Magisterio y Ciencias de la Educación
El antiguo alumno Francisco Pascual, mejor maestro de Primaria en 2023 por “poner la educación al servicio de la persona”
Noticia publicada el
lunes, 11 de marzo de 2024
El antiguo alumno de la Universidad Católica de Valencia (UCV) Francisco Pascual Soler ha sido reconocido como el mejor maestro de Educación Primaria de España en 2023 por la plataforma educativa Educa y la Obra Social ABANCA en sus VII Premios EDUCA ABANCA. Pascual, de 44 años y natural de Cocentaina, realiza su labor docente en el Colegio Diocesano San Roque de Alcoy.
Preguntado por las razones que han motivado la entrega de este galardón, el exalumno de la UCV perteneciente a la promoción de 2001, lo tiene claro: la metodología que utiliza como tutor en quinto y sexto de Primaria, y como maestro de ciencias de las cuatro líneas del curso que le toca. “Soy un firme defensor de los proyectos de aprendizaje y servicio. Me declaro APS-adicto. No entiendo la educación sin esta filosofía”, afirma.
“El desarrollo de este método fue, en parte, producto de las circunstancias. Nada más llegar al colegio me hicieron tutor de la clase de un niño muy conflictivo que literalmente había apuñalado con un lápiz a la directora. Yo tenía muy buena relación con él porque en verano iba a la casa de acogida donde él vivía, así que me pusieron a cargo de ese grupo de alumnos”, expone.
Para ayudar a este joven estudiante y al resto de los alumnos, Pascual decidió “dejar el libro de texto a un lado”. En su lugar, empezó a realizar “animaciones lectoras” y otras actividades creativas hasta que, “por accidente o por sentido común”, acabó desarrollando con los niños proyectos de aprendizaje y servicio. Él no los llamaba así; el nombre “técnico” lo descubrió años después, al conocer la iniciativa que puso en marcha el papa Francisco, Scholas Ocurrentes.
“Muchos colegios premian a los mejores alumnos, y está muy bien, pero el Evangelio dice otra cosa”
El método consiste en algo “tan fácil” y “tan bonito” como “transformar la educación en una ayuda a la sociedad”, apunta Pascual. En ese sentido, opina que “las escuelas católicas nacieron para ayudar al prójimo y APS es justo eso, poner la educación al servicio de la persona. Estos proyectos deberían estar presentes en todos los centros católicos”.
“En muchos colegios se premia a los alumnos excelentes, que está muy bien. Pero el Evangelio dice otra cosa, pues Jesús nunca premió las buenas notas. Ser profesor con los que sacan sobresaliente es muy fácil, pero opino que en las escuelas católicas debemos desvelarnos por los niños con mayores dificultades. Por eso, desde que entré en una clase por primera vez he sabido que estoy ahí para servirles a ellos. Siempre he visto a los estudiantes como mis propios hijos y creo que lo mejor que puedo hacer para serles útil es poner en marcha proyectos APS. Y dan muy buenos frutos”.
Como prueba de ello, Pascual relata el caso de uno de sus pupilos con mayores dificultades académicas: “Me habría jugado todo mi patrimonio a que el pobre no superaría el curso”. Ese año el maestro de San Roque había puesto en marcha el proyecto APS ‘Caminem junts’ (Caminemos juntos) de ayuda a niños con cáncer. Tras una de las visitas a los pequeños ingresados en las plantas infantiles de Oncología en el Hospital de Alicante, pidió a los alumnos que redactasen una reflexión “desde el corazón” sobre esta actividad, como acostumbraba a hacer siempre.
“El chico explicó en su redacción que, cuando le sonaba el despertador por las mañanas y no se podía levantar, cuando quería organizarse y le costaba mucho, cuando necesitaba hacer los deberes, pero le daba pereza, pensaba en los niños del hospital, que querían llevar una vida normal y no podían. Ese pensamiento le daba fuerzas para levantarse, para organizarse y para hacer lo que debía. El chaval acabó quinto de Primaria y luego sexto con una nota por encima del aprobado. Puede ser una casualidad, pero estoy totalmente convencido de que esa metodología lo salvó a nivel académico”, asevera.
