UCV, 19 feb.- Alfredo Marcos, catedrático de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Valladolid, ha señalado en la II Jornada sobre Ética en la Investigación de la Universidad Católica de Valencia (UCV) que “si uno hace ciencia con estándares éticos bajos, la ciencia que produce carece de interés. Cuando los estándares éticos no son correctos, se acaba produciendo mala ciencia”.

Así, este experto ha defendido en su ponencia que la investigación científica “es un bien ético, un bien moral. No es algo neutro y es necesario que sea de calidad”. En este sentido, “las indicaciones éticas no perjudican a la investigación científica; al contrario. A veces se puede pensar que son estorbos que retrasan, pero son límites que la posibilitan. Si se hace investigación con mala calidad ética se acabará haciendo mala investigación científica”, ha reconocido.

Por ello, el ponente -que ha pertenecido a comités bioéticos de distintos hospitales- ha asegurado que “son recurrentes los ensayos mal planteados desde el punto de vista clínico, y, por lo tanto, desde el punto de vista ético”.

Igualmente, Marcos se ha referido al fraude protagonizado por el científico coreano Hwang Woo-suk: “Se presionó con la investigación con embriones humanos para obtener células troncales enfocadas a la medicina regenerativa, esas células troncales produjeron rechazo en el paciente y se quiso remediar clonando a seres humanos”.

Sin embargo, “hay otros métodos de investigación que sirven para la medicina regenerativa que tienen unos estándares éticos mucho más exigentes, como los que ha propuesto Yamanaka, japonés premio Nobel de Medicina, a partir del cual se ha conseguido reprogramar células somáticas saltando por encima del problema ético que supone utilizar embriones humanos”, ha expresado.

ANA PAZ GARIBO: “HAY QUE CASTIGAR EL PLAGIO PORQUE ES UN DELITO”

La jornada, organizada por la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) en el salón de actos de la sede de San Juan y San Vicente, ha sido inaugurada por Francisco Arteaga, vicerrector de investigación; Ginés Marco, director del Instituto Universitario de Investigación en Filosofía Edith Stein; y José Rafael Blesa, director de la Escuela de Doctorado.

En el encuentro ha participado Ana Paz Garibo, profesora de la Universidad de Valencia, que ha señalado que “el plagio hay que castigarlo porque es un delito”. La docente, que ha expuesto en su intervención la utilización correcta de la metodología en investigación en ciencias humanas sociales, ha señalado que precisamente pertenecen a esta disciplina algunas de las tesis doctorales y trabajos finales de máster cuestionados en la actualidad en los medios de comunicación.

Igualmente, Garibo se ha referido a que “ser o no ético en la investigación depende de la naturaleza humana porque hecha la ley, hecha la trampa”. En este sentido, “las aplicaciones de reconocimiento de plagio en ciencias humanas sociales no son muy útiles, pues citamos continuamente y la cita aparece como plagio. Así, ha de ser el revisor, el evaluador del trabajo, quien debe detectarlo y, antes de que se defiendan los trabajos, advertir y amonestar al autor. De hecho, se debe suspender la asignatura e incluso expulsar del programa de doctorado a quien esté pretendiendo plagiar”.

En su opinión, “con sanciones duras, los investigadores se lo pensarían más a la hora de plagiar. Por ello, dentro de un programa de doctorado o de un máster universitario es deber de los orientadores y directores darse cuenta de si se están copiando los trabajos y advertirlo a quien lo está elaborando para que pueda redimirse a tiempo”, ha expresado.