El éxito de la cantera del Sevilla está en basar sus entrenamientos en situaciones de partido, y el del Barça, en la comunicación no verbal
Noticia publicada el
viernes, 3 de marzo de 2017
La Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado hoy en el campus de Torrent la clausura de la segunda edición de su Congreso Internacional de Fútbol, organizada junto a la Universidad del Sudeste de Noruega (HSN), centrada en las metodologías de entrenamiento de distintos equipos de la Liga Santander y en el análisis de los problemas de corrupción y gobernación de los grandes organismos internacionales del fútbol.
Por parte del Valencia CF han participado en el acto Antonio Hernández y Urko Cherta, del Departamento de Metodología de la Academia Gloval; Joaquín Ballester y Alessio Lisci, del Levante UD; y Eduardo Morello y Enrique Parra, del Villarreal CF. Pero el Congreso no se ha quedado dentro de las fronteras de la Comunitat Valenciana. En el mismo han participado también Antonio Solana, por parte del Sevilla FC, y Isaac Oriol, del FC Barcelona.
Solana lleva ocho temporadas al frente de las metodologías de entrenamiento de las categorías inferiores del Sevilla FC, el único club de Primera que tiene a su filial en la Liga 123. El éxito del conjunto hispalense se debe a muchos factores pero Solana atribuye gran parte del mismo al mantenimiento de la misma metodología de entrenamiento desde infantiles hasta el propio Sevilla Atlético.
“La clave es la continuidad. Es cierto que se ha fichado a algunos jugadores para hacer más fuerte al equipo en Segunda pero creo que ha sido fundamental para alcanzar este nivel que la estructura de tareas en los entrenes sea la misma desde que empiezan en de pequeños hasta que llegan al filial. La filosofía no cambia conforme van subiendo de categorías y eso es muy importante”, aduce.
Las directrices fundamentales de la metodología de entrenamientos implantada por Solana es que en todas las tareas que realiza el jugador en una sesión preparatoria deben aparecer “el oponente, el compañero y el balón”. Para el técnico andaluz, en un entrenamiento “tienen que darse siempre los comportamientos que se van a dar después en el partido”.
“Lo demás, como el trabajo de gimnasio o el entrenamiento táctico técnico individual, son complementos. Lo fundamental en el entrenamiento es que se den siempre las situaciones de juego real”, asevera Solana.
EL BARÇA APUESTA POR LA COMUNICACIÓN NO VERBAL
Isaac Oriol, director técnico de la Escuela del FC Barcelona, ha expuesto en su intervención la creación de un código de comunicación no verbal que ayude a mejorar la toma de decisiones en las academias de fútbol. En el centro de su metodología de entrenamientos está lo que define como el sistema de toma de decisiones, entendido como la suma de todos los mecanismos implicados en el mismo.
“Creemos que el desarrollo de esos mecanismos se encuentra en la base del proceso de aprendizaje de nuestros jugadores. La estructura cognitiva, vista desde una perspectiva integradora y dinámica, está presente en la mayoría de nuestras acciones, tanto en la vida como en el fútbol”, ha afirmado.
Con la intención de optimizar el sistema de toma de decisiones, el objetivo principal de Oriol es la creación de un código de comunicación no verbal. Para ello, el equipo del técnico catalán realiza una intervención didáctica con los jugadores basada en la praxeología, una metodología que estudia la estructura lógica de la acción humana. Se establece una serie de ocho sesiones que se realizan en un mes, tras las cuales se ha comprobado que los jugadores consiguen el objetivo de ese código de comunicación no verbal.
LA NECESIDAD DE UN “LÍMITE” PARA EL PODER DEL PRESIDENTE DE LA FIFA
Los partidos que se juegan en los despachos tienen dos ingredientes esenciales en la actualidad balompédica: la elección como presidente de la FIFA del italiano Gianni Infantino, que cumple ahora un año en el cargo y la del abogado esloveno Aleksander Ceferin como máximo mandatario en la UEFA.
Uno de los participantes en el congreso y mayores expertos en la cuestión es ha sido el periodista noruego Pål Ødegård, un ‘freelance’ especializado en el análisis de lo que sucede en las áreas de poder del fútbol, que publica en medios escandinavos. En opinión de Ødegård, ambos procesos de elección y su posterior labor al frente de los dos organismos más importantes del balompié mundial muestran “cuánto se ha deteriorado la independencia de los comités de control en la FIFA” y “cómo la geopolítica interfiere cada vez más en la gobernanza del fútbol”.
