José Ramón Recuero ha presentado en la Universidad Católica de Valencia (UCV) su libro La Filosofía de Edith Stein (Editorial Y, 2021), con el que rinde homenaje a la extraordinaria mujer que da nombre al Instituto Universitario de Investigación en Filosofía de esta universidad. En su intervención, el ensayista, que ha ejercido durante casi cincuenta años como abogado del Estado, ha recorrido la vida de la filósofa alemana -que comienza en 1891 durante el Segundo Reich, pasa por dos guerras mundiales, sufre los horrores del nacionalsocialismo y acaba en 1942 en Auschwitz-, advirtiendo de la actualidad de su pensamiento.

Según ha explicado el autor, desde Descartes, toda filosofía se fundamenta en una primera verdad firme y segura que es la razón humana, pero independiente de toda transcendencia. Si bien Stein aceptó este principio inicialmente, más tarde le decepcionó y descubrió que una metafísica auténtica sólo puede conseguirse por medio de la razón natural y sobrenatural juntas, es decir, por medio de la razón y la fe.

“¿Por qué este cambio?”, ha planteado Recuero a los participantes, reunidos en el salón de actos de la Sede San Juan y San Vicente: “Porque Edith se ha convertido al cristianismo sin abandonar su condición de filósofa. Fue consciente de que se encontraba entre dos mundos totalmente separados: por una parte, la filosofía moderna que ha llevado a una ciencia atea; por otra, una filosofía católica basada en esa gran catedral que es la escolástica, y que además de usar la luz natural, también se sirve de una luz sobrenatural. La cuestión, por tanto, es que exista la posibilidad de un trabajo común”.

Por ello, “la filosofía cristiana no es solamente el nombre para designar una actitud espiritual del filósofo cristiano, ni sólo la designación del conjunto de doctrinas de los pensadores creyentes, sino que significa además el ideal de un perfectum opus rationis que habría logrado abrazar en una unidad el conjunto de lo que nos ofrece la razón natural y la revelación; la doble contabilidad de la filosofía no era aceptable para Stein”, ha reconocido el ponente.

Con todo, Recuero no se ha ceñido a la brillante trayectoria de la filósofa, sino que ha querido detenerse también en Teresa Benedicta de la Cruz, que pasó de regentar una cátedra universitaria a ser ayudante de tornera en un convento carmelita.

“Edith Stein fue plenamente consciente de que el combate entre el espiritualismo cristiano y el materialismo nacionalsocialista de su tiempo no era exclusivamente político, sino que era el eterno combate entre el bien y el mal. A ella le costó la vida en un campo de concentración nazi. Pero antes luchó dando lo que ella llamaba «batalla de los espíritus», basta recordar cómo confrontó su pensamiento con el de Heidegger, seguidor entonces de Nietzsche y del Fürher”, ha reconocido.

“Hoy lo que está en juego es toda la filosofía católica, no una parte de ella. El laicismo trata de destruir los pilares y valores de la filosofía cristiana; quizá por eso Unamuno sintió la agonía de Europa cuando habló de la agonía del cristianismo. Cabe recordar que en 1949 Churchill afirmó, ante el Consejo del Movimiento Europeo, que, si queremos que Europa recupere su alma y sus raíces, hora es ya de conservar y cuidar los valores morales basados en la fe y la caridad cristianas. No podemos acostumbrarnos a convivir con leyes como las del aborto y la eutanasia. El gran reto que nos propone Edith es desarrollar una metafísica cristiana abierta al ser y a la verdad, en diálogo con la ciencia, que nos permita salir del campo en ruinas que ha dejado el nihilismo. Como ella dijo, es esta una labor para muchas generaciones de investigadores, especialmente en universidades católicas como la de Valencia, que tiene como patrono y protector a San Vicente, mártir como Edith”, ha concluido.

La Filosofía de Edith Stein se compone de doce capítulos a los que el autor ha procurado dar un orden lógico en función de la teología, la cosmología, la antropología y la escatología de Stein, de manera que los episodios de su vida y de su muerte aparecen en función del tema filosófico que en cada caso se desarrolla. Los derechos de autor son destinados a Cáritas.