Expertos afirman que “todavía hay escritoras valencianas por descubrir entre los siglos XVI y XVIII”

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Expertos afirman que “todavía hay escritoras valencianas por descubrir entre los siglos XVI y XVIII”

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Expertos afirman que “todavía hay escritoras valencianas por descubrir entre los siglos XVI y XVIII”

El Instituto Isabel de Villena de Estudios Medievales y Renacentistas (IVEMIR-UCV) de la Universidad Católica de Valencia (UCV), dirigido por Anna Peirats, ha celebrado las Jornadas ‘Devoción, Palabra e Imagen en Textos Literarios y Tardomedievales Europeos’, que forman parte de la Semana de la Ciencia 2021. Entre los participantes en la misma se ha encontrado la profesora de la Universidad de Alicante (UA) Maria Àngels Herrero, que ha expuesto el portal digital que ha creado en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes sobre escritoras valencianas de la Edad Moderna; es decir, desde el siglo XVI hasta el XVIII.

En su intervención, Herrero ha asegurado que “todavía hay autoras valencianas por descubrir de esos siglos, en ambas lenguas”. La profesora de la UA ha explicado, en ese sentido, que “falta no sólo editar muchos textos de estas escritoras, sino también encontrarlos”, labor a la que se está dedicando como parte de su línea de investigación.

“Uno de nuestros retos con la elaboración del portal digital es ofrecer textos que hayan escrito autoras valencianas de esa época, así como estudios sobre ellas. En toda la educación obligatoria y en la enseñanza superior no encontramos suficientes nombres femeninos en los manuales de texto tanto de literatura como de historia, obviados y olvidados. Es necesario darse cuenta de que sí hay autoras que tuvieron un papel importante y hay que ponerlas en valor”, ha señalado.

El proyecto de Herrero nació durante la realización de su tesis doctoral: “En aquel momento empezaron a digitalizarse los fondos bibliográficos y descubrí que empezaban a aparecer obras de las escritoras que me interesaban. Sin embargo, haciendo un análisis de todas esas apariciones nos dimos cuenta de que no eran rigurosas en muchos casos, no citaban las fuentes, se mostraban de manera muy heterogénea”.

“En definitiva, concluí que había que visibilizarlas, y después me di cuenta de que crear un portal temático, utilizando como recurso las humanidades digitales, era una manera de fomentar más fácilmente el conocimiento sobre estas autoras”, ha indicado.

Escritoras valencianas de origen y de adopción

En el portal creado por Herrero, se han incluido tanto escritoras valencianas de “origen” como de “adopción”, aquellas que sin haber nacido en el Reino de Valencia acabaron viviendo en él y su producción de escritos tuvo lugar en el contexto valenciano. De entre el centenar de autoras que ya aparecen en el repositorio digital de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, ha destacado principalmente a la conocida como la triste condesa de Palamós, Hipólita Roís de Liori.

“Hipólita era una noble valenciana, hija de los barones de Ribarroja, que se casó en 1501 con Luis Requesens, gobernador general de Cataluña, y falleció en Madrid en 1546. Es muy recomendable leer sus cartas”, ha relatado.

Pero hay más autoras reseñables, en opinión de Herrero, “desde Rosa Trincares o Àngela Almenar hasta una antología de escritoras clarisas de textos espirituales muy interesantes” o los textos escritos por el colectivo de la familia Borja. En lengua castellana, la profesora de la UA ha querido reseñar la importancia de María Igual, escritora prolífica de Castellón, que cultivó varios géneros literarios.

Los testamentos medievales valencianos eran, además de herencias, “pasaportes para el Cielo”

Entre los participantes en las jornadas se ha encontrado también el profesor Vicent Pons, responsable del Archivo de la Catedral de Valencia. En su intervención, Pons ha reflexionado en torno a la espiritualidad y religiosidad en la Valencia bajomedieval a través de los testamentos de la época. En ese sentido, el historiador valenciano ha explicado que “ahora el testamento es simplemente un documento mediante el cual alguien lega su herencia a unas personas o hace distribución de sus bienes. Esa era la segunda parte del testamento medieval. La primera era un pasaporte para el Cielo”.

