Un grupo de diez estudiantes de la Universidad Católica de Valencia (UCV) realizan desde el pasado 17 de julio hasta el 4 de agosto, junto a alumnos de otras universidades españolas, una misión internacional en la pequeña isla de Quehui (Chile). Diseñada y coordinada por la Escuela de Voluntariado de la UCV, junto a la Universidad Católica de Ávila (UCAV), esta misión fue una de las ganadoras en 2019 del Fondo ICUSTA para Proyectos de Solidaridad que no había podido llevarse a cabo todavía a causa de la pandemia.

En estas semanas, los voluntarios desplazados al país sudamericano desarrollarán acciones solidarias y de evangelización en Quehui, ubicada a dos horas en lancha desde la Isla Grande del Archipiélago de Chiloé, en el Océano Pacífico. Allí viven unas 300 familias ubicadas en tres sectores: Nuestra Señora del Rosario de Peldehue, San Miguel y Nuestra Señora de los Ángeles.

En este proyecto de voluntariado internacional universitario, organizado en colaboración con la ONG Berit, participan también cuatro alumnos de la UCAV, otros tres procedentes de las universidades de Valencia, Politécnica de Madrid y Autónoma de Madrid; y diez más de la Universidad Santo Tomás (Chile).

La misión está destinada a la población más desfavorecida de la isla. Coordinados por dos médicos españolas, los estudiantes de la UCV llevarán a cabo una campaña sanitaria con charlas y atención a pacientes de edad avanzada en sus casas, a los que realizarán un EMPAM (Examen Médico Preventivo del Adulto Mayor), que conforman la mayoría de la población isleña en colaboración con un dispensario médico y coordinados por dos médicos españolas.

Además de poner también en marcha una suerte de campamento urbano para los únicos diez niños del colegio de Chiloé, estos jóvenes universitarios restaurarán el campanario de la parroquia de San Miguel; tarea que “no será fácil”, dado que las iglesias locales poseen un sistema de construcción de madera que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad, según explica la coordinadora de la misión por parte de la UCV, María Ángeles Benito, técnico de la Escuela de Voluntariado.

Visitas “casa por casa” para detectar las necesidades de la población

Si estas actividades ocuparán las mañanas de los voluntarios, las tardes se dedicarán a visitar “casa por casa” a los habitantes de Chiloé con el objetivo de “detectar tanto sus necesidades materiales como las espirituales”, apunta Benito: “Con nosotros viene como capellán de la misión Óscar Díaz, que realizará una labor importantísima, pues en la isla no reside ningún sacerdote y los hermanos franciscanos que la atienden solo pueden acudir de forma puntual”. 

Para el desarrollo de todo el proyecto, que es también una misión católica, los voluntarios españoles y chilenos contarán con la colaboración de los misioneros franciscanos, responsables de la pastoral eclesial en Chiloé, que les acogerán en sus instalaciones.

El grupo de jóvenes voluntarios de la UCV está formado por las estudiantes Ángela Pérez y María Louro, del grado en Medicina; Natalia Sánchez, Marina Andrada, Mar Aranda, Belén Orero y Noemí Gil, del grado en Enfermería; y María Barea, del grado en Biotecnología.

ICUSTA

La red mundial ICUSTA, formada por universidades inspiradas en el pensamiento de Santo Tomás de Aquino, se estableció en 1993 para promover la cooperación y el intercambio académico entre estudiantes, profesores e investigadores. Como institución fundadora, la Universidad Santo Tomás chilena forma parte de la mima, que integran 29 universidades con más de 200.000 estudiantes presentes en los cinco continentes.

En los siguientes enlaces pueden verse los testimonios en vídeo de las estudiantes Belén Orero y María Varea:

Belén Orero

María Varea