El instituto universitario IMEDMAR-UCV y el grupo de Polímeros y Materiales Avanzados de la Universitat Jaume I llevan un tiempo colaborando estrechamente en labores de investigación en el campo de la interacción de los materiales plásticos con el medio ambiente marino. Esta colaboración se ha formalizado con la firma de un convenio entre ambas instituciones. Dicho acuerdo tiene por objeto establecer un marco de colaboración que permitirá la realización de ensayos en los cuales se podrá evaluar cómo evolucionan los materiales poliméricos en el medio marino para establecer, por ejemplo, si son biodegradables, en qué plazos y condiciones, y si interactúan de alguna manera con el resto de flora y fauna marina.

Esta línea de investigación (liderada por José Tena y José Rafael March desde el IMEDMAR-UCV y por José Gámez y Luis Cabedo en la UJI) resulta actualmente muy relevante dado el problema asociado a los residuos de las mascarillas y cómo estas afectan al medio marino.

Así, según ha detallado Tena, “estamos tratando uno de los aspectos que también tienen que ver con el Covid-19 y es sus consecuencias en el Medio Ambiente, pues lamentablemente estamos viendo cada vez más mascarillas tanto en las calles como sumergidas en los fondos marinos, llegando a las praderas de Posidonia”.

“Está siendo, pues, fundamental trabajar con la UJI y el CSIC con tal de hallar mascarillas biodegradables en un tiempo adecuado para la conservación de la flora y fauna submarinas. Estos plásticos pueden ser una solución para ayudar a las personas no solo a protegerse sino para conservar el entorno natural”, ha añadido este experto.

Este equipo de investigación del IMEDMAR centra su labor en el estudio de la biología marina y, concretamente, en el medio costero mediterráneo. Así, el instituto de la Universidad Católica de Valencia dispone de una instalación submarina singular en la cual se pueden ubicar los distintos materiales objeto de estudio con el fin de analizar cómo estos plásticos van evolucionando con el paso del tiempo y cómo es su interacción con el ecosistema real. Este está siendo el lugar donde se está testando la biodegradación marina real de las mascarillas FFP2 biodegradables.

Por su parte, el grupo PIMA es experto en el estudio y desarrollo de materiales plásticos biodegradables, así como en el análisis de la biodegradación de los plásticos en diferentes ambientes.

Así, la investigación conjunta en el marco del convenio va a permitir estudiar cómo la biodegradación de estos nuevos plásticos tiene lugar en un medio ambiente marino real, cuál es su mecanismo y cuáles sus efectos en el ecosistema, en el marco de un proyecto financiado de la Agencia Valenciana de Investigación liderado por el CSIC y en el que ambos centros participan.