Gonzalo Mariscal Ruiz-Rico, graduado en Medicina en 2020.

¿Cómo surgió tu vocación por la medicina?

Desde que tengo uso de razón. Mi tía era enfermera y me hacía regalos del tipo “Operación”, libros de los sentidos, de anatomía… Me preguntaban que quería ser y respondía “médico y futbolista como todos”. Durante mi etapa escolar siempre me gustaban asignaturas como biología, física, química. En bachillerato ya tenía claro que quería hacer medicina.

¿Qué te llevó a matricularte con nosotros?

Por recomendaciones de personas que ya estudiaban aquí. Me quedé el 36 de la lista de espera, y el día antes de mi cumpleaños me llamaron de la UCV y me dijeron que había entrado.

¿Y qué destacarías de tu paso por la UCV?

Los profesores, creo que es el punto fuerte. Hay momentos durante la carrera que los profesores nos piden cosas que no acabamos de entender, pero al final cobra todo su sentido. Hacen que te guste, que te motives, que seas curioso.Y, sobre todo, me acuerdo de una frase que dijo el Dr. Roman Ivorra, profesor de reumatología, “No seáis masas grises, haceros ver”. Es lo que destacaría porque al final la teoría está en los libros, en los artículos…, y es el docente el que marca la diferencia.

Durante tus estudios de grado, obtuviste el premio a la mejor comunicación en el XXXVI Congresos Nacionales de Estudiantes Médicos y el 2º premio en el XVII Congreso Internacional de la Sociedad Española de Medicina Deportiva, entre otros ¿Qué nos puedes decir en este sentido?

Cuando te presentas no piensas ni que lo vayan a admitir. Poder participar y encima ganar, te motiva a seguir investigando e intentar sacar lo máximo de uno mismo. Cuando te dan el premio, te quedas como vacío. Cuando te lo conceden descubres que lo que realmente importante es todo el trabajo que has hecho detrás. Por eso a veces que te digan que no, o quedar segundo, hace que no te relajes, el primero en ocasiones se confía.

Más allá de los conocimientos que iba adquiriendo para mi futura profesión, en lo personal supuso una lección de vida. Ahora sé que con trabajo y esfuerzo se pueden hacer grandes cosas.  Como he mencionado anteriormente, estaba el 36 de la lista de espera. Cuando finalmente te dan la oportunidad de matricularte, piensas que a lo mejor no vas a estar a la altura, y al final acabe recibiendo el Premio Extraordinario de Grado. De hecho, el doctorado me lo voy a costear con lo que recibí por este premio.

Terminaste el grado ¿Cuáles fueron tus siguientes pasos? ¿Qué estás haciendo actualmente?

En medicina si quieres quedarte en España, tienes que hacer el Mir. Antes de que entres en la carrera ya sabes que tienes que hacerlo, y ese fue mi siguiente paso. Aprobé y actualmente soy residente de traumatología en el hospital La FE.

Voy a empezar el doctorado, además, estoy con más proyectos de investigación relacionados entre otros con la medicina del deporte aquí en la universidad. Y asisto a congresos para estar al día de lo que hacen otros profesionales de la medicina.

¿Algún consejo para los estudiantes que empiezan?

Que tengan una mente abierta y que estudien más idiomas. Me arrepiento de no haber aprovechado más en ese sentido. Imagínate que no quieres quedarte en España, o no se te dan bien los exámenes tipo test, el Mir es así. Si dominas otros idiomas tienes opciones en otros países como los nórdicos o EEUU, que va por entrevista, currriculum…Y no solo te abre puertas al terminar la carrera, durante la misma, en mi caso dominar el inglés me permitió en sexto hacer un rotatorio en neurocirugía en West Virginia. Allí pude hacer contactos y colaborar en temas de investigación. Además, un médico tiene que estar actualizándose a lo largo de toda su carrera profesional y el inglés en este sentido es básico. 

También les aconsejaría que lo pregunten todo, cualquier duda que tengan, que sean curiosos, que estén motivados y se marquen unos objetivos a principio de curso. Y que aprendan a trabajar en equipo, como médicos formaran parte en muchas ocasiones de equipos interdisciplinares.

Para finalizar, ¿Cómo te gustaría verte dentro de diez años?

Me gusta pensar a largo plazo, en medicina hay que ser paciente. En diez años me gustaría estar de cirujano ortopédico. Además, dar clases, si puede ser, en esta universidad, perfecto. Continuar con mis investigaciones, creando proyectos.

Y seguir siendo fiel a una frase que para mí se ha convertido en una premisa que guía mis pasos: “Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias para decidir su propio camino” de Viktor Frankl.