Para Ødegård, la geopolítica no afecta solo a la elección de los lugares en los que se disputan los torneos, la venta de los derechos comerciales y de retransmisión en medios sino también “a los nombramientos en posiciones clave pensados para asegurarse de que se sigan las reglas”.
“El auge de Rusia en el escenario internacional afecta también al fútbol. Según se reveló en la revista deportiva Josimar, el ascenso a la presidencia de Ceferin en la UEFA estuvo orquestado por Rusia, con el objetivo de que Europa Oriental se haga con el dominio del fútbol europeo. Es alguien sin ninguna credencial para el puesto que ocupa”, ha apuntado el periodista escandinavo.
En opinión de Ødegård, en la FIFA también se están dando puestos importantes a personas que no poseen el bagaje para ello o que tienen conflictos de interés que les deberían invalidar para ocupar esas posiciones: “La FIFA tiene unas reglas contra ello y, en cuanto los medios empezaron a hacer públicas estas incompatibilidades, dijeron que revisarían cada caso de manera individual. En pocas palabras, decidieron ignorar sus propias reglas”.
La estructura electoral del citado organismo internacional es, según el experto noruego, “uno de los obstáculos principales para que se produzcan reformas reales. ¿Cómo puedes construir una democracia cuando los organismos de control no vigilan? Hay un gran problema de transparencia, tanto en la FIFA como en la UEFA”.
“Habría que quitarle poder ejecutivo al presidente de la FIFA, que puede hacer lo que quiera siempre, excepto cuando se votan algunas normas. Es importante que la toma decisiones sea más transparente. De hecho, deberían ser públicas. La FIFA debe controlar más también a las distintas confederaciones y a las propias federaciones. Y tiene recursos de sobra para hacerlo”, subraya Ødegård.
“FUTBOLISTAS Y ENTRENADORES NO DEBEN MEZCLAR SU PROFESIÓN CON SUS ASUNTOS PRIVADOS”
En la misma línea se ha manifiestado Even Smith Wergeland, profesor de la Universidad de Oslo, que denuncia la “opacidad” de los despachos del fútbol: “Deben preocuparse más por investigar la verdad de los casos de corrupción que por su imagen. Ahora mismo es muy difícil saber qué sucede dentro de FIFA y UEFA porque no dejan salir información. El fútbol necesita urgentemente de una cultura de la transparencia”.
Wergeland, que ha tratado en su ponencia el modo en que los negocios privados afectan a los estándares éticos del fútbol, ha partido del caso de Per-Mathias Høgmo, exentrenador de la selección noruega (2013-2016). Høgmo compró en su país una propiedad privada y se la vendió después a su propia empresa. Esta se declaró en bancarrota y vendió dicha propiedad a un banco, que ayudó a la empresa a acabar con su deuda.
“En lugar de perder dinero, como le sucedería a cualquier persona de a pie, Høgmo acabó ganando cerca de 100.000 euros. Existe una red de personas que se conocen entre sí en los mundos del fútbol, las federaciones y la banca. No puedes llamarlo corrupción desde el punto de vista legal, pero se trata de un caso moralmente cuestionable. Esto afecta a la reputación del fútbol porque la federación estaba inmiscuida en el asunto. En lugar de inhibirse ante un asunto que era privado, actuaron como portavoces del entrenador ante los medios”, ha expuesto.
Wergeland opina que la gobernanza del fútbol europeo está caracterizada por “distinciones borrosas” entre lo correcto y lo incorrecto, y entre el interés público y el privado. El entrenador de una selección nacional posee la “ventaja” de ser una figura pública (apoyo, sueldo, estatus y red de contactos) y aun así, “puede esconderse tras la barrera de la privacidad en el momento en que se le acuse de algo”.
Así, Wergeland ha lamentado que existan “muchas reglas éticas sobre cómo comportarse en el terreno de juego pero no sobre cómo hacerlo fuera”. Los clubes necesitan saber “que no son sólo un equipo de fútbol, sino parte de la sociedad. Y deben también dar esa formación a sus entrenadores y jugadores para que no mezclen su profesión con asuntos privados.
“¿Está bien que gente del fútbol utilice su red de contactos para obtener ayudas en asuntos que no tienen nada que ver con el deporte? Si fueras un ciudadano cualquiera, en Noruega un banco no viera ayudado como sucedió con Høgmo. El fútbol necesita una normativa estricta que asegure que sus actores clave actúen de acuerdo con una visión global de un fútbol limpio, democrático y decente”, ha remarcado.
David Amat / comunicacion@ucv.es