La Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado un nuevo encuentro del Ciclo de Conferencias ‘Punto y seguimos. La vida puede más’, en el Ateneo Mercantil de Valencia en el que ha participado el fiscal de la Fiscalía Provincial de Valencia Gerardo Gallete, especializado en delitos de Extranjería. En su intervención en el acto, Gallete ha asegurado que en España “no existe ningún tipo de concienciación social sobre lo que sucede con la trata de seres humanos para la explotación sexual”.

En el encuentro -organizado por el Vicerrectorado para los Alumnos y Acción Social de la UCV, el Grupo de Trata de Seres Humanos de la Diócesis de Valencia y el Secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones- Gallete ha lamentado que, mientras que otros países han prohibido “del todo” la prostitución y en otros la han “legalizado”, en España continúa en una situación “alegal”.

“Holanda y Alemania optaron por la legalización ‘entre comillas’ de la prostitución para controlarla; en los países nórdicos está totalmente prohibida y la ley persigue a la persona que solicite servicios sexuales. En España hemos optado por el mutismo; es decir, por no hablar de la cuestión”, ha expuesto.

TRABAJO FORZOSO, MATRIMONIO FORZOSO Y TRÁFICO DE ÓRGANOS

De igual modo, Gallete ha remarcado que, junto a la explotación sexual, existen otras formas de trata de seres humanos; actividad que “cosifica” y “patrimonializa” a la persona, “convirtiéndola en un objeto con el que los esclavistas obtienen un rédito económico”.

“El tráfico de órganos humanos o el trabajo forzoso en condiciones miserables de personas a las que se trae de países pobres también es trata de seres humanos, como sucedió en un caso de un grupo de ciudadanos búlgaros que vinieron engañados a la Comunitat en un caso reciente. También se trae, por ejemplo, a personas de muy distintos países a las que se tiene cultivando marihuana en naves industriales”, ha relatado.

Este miembro de la Fiscalía Provincial ha explicado también que las víctimas de estos crímenes no suelen denunciar “a causa de su precaria situación”, por lo que resulta “muy difícil” descubrir el delito: “Es factible descubrirlo a veces por una casualidad, pero, sobre todo, cuando una víctima se atreve a dar el paso y acude a las autoridades. Estas personas no suelen tener ningún tipo de medio, por lo que les ayudan los Servicios Sociales y se les ofrece la posibilidad de regresar a su país de origen, algo que piden muchos de ellos”.

“Otro caso de trata de seres humanos, aunque menos habitual, es el de los matrimonios forzosos; personas que provienen de determinadas culturas que se ven obligadas a casarse con alguien. Suele ocurrir fuera de España, pero tienen repercusiones aquí”, ha indicado.  

Forma parte del ciclo de conferencias de la UCV en el Ateneo Mercantil una exposición fotográfica sobre la trata de seres humanos del Secretariado Episcopal de Migraciones que podrá visitarse hasta el próximo 15 de diciembre.

En el acto han participado también Santi Hernández, de UCRIF Valencia.