José Carlos Bermejo, codirector del Máster en relación de ayuda y counselling de la Universidad Católica de Valencia (UCV), ha destacado la importancia de hacer del acompañamiento una herramienta para aliviar el sufrimiento, en la conferencia inaugural de las XXV Jornadas de Humanización de la Salud, que este año se celebran con el lema ‘Counselling: modelo de humanización para el acompañamiento’.

En este sentido, ha incidido en la relevancia de esta formación, que “cualifica en el trabajo interdisciplinar, sobre todo, en el ‘síndrome del quemado’. Precisamente, en este momento de pandemia estamos viendo lo importante que es el trabajo de los sanitarios, y no sólo en lo que se refiere a la fidelidad a su profesión, sino en la calidad de sus relaciones y el equilibrio emocional en el manejo de situaciones complejas”, ha reconocido Bermejo. 

El encuentro, organizado por el Centro de Humanización de la Salud de los religiosos camilos, en colaboración con la Facultad de Psicología de la UCV, se ha adaptado en esta ocasión a las modalidades presencial y virtual para facilitar la asistencia en el escenario de la ‘nueva normalidad’. De hecho, este doble formato ha favorecido la participación de más de 200 personas, también de países de América central, además de Italia, Portugal y España.

El director del Centro San Camilo ha propuesto esta forma de relación de ayuda en diferentes ámbitos de aplicación (el contexto educativo, sanitario, en duelos complicados…). Así, ha subrayado que “hay que humanizar las actitudes y el estilo de comunicación de los profesionales que ayudan a las personas con dificultad. En los modelos relacionales, en ocasiones, se nota la falta de competencia emocional para manejar situaciones difíciles y una formación como la del máster a la que se refieren estas jornadas pueden contribuir a humanizar el trato en las relaciones con las personas que sufren”. 

En este momento hay más de 30 centros de escucha en España que han nacido de exalumnos en másteres en counselling que existen en Valencia, Barcelona y Madrid. Así, si bien no es una profesión en este país como en el mundo anglosajón o en otros países de América, “sí está creciendo como formación en aquellos que quieren crecer como personas en el ejercicio de su profesión”.

“Es imprescindible la competencia emocional y relacional en las profesiones de ayuda y ésta se aprende. No bastan buenas personas y muchos conocimientos teóricos, sino que hay que entrenarse en competencias relacionales, emocionales, éticas y espirituales, con metodologías que incluyan la supervisión en la intervención”, ha concluido este experto.  

En este mes de octubre arranca la nueva edición del máster en la UCV y las inscripciones están abiertas.