Quince de estudiantes y profesores de la Universidad Católica de Valencia (UCV) han recorrido el Camino de Santiago inglés durante la semana de Pascua, una experiencia que por su riqueza y acogida entre la comunidad universitaria ha pasado a ser una peregrinación anual para esta institución.

Así lo ha reconocido el capellán de la UCV, Vicente Ferrer, quien ha coordinado el viaje, del que ha destacado el ambiente vivido en el grupo a pesar de que el tiempo no ha acompañado, pues la lluvia ha sido incesante: “Nadie se ha quejado y lo han acogido todo con alegría. El compañerismo, pese a que no se conocían previamente, el acompañamiento al que sufría, así como la armonía y el espíritu de comunión, han sido impresionantes”.

Igualmente, el capellán de la UCV ha agradecido la cercanía de Esteban Escudero, vicecanciller de la UCV, quien acudió a despedirles antes de partir así como les recibió a su llegada a la plaza del Obradoiro, en la capital compostelana. “Algunos de los peregrinos nunca habían conversado con un obispo. El grupo estaba entusiasmado con el trato de don Esteban”.

Igualmente se ha mostrado agradecido Pablo Tenllado, alumno de cuarto de Medicina de la UCV, quien se apuntó al viaje junto con su hermana y una amiga. “Siempre habíamos querido hacer el Camino de Santiago y la UCV nos ha brindado la oportunidad. Nos ha encantado porque éramos un grupo pequeño, por una ruta muy bonita y donde don Vicente nos ha cuidado mucho. La celebración de la eucaristía y la oración diaria me ha ayudado a robustecer mi fe”, ha subrayado el joven.

Por su parte, Maheva Coblenzer, alumna de cuarto Pedagogía, ha aplaudido “la generosidad y el compañerismo vivido entre los peregrinos, que no nos conocíamos antes de empezar y que hemos conformado un gran grupo. Sin duda, repetiría la experiencia pese a las ampollas, el resfriado y las heridas”.

ESTEBAN ESCUDERO: “EL CAMINO ES UNA PARÁBOLA DE LO QUE ES LA PROPIA VIDA”

Tras las largas etapas del Camino, en las que se entrecruzan el cansancio y el sufrimiento con la alegría de la fe y del encuentro con el otro, los peregrinos de la UCV llegaron a su meta, donde el obispo Escudero les esperaba para celebrar juntos la misa del peregrino en la Catedral Compostelana.

Durante la homilía, Escudero se dirigió a cada uno de los jóvenes para recordarles que “el Camino es una parábola de lo que es la propia vida, una serie de etapas que se van cumpliendo pero con la mirada puesta siempre en el final. En la infancia, adolescencia y juventud, en la búsqueda de la propia vocación y del trabajo, en la madurez, la ancianidad, la enfermedad y en la preparación a la muerte, debéis buscar al Señor y tener claro que el final es el encuentro definitivo en el cielo por Dios con Jesucristo”.

Igualmente, el vicecanciller de la UCV subrayó “la alegría y fraternidad” que percibió entre los peregrinos de la UCV a su llegada a Santiago así como “el abrazo que le dieron a la imagen del apóstol, a quien rezaron por la unión de Europa en un momento donde se están perdiendo las raíces cristianas”.