El director del Congreso Internacional sobre Pobreza y Hambre anuncia la creación de un movimiento universitario de acción social solidaria
Noticia publicada el
sábado, 15 de octubre de 2016
El vicerrector de Pastoral y Evangelización José Luis Sánchez, director del Congreso Internacional “Pobreza y Denuncia sobre la destrucción de alimentos. Hambre en el mundo y alimentos emergentes: por una Nueva Humanidad”, ha anunciado en la jornada de clausura que la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir va a impulsar la creación de un movimiento universitario que “ponga en acción” los resultados del trabajo que desarrolla la línea de investigación que estudia el ámbito de la pobreza y el hambre.
El movimiento, denominado New Humanity (Nueva Humanidad), se desarrollará desde cuatro ámbitos como son el intelectual, el espiritual, el social y el festivo, ha avanzado el director de la línea de investigación de la UCV sobre la pobreza y el hambre, y crear una "cultura de la fraternidad".
Según ha señalado José Luis Sánchez el movimiento universitario New Humanity “trata de ofrecer un cauce de acción social solidaria dirigido a estudiantes y jóvenes cristianos”, aunque también ha invitado a unirse, “siguiendo al papa Francisco, a todas las personas de buena voluntad que compartan esta sensibilidad por los que sufren y quieran asumir un compromiso de colaboración en el tema del hambre”.
SAN FRANCISCO DE ASÍS Y SANTA MADRE TERESA, MODELOS Y REFERENTES PARA LOS JÓVENES
En su intervención, el vicerrector y director del congreso internacional que se viene celebrando desde el pasado jueves, ha propuesto como modelo para los jóvenes las figuras de san Francisco de Asís y de santa Madre Teresa.
Precisamente, el santo de Asís es el modelo que propone el papa Francisco en su encíclica Laudato si: “un modelo de hombre que vive la ecología integral a la que nos llama, una figura que alcanza y reconocen muchas personas que no tienen fe”.
“San Francisco de Asís y la santa Madre Teresa, recientemente canonizada, son dos ejemplos de santos nacidos en Europa que supieron mostrarnos el camino de una vida en armonía con Dios y la Creación, que les llevó al servicio de los más desfavorecidos y el valor de sus vidas es reconocido y sirve de ejemplo y signo de esperanza”, ha incidido.
Durante la presentación de este proyecto, José Luis Sánchez ha enumerado las “dimensiones que queremos cultivar a través de este movimiento universitario”. En primer lugar ha citado la “apertura a una dimensión transcendente y a un sentido profundo de la existencia humana”.
De igual forma, ha ahondado en la “capacidad racional” y en la necesidad de “conocer nuestras raíces culturales y espirituales, así como cultivar la capacidad de indagación racional en la realidad desde la seguridad de que no puede haber una contradicción entre la luz de la razón y la luz de la fe”.
José Luis Sánchez también se ha referido a la importancia de retomar el contacto con la naturaleza y buscar la armonía y la sostenibilidad “en el profundo sentido de la auténtica ecología humana”.
Igualmente, ha animado a “cultivar estilos de vida austeros” y ha aseverado que el “consumismo es una de las plagas de Occidente”. Así, ha recordado las palabras del Papa Francisco que ha pedido que “no nos contagiemos por el consumismo y el hedonismo dominantes”.
Asimismo, el vicerrector también ha manifestó la importancia del “amor y la amistad verdadera” como una de las claves para los participantes en el movimiento New Humanity. “Todos queremos amar y ser amados. Tenemos que sanar nuestras heridas para poder ser testigos del amor, ser fermento y construir una nueva humanidad”, ha expresado José Luis Sánchez.
EL ECOSISTEMA PUEDE SER SOSTENIBLE SIN QUE HAYA HAMBRE
José Tena, director del Instituto de Investigación en Medio Ambiente y Ciencia Marina-IMEDMAR y profesor de Ecología Marina de la UCV, ha subrayado que “la Naturaleza contiene el 170 por ciento más de alimento de lo que necesita toda la humanidad, por lo que el ecosistema Tierra puede ser sostenible sin hambre, lo que supone que no lo estamos haciendo bien”.
