El Cardenal Arzobispo Antonio Cañizares ha anunciado durante la clausura del II Congreso Internacional sobre Hambre, Pobreza y Sostenibilidad de la Universidad Católica de Valencia (UCV) su ofrecimiento de la Diócesis de Valencia por objetivo de HAMBRE CERO. “La lucha contra el Hambre no se puede reducir a una serie de respuestas aisladas, requiere sinergias. La realidad pide aunar esfuerzos para conseguir los objetivos con mayor rapidez y efectividad. A día de hoy carecemos en España de una sede para este objetivo. Y es por ello que ofrezco el marco de nuestra Diócesis para establecer un lugar común: aportar una sede en Valencia de referencia internacional, en coordinación con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la representación de FAO y el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) perteneciente a la ONU, junto a Manos Unidas, Cáritas diocesana y la aportación científica de la Universidad Católica de Valencia, para la canalización de esas sinergias, en la labor de información, administración, dotación de infraestructuras y logística”, ha afirmado.

El Cardenal Cañizares propone “un centro de referencia permanente al servicio de estas Organizaciones, para lograr los objetivos de: desburocratizar el Hambre, desglobalizar las Ayudas  y poner en valor los activos de cada organización a disposición de los otros, con el  objetivo de lograr mayor impacto en la lucha contra el hambre en el mundo, así como para asumir las consecuencias de los flujos migratorios, como la ayuda y acogida de refugiados”.

“La pobreza ha de tener respuesta con la coordinación de los principales agentes mundiales que han de intervenir de manera ejecutiva, como dice el Papa Francisco “desburocratizando” este problema acuciante y contando con los medios humanos y tecnológicos del siglo XXI. Tecnología y Ciencia con conciencia,  no hay lugar adecuado para la técnica si se olvidan la razón y la verdad”, ha señalado.

El Gran Canciller de la UCV ha señalado que “el aumento de los conflictos bélicos en el mundo es otra de la causas, lo que obliga también a fenómenos de migraciones forzosas, de gran dolor.Por ello, como dice Monseñor Fernando Chica,  Observador Permanente de la Santa Sede ante la FAO, “para terminar con el hambre en el mundo es necesario invertir en la paz”.

CIENCIAS DEL DESARROLLO BASADO EN LAUDATO SI

Así, el Cardenal Cañizares ha recordado que la UCV está desarrollando el Grado en Ciencias del Desarrollo basado en la encíclica del Papa Francisco Laudato Si  sobre ecología integral.

De igual modo, el Gran Canciller de la UCV ha señalado que tras el hambre que pasan casi 900 millones de personas “hay carencias estructurales y un abismo cada vez mayor entre pobres y ricos; pero detrás de estas estructuras están los hombres”.

“Vivimos en un mundo injusto con sufrimientos provocados por los hombres. Hemos de ser promotores de un mundo más justo, luchando codo con codo sin mirar pasaportes ni ideologías. Resulta paradójico, de hecho, que las nuevas tecnologías nos permitan tener información instantánea de lo que pasa al otro lado del mundo y, sin embargo, olvidamos los rostros de los que sufren”, ha lamentado.

“A través de la investigación y la educación, tenemos la oportunidad de hacer conscientes a las nuevas generaciones de la importancia de transformar el paradigma actual que rige el mundo: “Cristo nos lo dijo -‘Dadles vosotros de comer’- y uno de los panes fundamentales para el ser humano es el de la educación”.

DOS VICARIATOS EN PERÚ

Además, el Gran Canciller de la UCV ha anunciado que la Diócesis de Valencia asumirá los dos vicariatos más pobres del Perú -Requena y San José de Amazonas-, compromiso al que se adhiere también la Universidad Católica de Valencia.

En ese sentido, el Cardenal Cañizares ha calificado el congreso internacional sobre el hambre como un “aldabonazo” a las conciencias de todos para hacer ver la “inmensa tragedia” del hambre y la pobreza en el mundo: “las cifras son escalofriantes. Hemos de llamar a la responsabilidad de los hombres una y otra vez. Recordar que todos somos hermanos, que somos custodios unos de otros, que no podemos cerrar nuestras entrañas al resto de seres humanos, especialmente los más pobres”.

“A través de la investigación y la educación, tenemos la oportunidad de hacer conscientes a las nuevas generaciones de la importancia de transformar el paradigma actual que rige el mundo” ha finalizado.