Ana Miranda,catedrática de Psicología del Desarrollo y de la Educación de la Universidad de Valencia (UV), ha subrayado en la Universidad Católica de Valencia (UCV) que “hay mucho diagnóstico de trastorno de déficit de atención por hiperactividad (TDAH) inflado por los problemas de aprendizaje”.

En este sentido, “el problema es que con la medicación no se aprende. Si un niño tiene dislexia o dificultad en la comprensión lectora, hay que instaurar estrategias para ello y no pensar que la medicación va a solucionarlo. De esto los psiquiatras o neuropediatras aún no son plenamente conscientes”.

Asimismo, “muchos niños que han sido diagnosticados con trastorno de déficit de atención por TDAH no lo son, y hay un porcentaje de niños que reunirían perfectamente los criterios de este trastorno y que no han sido diagnosticados”, ha asegurado esta experta.

Miranda ha participado en unas jornadas de actualización en psicopatología infanto-juvenil que ha organizado la Facultad de Psicología, con una conferencia sobre las repercusiones psicosociales de la asociación de la comorbilidad del trastorno del espectro autista (TEA) y del TDAH, “un tema de interés para la psicología de la educación y la psicología clínica que pone de manifiesto la importancia de la identificación temprana para desarrollar procedimientos de intervención”, ha expresado.

En este sentido, la ponente ha propuesto “tratamientos psicosociales fundamentalmente, lo que no quiere decir que en el caso de comportamientos muy graves haya que administrar medicación”.

“Estos trastornos requieren “atender a múltiples contextos y con distintas estrategias, pues estos niños tienen necesidades educativas especiales, por lo que los tratamientos han de aplicarse tanto en casa como en la escuela y abordar la potenciación de la atención conjunta y el manejo del comportamiento y del control de impulsos”, ha añadido la profesora de la UV.

AZUCENA GARCÍA PALACIOS: “NO DEBEMOS SUPRIMIR LAS EMOCIONES NEGATIVAS EN EL NIÑO, SINO ENSEÑARLE A ACEPTARLAS Y A PREGUNTARSE POR QUÉ APARECEN”

Azucena García Palacios, profesora de la Universitat Jaume I de Castellón, ha participado también en la jornada con una conferencia sobre la regulación emocional como dimensión transdiagnóstica en la psicopatología de la infancia y adolescencia.

En su intervención, García Palacios ha expuesto diversos trastornos ‘internalizantes’, como la depresión o la ansiedad, o ‘externalizantes’, como los problemas de conducta, hiperactividad o déficit de atención, que están relacionados con un mal manejo de las emociones.

La raíz de esa gestión equivocada se encuentra en la infancia y adolescencia: “Hay niños que durante su desarrollo no aprenden las estrategias que después en la edad adulta nos ayudan a manejar emociones negativas y positivas. Si una persona no las maneja de modo adecuado, si no sabe qué está sintiendo, esto se manifiesta posteriormente en problemas de conducta, en depresiones o ansiedad. Por tanto, hay que trabajar el manejo de las emociones para trabajar esos trastornos”.

Hay etapas en el desarrollo del niño que permiten que este pueda aprender dichas estrategias “de una forma adaptativa y sana, o lo que es lo mismo, aprender a regularse emocionalmente”, ha explicado García Palacios.

“Hemos pensado durante mucho tiempo, y muchos aún educan así, que uno no puede ponerse triste porque eso significa debilidad; o que si aparecen el miedo o la ansiedad, resulta que eres peor que los demás. Esas concepciones son un gran error, pues todas las emociones son sanas, nos hablan y nos sirven para guiar nuestra conducta”, ha indicado.

Para la profesora de la UJI, en el clima familiar deben haber emociones positivas, y las negativas “no se deben suprimir o juzgar de manera nociva”. Así, estas “no deben negarse, sino aceptarse y reflexionar sobre el porqué de su aparición: “Si estoy triste, ¿por qué es? ¿qué puedo hacer para solucionarlo?”.

“Cuando la emoción es exagerada, no obstante, hay que aprender a manejarla. No es cuestión de dejar que el niño haga lo que quiera, sino que acepte su emoción y aprenda a gestionarla para no hacerse daño a sí mismo ni a los demás”, ha aseverado.