La Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha concluido hoy la segunda jornada dedicada de análisis jurídico de los acontecimientos sucedidos en Cataluña en las últimas semanas con una conferencia del abogado Ramón Rodríguez Arribas, ex vicepresidente del Tribunal Constitucional. En su intervención, el jurista ha subrayado que votar “de cualquier manera, al margen o en contra de la ley es antidemocrático”

En la sede de San Juan y San Vicente de la UCV, Rodríguez Arribas ha asegurado ante los expertos y estudiantes que han participado en las jornadas que, “obviamente, la democracia no consiste únicamente en votar, pero se ha hecho esa propaganda durante mucho tiempo y se ha conseguido convencer de que si uno quiere votar y no le dejan, entonces es que no hay democracia”.

Prueba de ello, según ha recordado el ex vicepresidente del TC, es que los estados “modernos y avanzados” funcionan a través de la democracia representativa; mientras que los referéndums, “que son siempre democracia directa”, cuando se emplean, “generalmente lo hacen dictadores”.

“Se habla mucho del Estado de Derecho sin saber de lo que se está hablando y es un concepto que debe aclararse. Todos deberíamos saber que es el Estado de Derecho el que condiciona la actuación política, de tal manera que si esta no se somete al derecho se convierte en una actuación ilegítima. Por ello, se pueden dar pasos políticos para solucionar esta situación pero deben darse después de cumplir la ley, no antes”, ha aseverado.

En opinión de Rodríguez Arribas, “lo más probable es que el gobierno catalán diga el domingo que se ha celebrado el referéndum, aunque sea uno de la señorita Pepis, y que ha ganado la independencia. Si eso sucede, el Estado no tendrá otro remedio que aplicar el artículo 155 de la Constitución”.

Si llega a producirse una secesión, este jurista ha afirmado que “el problema no será solo para España y Cataluña”, sino también para Europa: “Por desgracia, el nacionalismo está reverdeciendo en el continente y opino francamente como François Miterrand, que dijo que el nacionalismo es la guerra”.

“El nacionalismo es sectario y los muy convencidos no van a cambiar de opinión, pero creo que la situación se puede encaminar intentando convencer a los que duden de que ese es un mal camino, y de que es un camino contra la historia, que va en la dirección contraria. Yo quiero ser europeo y, si alguna vez, llegamos a otro planeta, terráqueo. Me siento mucho de mi pueblo, pero no para la política”, ha incidido.