Pelucas solidarias para luchar contra el cáncer infantil
Las familias de sus estudiantes deben estar de acuerdo en que su filosofía educativa funciona, pues no fue Pascual quien se presentó al certamen en el que resultó ganador: “He hecho también algo de investigación educativa, pero si me han dado ese premio ha sido gracias al trabajo de mis alumnos en los proyectos APS y en el resto de asignaturas, claro”.
El galardón de EDUCA ABANCA no es el primero que consigue este antiguo alumno de la UCV. Tres de los proyectos de aprendizaje y servicio que ha puesto en marcha en los últimos años han sido reconocidos con el premio nacional de la Red Española de Aprendizaje-Servicio (REDAPS). La racha de victorias comenzó en 2018, con el ya mencionado ‘Caminem junts’. Junto a las ocho visitas a niños ingresados en el Hospital de Alicante, los alumnos de Pascual se raparon el pelo “al cero” y las alumnas se lo cortaron para donarlo a quienes diseñan pelucas solidarias para los pacientes con cáncer infantil; y consiguieron recaudar más de 60.000 euros para investigación oncológica, entre otras acciones”
En 2019, el proyecto ‘Grillons per al record’ (Grilletes para el recuerdo) convirtió a San Roque en el primer colegio de toda España recipiendario de dos premios nacionales de APS consecutivos: “Se trataba de un proyecto de fomento de la lectura para los internos de la cárcel de Fontcalent. Junto a ellos, prestamos después ayuda a ancianos con alzhéimer en Cocentaina. Creo que con este proyecto le dimos sentido al ideario católico del colegio más que en ningún otro, reconociendo la dignidad de los internos en prisiones”.
En 2022 y 2023 fue premiado el proyecto ‘SOS Mariola’, con el premio nacional de educación ambiental. Pascual explica que realizaron cinco salidas en las que limpiaron 122 kilómetros del Parque natural de esta sierra valenciana, recogieron aceitunas y regalaron 140 litros de aceite a Cáritas de Bañeres de Mariola: “También ayudamos a la no extinción de la gallina alicantina y de la oveja valenciana, además de recaudar el dinero necesario para cambiar la campana del santuario de la Mare de Déu de Agres, que estaba rota”.
El regalo “más grande”
El curso pasado los alumnos del maestro de San Roque pusieron en marcha otro proyecto APS de forma paraela, ‘Dona’m la ma’ (Dame la mano), “en el que prestaron un servicio a 17 mujeres de Cáritas de Alcoy en peligro de exclusión social”. Ayudaron a sus hijos “durante más de ochenta horas” en el aula de Cáritas y los invitaban los fines de semana a sus casas”.
“Estuvimos un año entero enseñándoles todo lo necesario para que se pudieran integrar bien en la sociedad alcoyana. Después, junto a ellas, ayudamos a personas con adicciones, a los ancianos de una residencia, a los alumnos de un colegio de educación especial y recaudamos fondos para la lucha contra el cáncer”, relata.
En esta ocasión su clase no ganó el premio nacional -fue finalista-, pero Pascual subraya que acompañar a sus alumnos en este proyecto ha sido “el regalo más grande” que ha recibido como maestro. También está siendo “ilusionante” su objetivo para este curso, prueba de su determinación en favor de la filosofía APS, pues Pascual se encuentra de excedencia desarrollando un proyecto medioambiental de aprendizaje y servicio en un colegio de la ciudad de Saint Louis (Senegal). Así, detrás de su labor en el barrio de Hydrobase -zona de gran pobreza de la que proviene la mayoría de migrantes que llega en cayucos a Canarias- se encuentra la otra constante en su carrera profesional, el amor por la naturaleza.