El director de Cáritas Valencia, Nacho Grande, ha denunciado en los Cursos de Verano de la UCV “las nuevas pobrezas que llevan a acostumbrarnos a que lo precario sea lo normal” y que “el trabajo sea hoy un espacio de vulnerabilidad”.

“Nueve de cada diez contratos hechos en la Comunidad Valenciana en 2017 han sido de jornadas parciales y el 40 por ciento del salario no ha superado el mínimo interprofesional”. Así, “la pobreza no es sólo falta de recursos económicos sino dificultad de acceso a determinados derechos y una carencia de protecciones sociales”, ha subrayado.

En este sentido, Grande ha advertido en su ponencia sobre “el nuevo fenómeno del trabajador pobre. Antes, una persona que tenía trabajo garantizaba unos ingresos en la casa y una salida de su umbral de pobreza; el trabajo era un espacio de consolidación de derechos. Ahora nos encontramos cada vez más con trabajos mal pagados, sin ningún tipo de cobertura”.

Igualmente, “en Valencia hay nuevas realidades como las personas que viven solas, las desestructuras familiares, las personas migrantes a las que hay que dar respuesta y, cada vez mas, jóvenes adictos a los videojuegos y a las apuestas online”.

“LAS ONGs TENEMOS QUE RECONDUCIR MUCHAS ACTUACIONES”

Por todo ello, Grande ha realizado autocrítica respecto a la labor de las ONGs, pues “tenemos que ser capaces de parar, reflexionar y, sobre todo, de reconducir muchas actuaciones en un momento social en el que las instituciones tienen que ser muy ejemplares”.

“Las ONGs tenemos que caminar en la línea de la sensibilización y educación de las nuevas generaciones y en la denuncia de las injusticias. Es importante poner nombres y apellidos a aquellas instituciones, regímenes y lobbies financieros que están generando también pobreza”, ha subrayado Grande.

Igualmente, “debemos poner el acento en la capacidad de acompañar a las personas que viven un proceso de exclusión social. No podemos ser ‘salvadores de la patria’ sino ser capaces de acompañar a las personas que sufren”, ha expresado el ponente.

En este punto, “Cáritas siempre se ha entendido como una ONG pues civilmente tiene esa consideración, pero es mas mucho más: en palabras del Papa Francisco es ‘la caricia de la Iglesia en el rostro de los más débiles’. Supone una vinculación espiritual, moral y caritativa del pueblo cristiano”.

Por lo tanto, “la peculiaridad de Cáritas es la capacidad de mostrar una solicitud preferencial por las personas más vulnerables de la sociedad desde una perspectiva de acogida y de acompañamiento”, ha añadido Grande.