Lucía Garijo
“Espero que este corto sirva para celebrar la presencia de los padres en casa y para decir que son necesarios”
Noticia publicada el
martes, 14 de marzo de 2023
La Universidad Católica de Valencia (UCV) estrena el cortometraje de producción propia Padre el próximo lunes, 20 de marzo, a las 19 horas, en el marco de la festividad de San José. Dirigido, escrito y editado por Lucía Garijo, y fotografiado por Miguel Serrano y Samuel Navarro, miembros del Servicio de E-Learning y Nuevas Tecnologías (SENT), está basado en el libro Paternidad robada (Almuzara, 2021), de María Calvo.
Garijo ha dirigido este corto convencida de la urgencia social de revalorizar la figura paterna y no se arredra a la hora de coger la pancarta, aunque esté sola en la manifestación. Lo hace sin gritar ni repetir consignas de rima asonante, y sin lanzar invectivas contra nadie. Habla a favor de la mujer y del hombre. El partido que ella juega es amistoso, van a ganar dos contrincantes que, en realidad, forman un solo equipo. Y ahí aparece la belleza. Entonces, Garijo sitúa su cámara delante y exclama: “¡Acción!”.
Lo primero que llama la atención de Padre es su concepto artístico. No es un corto documental ni de ficción; escapa al corsé de los estilos y los géneros.
Así es. Hace ya años que descubrí este tipo de lenguaje cinematográfico, enmarcado en la línea del cine de autor, de ensayo, de vanguardia. Es un estilo inclasificable porque experimenta con la forma todo el tiempo.
¿Por qué te decidiste a rodar usando este tipo de lenguaje?
Creo que uno puede tener claro qué quiere decir, pero el reto es cómo decirlo. Hay una pedagogía. Y esa no me la invento, es como Dios me ha tratado a mí.
La pedagogía de Dios conmigo ha sido no imponerme dogmas, sino presentarme una belleza. No me ha dado frases hechas, sino que me ha propuesto un camino a partir de mis propias preguntas. No me ha sentenciado. Se ha abajado a mi nivel. Me ha acogido, me ha escuchado.
El lenguaje creativo de este tipo de cine me permite crear narrativas y personajes basados en esta pedagogía.
Me reí con el “soponcio” de la mujer de Héctor.
Es que el humor genera un ámbito de confianza muy bueno con el espectador. Hace que te vincules afectivamente con el discurso, porque uno no se ríe con alguien que le cae mal o del que no se fía, incluso aunque diga algo gracioso. El humor es parte del clima que quería crear. Al tratar estos temas corremos el riesgo de sentarnos en nuestra cátedra y decirle a los demás lo mal que viven. Yo huyo de eso, prefiero personajes pobrecillos. La mujer se equivoca, tartamudea, hace coñas, dice tacos… Miran al espectador a la misma altura de sus ojos. De hecho, se les tiene simpatía.
Este corto no pretende sentenciar sobre lo que debería ser un padre. Trata, más bien, de presentar algo bello y suscitar preguntas siempre en positivo. Lo que vemos, en realidad, es a dos mujeres que celebran la presencia del padre en la casa.
Sí, durante el visionado del corto se tiene esa sensación. Me fijé en que las mujeres utilizan fórmulas como “yo creo”, “para mí”, “pienso que”...
Exacto. Era algo buscado.
¿Por qué decidiste que fuesen ellas las que llevasen la voz cantante del relato?
Se deben tomar muchas decisiones, sí. Podría haber puesto a un narrador omnisciente que dijera que la paternidad es muy importante porque los hombres son "nosequé". Me parecía horrible hacerlo así. Creo que lo creativo es capaz de llegar mucho más profundo que un discurso documental tradicional.
La voz que lleva el discurso es la de la mujer, porque el feminismo ha querido darles voz a ellas, y me parece muy bien. Escuchémoslas entonces.
¿Por qué optaste por dos matrimonios, en lugar de uno, o de más?
Quería un matrimonio joven que tuvieran los hijos de 0 a 10 años, más o menos; y otro más maduro que los tuviera desde la preadolescencia hasta la edad universitaria para que abarcara todo el periodo educativo de los hijos. Había ejemplos de gestión paternal en la infancia y en la adolescencia; el padre es necesario de una forma distinta en cada etapa. Además, las consecuencias de la ausencia paterna se ven mucho más claras a partir de la adolescencia.
“Ausencia paterna”; supongo que ese concepto vendrá directamente del libro en que se basa el corto. Hablemos un poco de la obra de María Calvo. ¿Qué tiene Paternidad robada que ha despertado en ti la necesidad de compartirlo?
María valora de forma positiva muchos de los cambios legales implantados en favor de la mujer, pero percibe desde hace ya años que el hombre está quedando muy desamparado jurídicamente. Habla, además, de las consecuencias de la ausencia del padre que mencionabas. Según la investigación de María, esa ausencia es el denominador común de un gran número de los problemas sociales de la actualidad, desde abusos sexuales, pasando por muchos abortos, hasta la proliferación de bandas, entre otros.
Dejando a un lado el libro de Calvo, me gustaría que hablásemos del carácter “universitario” de este cortometraje. Embarcarte en él dentro del marco de una universidad también es un factor peculiar de este proyecto. ¿Por qué lanzar tu mensaje desde la UCV?
Pues porque la universidad custodia verdades muy profundas, muy necesarias y muy urgentes, y creo que nos estamos desangrando como sociedad por no conocer muchas de esas verdades. Este corto quiere sacar algunas de esas verdades fuera de los muros universitarios y presentarlas a la sociedad.
¿A qué verdades “profundas, necesarias y urgentes” te refieres? Especialmente, tratándose de la UCV, una universidad católica.
Creo que es misión de la universidad aportar criterios para juzgar la realidad. La investigación académica, en su búsqueda de la verdad, responde a esa tarea. Pero estas investigaciones muchas veces quedan cifradas en un lenguaje académico accesible para unos pocos y terminamos con librerías estupendas: pilas y pilas de artículos que crecen y que nadie lee.
Este corto es el primero de un proyecto de divulgación que nace dentro de la universidad precisamente para responder a su misión. El reto es aunar investigación y divulgación, es decir, que no por utilizar un lenguaje sencillo, incluso humorístico, las ideas dejen de ser rigurosas o de estar bien fundamentadas.
Ha vuelto a salir a colación la palabra “misión”. Ahora referida a la Universidad, pero antes la has relacionado contigo misma. ¿Por qué utilizas el término “misión”?
A ver, es que yo me dedico al cine por una vocación educadora. A mí el cine me da igual en el sentido de que para mí es un medio y el día que me deje de servir, dejaré de utilizarlo. El cine es una herramienta artística bellísima y compleja, pero mi objetivo es únicamente educativo.
Yo hoy tengo fe y pertenezco a la Iglesia porque otros antes han traducido la sabiduría de la Iglesia para mí y me ha salvado la vida que hicieran ese trabajo.
La entrevista debería acabar ahí, pero me gustaría saber qué esperas que pase a partir del 20 de marzo. ¿Qué cambios te gustaría que operara Padre en el corazón de sus espectadores?, el poder del cine, al fin y al cabo, está en su capacidad para inspirar y transformar.
De entrada, felicitar el Día del Padre, que no es poco. Espero que esta pequeña obra sirva para celebrar la presencia del padre en la casa y confirmarles a todos ellos en su paternidad, decirles que son necesarios. Espero también que las mujeres se puedan enamorar más del padre y se den cuenta de que son imprescindibles, que no son sus enemigos sino sus compañeros. Con eso me daría por más que satisfecha. Ojalá sea así.