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El científico del CSIC Carlos Briones diserta sobre las condiciones bioquímicas del origen de la vida
Noticia publicada el
martes, 4 de octubre de 2022
Carlos Briones, investigador en el Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) y doctor en Bioquímica y Biología Molecular, acompaña su actividad investigadora con la divulgación científica. En una de sus últimas publicaciones, ¿Estamos solos? En busca de otras vidas en el cosmos (Ed. Crítica, Colección Drakontos), comparte sus hallazgos sobre las condiciones bioquímicas del origen de la vida, realizando un interesante viaje desde lo pequeño (la química que da paso a la biología) hasta lo inabarcable (la búsqueda de vida en otros planetas o satélites).
Las preguntas que plantea la astrobiología acompañan a cualquier científico, por lo que ha querido compartir algunas de ellas con los estudiantes de la Facultad de Veterinaria y Ciencias Experimentales de la Universidad Católica de Valencia (UCV) que han llenado el salón de actos de la Sede Santa Úrsula para escuchar su conferencia. En esta ocasión, ha abordado algunas claves referidas al origen y la evolución temprana de la vida, a la evolución de ácidos nucleicos in vitro y los virus ARN y al desarrollo biosensores para tratar de caracterizar los seres vivos en la Tierra y después poder buscarlos en otros planetas o satélites. Temas complejos y apasionantes.
“No podemos saber exactamente cuándo pasó, pero asumimos que, si nuestro planeta tiene unos 4.500 millones de años, la vida surgió unos 700 millones de años después, es decir, hace unos 3.800 millones de años, cuando se dieron las características para que surgiera. Hablamos de la vida entendida como un sistema de moléculas capaz de copiarse y de reproducirse”, ha expresado Briones, que sostiene que “cada persona a la que preguntes qué es la vida te va a dar una respuesta distinta, dependiendo de su campo de estudio. La filosofía tiene sus explicaciones, la física las suyas, los biólogos y bioquímicos tenemos definiciones distintas también, pero actualmente siempre incluyen compartimento, metabolismo y replicación de un material genético como características indispensables”.
Asimismo, este experto ha apuntado que “no hay pruebas directas de cómo ocurrió, pero sí que la geología, la química y el análisis, por ejemplo, de las moléculas que hay en meteoritos, nos ayuda a conocer cómo pudo ir el proceso. También trabajamos mucho en los laboratorios, poniendo a funcionar las moléculas actuales en las condiciones que pensamos que había en aquellos momentos”.
“No existe tanta diferencia entre las mal llamadas ciencia básica y ciencia aplicada”
La astrobiología es un campo en el que también interesan mucho los virus de ARN, sobre todo la parte que tiene que ver con su origen y la evolución, no tanto en cuanto a las repercusiones clínicas. En el campo del origen de la vida hay un modelo que atrae particularmente a Briones, llamado “Mundo ARN”, según el cual esta macromolécula fue anterior al ADN y a las proteínas. Por tanto, en la transición entre la química prebiótica y los primeros microorganismos probablemente el protagonista fue el ARN, ha apuntado Briones.
Haciendo experimentos de evolución in vitro en el laboratorio, su grupo de investigación ha logrado obtener moléculas llamadas “aptámeros” que son capaces de realizar algunas de las funciones que hacen las proteínas en las células. Algo también interesante es que, con este trabajo, que considera enclavado en la investigación básica o fundamental, han logrado desarrollar herramientas biotecnológicas como nuevas moléculas o biosensores, que se patentan y a veces se licencian a empresas: “Una muestra más de que realmente no existe tanta diferencia entre las mal llamadas ciencia básica y ciencia aplicada”, ha concluido.