Por otra parte, ha apuntado que los alimentos emergentes, desde una perspectiva ecológica “deberían ser aquellos que en una población determinada favorezcan que todos sus miembros tengan alimentos todos los días”.
Así, el biólogo marino ha reconocido que “en ocasiones, puede que la solución se encuentre en alimentos transgénicos, en otras, en la agricultura ecológica o en nuevas fuentes de alimento que tradicionalmente no se usaban” por lo que ha propuesto “promover nuevas pedagogías” ya que “lo único que tenemos que hacer es educarnos todos en el respeto y la solidaridad para repartir los recursos mejor”.
Del mismo modo, este experto ha incidido en la importancia de “una buena educación ambiental desde pequeños para entender que el hambre es un problema ecológico, ya que el hombre forma parte de los ecosistemas y tiene el mismo derecho que cualquier otra especie para utilizar los recursos y así alimentar a todos los de su especie". De hecho, “debemos dejar de lado la idea que el hombre es el destructor de la naturaleza: es parte de ella y debe aplicar toda su inteligencia para resolver los grandes problemas ecológicos, entre los que debemos incluir el hambre".
Finalmente, el profesor ha recordado las palabras del Papa Francisco en la Laudato si, “donde subraya que los seres humanos tenemos que ser unos buenos custodios de la Naturaleza para preservar y conservar los bienes naturales que tenemos y legárselos en mejores condiciones a las futuras generaciones”.
LA MALNUTRICIÓN EN EL MUNDO
El decano de la Facultad de Medicina de la UCV Germán Cerdá ha explicado durante su participación en el congreso las consecuencias sobre la salud de la malnutrición, tanto desde el punto de vista de la ingesta insuficiente de alimentos –desnutrición- como la sobrealimentación propia de los países occidentales en los que abunda la “acumulación anormal o excesiva de grasa”.
Precisamente, el decano de Medicina ha hecho hincapié en la “paradoja” de los países desarrollados en los que la sobrealimentación provoca cardiopatías, accidentes cerebro vasculares, diabetes o cáncer.
“Alrededor de 20 millones de niños menores de 5 años y más de 1.000 millones de adultos tienen sobrepeso, de los que 300 millones de personas adultas son clínicamente obesas”, ha detallado.
En su ponencia, Cerdá ha enumerado las enfermedades que provoca la desnutrición como la anemia, el bocio endémico, la ceguera nocturna por carencia de vitamina A, el raquitismo, el kwashiorkor que se produce por déficit de ingesta de proteínas, el marasmo o el escorbuto, entre otras.
De esta forma, Cerdá ha informado que alrededor de 146 millones de niños de todo el mundo tienen bajo peso en países en desarrollo, así como que el 75 por ciento de las personas que pasan hambre viven en África, “la mitad de ellas viven en pequeñas comunidades de agricultores, propensas a desastres naturales”.
Asimismo, también ha observado que “33 millones de europeos están en riesgo de malnutrición desnutrición”, un tanto por ciento elevado de los cuales son “personas mayores que viven solas o en residencias, aunque también están en riesgo enfermos crónicos e inmigrantes en situación de exclusión social”.
LA POBREZA DESDE LA TEOLOGÍA
Miguel Navarro, catedrático de Historia de la Iglesia de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia, ha asegurado que “el hambre afecta a las dimensiones profundas del ser humano”. Por ello, “tenemos que llevar a este terreno la estructura de comunión que el cristianismo tiene, y que es una estructura de generosidad y de servicio. De hecho, si así se considerara, habría comida para todos”.
En este sentido, este experto ha asegurado que “aunque el problema de la pobreza y la destrucción de alimentos es fundamentalmente técnico y científico, la Teología puede sacar a la luz sus implicaciones éticas, humanas, culturales y sociales.
