El expresidente de Colombia Álvaro Uribe asegura que el "verdadero" liderazgo político "exige coraje para enfrentarse a las olas prevalentes"
Noticia publicada el
viernes, 23 de junio de 2017
“Después del 20 de junio”. Esta fue la única petición que realizó el expresidente de Colombia Álvaro Uribe a Jaime Mayor Oreja, director de la Cátedra Tomás Moro de la Universidad Católica de Valencia (UCV), para impartir la conferencia inaugural de su Foro de Valores. Esa fecha marcaba el fin de las sesiones del Parlamento colombiano y a Uribe, veterano y “testarudo” político, no le hacía ninguna gracia incumplir su “compromiso con los votantes” y saltarse días de trabajo público. Esa circunstancia, siendo así que llegaba su vuelo a España el día 21, ha hecho que su intervención y, por tanto, la puesta de largo de las actividades de la Cátedra quedase fijada precisamente para el 22 de junio, día en que la Iglesia celebra a Santo Tomás Moro.
Santo “corajudo” fue el político, abogado y teólogo inglés para Uribe, característica que el exmandatario colombiano considera “indispensable” para el político que quiera ejercer un “liderazgo verdadero”. El coraje que llevó a Moro a enfrentarse a Enrique VIII por no renunciar a sus principios es el que Uribe pide al político moderno para enfrentarse a las “olas prevalentes” que desafíen aquello en que crea firmemente.
Bien sabe el político caribeño lo que se dice: fue controvertida su oposición inicial al chavismo venezolano o su actual reticencia a ciertos puntos del acuerdo entre el gobierno de su país y las FARC. No se retracta de su firmeza sino que apela justamente a la figura de Moro para repetir una palabra con la que se identifica de manera constante: es necesaria una “corajuda consistencia” como la del santo británico.
“Es cierto que uno ha de realizar el duro ejercicio de buscar en el propio ser dónde se han cometido errores, pero debe existir siempre una sincronía entre lo que se predica y lo que se practica. Por eso, como responsable político, siempre he querido ejercer un liderazgo transparente, para lo que uno debe asumir la responsabilidad de sus decisiones, sean buenos o malos los resultados”, aduce.
En ese sentido entiende Uribe su posición frente al proceso de pacificación impulsado en Colombia por el presidente Juan Manuel Santos. Uribe no quiere “acabar con la paz” pero manifiesta sin matices que “no puede aceptarse la amnistía para con los guerrilleros responsables de crímenes atroces”.
“Los miembros de las FARC que están en la base, esos sí deben tener la oportunidad de reinsertarse en la sociedad; pero aquellos que ordenaron y ejecutaron violaciones, secuestros, torturas y asesinatos deben pasar por la justicia. Si eso no sucede, el perdón no es real y por tanto, no será duradero. Mucho menos aún deben ser elegibles para cargos públicos y con campañas financiadas por el dinero del narcotráfico”, apunta.
“DECIR LA VERDAD A TIEMPO”
No obstante, el parlamentario colombiano, que se considera a sí mismo “más rígido que flexible”, reconoce que el político que desee liderar ha de lograr el equilibrio “para ser consistente sin ser terco”.
Uribe apunta a tres características “irrenunciables” del buen liderazgo, expresadas por el politólogo John Kotter: honestidad, competencia y energía. Las tres, además, han de estar unidas, pues si falla una de ellas “se cae el castillo”. Añade a estos cimientos dos consejos prácticos extraídos de sus etapas como ministro y presidente. El primero, “acometer las tareas difíciles con amor”; el segundo, “decir la verdad a tiempo”, que ha concretado en un suceso de su partido: “Ante un caso de corrupción en las propias filas, uno mismo debe denunciarlo antes de que lo haga la oposición”.
Junto a Mayor Oreja, el acto protagonizado por Uribe y celebrado en el Ateneo Mercantil de Valencia, fue presidido por el Cardenal Arzobispo Antonio Cañizares, Gran Canciller de la UCV, la rectora Asun Gandía, el director técnico de la Cátedra Ginés Marco, y la presidenta del Ateneo Carmen de Rosa, además de autoridades, diversas personalidades del mundo de la política y las organizaciones sociales valencianas.
CÁTEDRA TOMÁS MORO, “ÁMBITO DE REFLEXIÓN SOBRE EL BIEN COMÚN”
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha recordado que “desde la verdad de Dios y la verdad del hombre, la UCV ha creado esta Cátedra de Tomás Moro, gran defensor de la verdad. Solo desde ahí podremos encontrar un mundo en paz, donde toda persona humana sea reconocida en su dignidad. Y eso pasa por la defensa de la vida y de la dignidad de hombre”.
Asimismo, el Cardenal ha asegurado que la Cátedra ha de estar “muy atenta a los problemas de la pobreza y de la ecología integral”, así como se ha referido a la promoción en la UCV del grado sobre Ciencias del Desarrollo, y el propio Campus Capacitas, ambos relacionados con esta nueva Cátedra.
Durante su intervención en el acto también ha afirmado que “la Universidad Católica de Valencia está atenta a la necesidad de formar personas con un pensamiento social capaz de renovar la sociedad, en España y en el mundo”.
Igualmente, ante la situación actual, “la UCV se ha sentido llamada a ofrecer con esta cátedra un ámbito de reflexión que se basa en el reconocimiento del bien común, inseparable del bien de la persona, y que promueve la difusión de los derechos fundamentales y de la verdad del hombre, inseparable de la verdad de Dios”, ha asegurado el Gran Canciller.
Igualmente, el gran canciller de la UCV ha afirmado que si bien es cierto que hay una crisis económica y de corrupción política, ambas “denotan una crisis más honda, la del hombre, y una quiebra moral”. En este sentido, “la UCV está comprometida con el hombre, y por eso hace posible que surja una manera nueva de ser y enseña el arte de vivir”, ha subrayado.
MAYOR OREJA ASEGURA QUE LA CRISIS ES MORAL Y DE VALORES
Por su parte, Jaime Mayor Oreja, director de la Cátedra, ha criticado “el mal llamado nuevo orden mundial, expresión de un desorden moral que se fundamenta en el relativismo moral y en el mundialismo, del que son impulsoras las organizaciones supranacionales”.
Así, de igual modo que el Cardenal Cañizares, el ex ministro ha recordado que “la crisis que vivimos no es solo económica, financiera ni estrictamente política: es una crisis moral, de civilización, de cimientos, arraigada en la persona, una crisis de valores. Y cuando la crisis es de valores, la primera manifestación de la misma se traduce en falta de valor. Porque en la medida en que aceptas la estela de la mentira, te conduce inexorablemente a la cobardía”.
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