitivo, racional”.

“Los chavales de hoy están acostumbrados a la inmediatez, porque así se les ofrecen las cosas. Los vídeos de Tik tok o los ‘shorts’ de Youtube, por ejemplo, no duran ni diez segundos, y se habitúan al impacto constante. Hablamos de una generación de niños y adolescentes sin capacidad de espera, de prestar atención. Cuando vives de esa manera, la vía emocional lidera tu comportamiento”, ha subrayado.

Según Pérez Fuentes, “la Administración ha de implementar políticas educativas que ayuden a niños y jóvenes a buscar un equilibrio entre emociones y raciocinio a la hora de gestionar los problemas que inevitablemente les va a plantear la vida. Como señala Jacques Delors, la educación a lo largo de la vida se basa en cuatro pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos, aprender a ser”.

En la educación española actual, “por desgracia” -ha remarcado Pérez Fuentes-, “se tiene muy en cuenta el desarrollo integral del sujeto durante la etapa infantil, pero, al llegar a Primaria, esa parte de la formación desaparece por completo y sólo cuenta lo académico.  Además, la sociedad cambia muy rápido y la escuela no puede estar de espaldas a lo que sucede fuera de sus muros. Los niños y adolescentes necesitan tener las competencias adecuadas al enfrentarse a internet y las redes sociales”.

Nuria Martínez: “La violencia filioparental presenta una importante dificultad en la detección”

La jornada, dirigida por la vicedecana del grado en Criminología, Silvia Sempere, ha contado en su clausura con la presencia del rector de la UCV, José Manuel Pagán, y la consellera de Justicia, Nuria Martínez. En su intervención, Martínez ha asegurado que “la violencia filioparental es una problemática compleja que presenta una importante dificultad, especialmente en cuanto a la detección de la misma y debe abordarse desde un punto de vista amplio y multidisciplinar con los diferentes agentes que intervienen en su prevención, detección y abordaje”.

“Para la Conselleria y, en particular, para la dirección general de Atención a las Víctimas, es fundamental seguir colaborando con este tipo de jornadas científicas. La Administración debe caminar de la mano de los diferentes agentes educativos, económicos y sociales que aportan conocimiento, coherencia y rigor a la gestión. La Universidad es uno de los pilares de conocimiento del que no podemos ni debemos prescindir”, ha afirmado Martínez.

En la inauguración del acto han participado el director general de Atención a las Víctimas y Acceso a la Justicia, Francisco Soler; y la decana de la Facultad, Aranzazu Juan, también presente en la clausura.

La jornada ha incluido también las conferencias del catedrático de la Universidad de Valencia Vicente Garrido, que ha compartido con los presentes una "mirada preventiva” a la violencia filioparental; y de la psicóloga María José Ridaura, directora territorial de la Fundación Amigó en Valencia, que ha puesto en el punto de mira la relación personal en el contexto de esta violencia.

Por otra parte, el acto ha contado con una mesa redonda sobre este tipo de violencia y el sistema judicial conformada por la fiscal decana de la Sección de Menores de Valencia, Consuelo Benavente; el abogado penalista Ángel Herraiz y la letrada de la Oficina de Atención a la Víctima del Delito de Castellón, Irene Adelantado.