Igualmente, el ponente ha asegurado que “el problema, como dice el Papa, son los intereses personales, privados, cuando entra el egoísmo, porque recursos hay para todos, lo que ocurre es que están mal gestionados”. Ante ello, “el cristianismo puede ayudar a paliar el problema del hambre porque la fe ayuda a que las personas sean más humanas, y, por lo tanto, más solidarias y generosas, que saben compartir, gestionar bien los recursos y tratar ecológicamente la creación”.
Por otro lado, Navarro ha detallado en su intervención “cómo Dios se sirve de la alimentación en la Biblia para decirnos que quiere crear con nosotros comunión” pues “muestra el amor de Dios con su pueblo, como ocurre con el maná, signo de que Dios cuida del hombre, y con el banquete, que es un tema escatológico, un símbolo del Reino que Dios nos promete”.
Vídeo íntegro de la sesión.
SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA Y LOS POBRES
El sacerdote José Máximo Lledó, director de la Cátedra de Teología de la Caridad de la UCV, organizadora de este congreso internacional, ha disertado acerca de "la alegría de la caridad de Santo Tomás de Villanueva y de cómo vivió esa caridad en las diferentes etapas de su vida".
En este sentido, ha hecho alusión a "los primeros años y a la vida familiar del santo, a su ingreso en la congregación de los agustinos, a su etapa como arzobispo de Valencia, y a su muerte siendo el padre de los pobres y en la pobreza total".
"En todas esta etapas de la vida del santo -ha continuado Lledó- la caridad es el denominador común, porque sin caridad no puede haber ni justicia, ni igualdad, ni fraternidad entre los hombres". "Y esa caridad, aunque cueste esfuerzo, es siempre fuente de alegría y de felicidad", ha remarcado el ponente.
Asimismo, Lledó ha subrayado que "santo Tomás de Villanueva es llamado, con toda propiedad, el padre de los pobres ya que su caridad no tenía límites". "Su mayor alegría y consuelo era saber las necesidades de los pobres, y sabiéndolas, remediarlas", ha añadido.
LA EDUCACIÓN MORAL ANTE LA POBREZA
En el Congreso también ha participado el profesor Juan Escámez, director del Instituto Universitario de Teoría de la Educación, que ha argumentado cuatro propuestas pedagógicas, que los profesores pueden diseñar, estimular y facilitar como prácticas sociomorales de los estudiantes, “para que adquieran capacidades morales a la vez que colaboran en la moralización de los contextos sociales que viven cotidianamente”, ha especificado.
La primera de las propuestas es la consideración del desarrollo sostenible como finalidad educativa. En este sentido, el ponente ha afirmado que “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental, y que su solución pasa por una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza”.
Otra de las propuestas es la cooperación internacional. “Ante retos universales, no cabe sino la respuesta de una actitud ética universalista que tenga por horizonte, para la toma de decisiones, el bien universal aunque sea preciso construirlo desde el bien local”, ha señalado Escámez.
La tercera línea de prácticas morales tiene que ver con un consumo justo y responsable. En este sentido, Escámez ha manifestado que “la educación moral ante la pobreza exige la austeridad de quienes vivimos en los países desarrollados”. “No pretendemos decir que no se consuma; lo verdaderamente inmoral es el consumo superfluo y exhibicionista, que genera la exclusión y la humillación de quienes no satisfacen sus necesidades básicas”, ha añadido.
Por último, Escámez propone “la formación de capacidades de los estudiantes para su intervención como agentes en la vida pública de sus países”. De esta manera, el pedagogo ha subrayado que “las capacidades para participar en la vida de la comunidad política son tan importantes para el desarrollo humano como la capacidad de leer y escribir o de disfrutar de buena salud”.
Vídeo íntegro de la sesión.
MESA SOBRE DESTRUCCIÓN DE ALIMENTOS
La jornada ha concluido con una mesa de expertos en la que se han abordado propuestas para evitar la destrucción de alimentos en la que participarán Juan Ángel Saiz, del Grupo de Investigación en Energía Solar de la Universitat Politècnica de València (UPV), Francisco Javier Quiles Bodí. director de Relaciones Externas de Consum, y Sergio Martos, director del Hotel Barceló Valencia.