“La primera parte de los testamentos se incluía en caso de que la persona muriese repentinamente y no pudiese prepararse para la muerte. En ella se reflejaban una serie de voluntades para poner en marcha la caridad personal y su voluntad de reconciliación con Dios y con los hombres poder ganarse el Paraíso. Por ejemplo: el testador ordenaba que a su muerte se diese limosna a un número determinado de pobres pobres, o ser enterrado con el hábito de un franciscano o un dominico que viviesen en pobreza”, ha relatado Pons. 

En el Medievo se le daba “mucha importancia”, según ha expuesto el responsable del archivo catedralicio, a que la persona muriese “con lucidez, habiéndose confesado, comulgado y recibido la unción de los enfermos, expresando la voluntad de reconciliarse con el Señor y de ganar el Cielo”. Los fallecimientos repentinos de muchas personas por naufragios o accidentes de viaje, entre otros, llevaron a que se tomara el testamento “como la voluntad de la persona ante una muerte imprevista”.

“A lo largo de los siglos XIV y XV los testamentos aumentaron de forma desmesurada, tanto de hombres como de mujeres, y no solamente personas de clase alta. Además, en el siglo XIV, a causa de las continuas epidemias, muchas veces el notario no quería ir a casa del moribundo para no contagiarse, por lo que se hacía un testamento oral, delante de tres personas que, al morir el testador, se dirigían al Justicia de la ciudad y comunicaban sus últimas voluntades”, ha aseverado.

160 testamentos de la época que se conservan en Alzira

Pons ha analizado, en concreto, en su estudio alrededor de 160 testamentos que se conservan en Alzira de entre finales del XIV y principios del XVI, que se corresponden no sólo con los habitantes de esta localidad sino también de L’Alcudia, Algemesí, Carlet, Carcaixent o Guadassuar.

“La espiritualidad que muestran estos documentos es muy cercana al franciscanismo, muy preocupada por la ayuda a los pobres, las obras públicas (dejando cantidades para lo construcción de un puente, por ejemplo, para que las personas cruzaran sin peligro de muerte el río); una espiritualidad de origen muy vinculada a la parroquia (aunque uno fuese de un pueblo, su referencia era la parroquia de origen de la familia, si sus padres habían nacido en otro pueblo); y a la onomástica. El que se llamaba Onofre, por ejemplo, dejaba mandado que se hicieran misas para su santo y si fundaba una institución, también le ponía su advocación”, ha remarcado.   

No todo lo que se incluía en los testamentos fue visto con buenos ojos por la Iglesia, según ha aducido Pons: “En los testamentos de la época, por ejemplo, eran muy comunes las llamadas misas de san Amador, que tenían que celebrarse treinta días seguidos en el mismo altar y por el mismo celebrante, con treinta cirios encendidos. El Concilio de Trento abolió estas y otros tipos parecidos de misas posteriores a la muerte del testador por considerarlas supersticiones, así como otras costumbres”.

Expertos de reconocido prestigio investigador

En este encuentro académico han participado también expertos como el profesor de la Universidad de Barcelona (UB) Anton Maria Espadaler, que ha disertado en torno al antiguo testamento en la Corona de Aragón entre los trovadores y Àusias March; la profesora de la Universidad Católica de Valencia Rosa María Alfonso, que ha impartido la ponencia ‘Cordials de l’ànima’ para una buena muerte en el siglo XV; la profesora de la UB Silvia Canalda, con la ponencia Los Desengaños del Apocalipsis de Magí Cases y la fortuna visual en Cataluña de la exégesis escatológica (modelos y ediiones); el profesor de la Universidad Católica de Ávila David Sánchez, con Cofradías sacramentales a principios del siglo XVI, como reflejo de la devoción eucarística tardomedieval; o la profesora Peirats, con Para una edición del 'ars moriendi' en manuscritos europeos del siglo XV.

Del mismo modo, el profesor de la Universidad Pontificia De Salamanca José Antonio Calvo, con la ponencia La arquitectura intelectual de la monarquía católica. Felipe II (1556-1598) y la archicofradía de la resurrección En Roma; el profesor de la Universidad de Valencia (UV) Vicent Josep Escartí ha impartido la ponencia Las profecías del eremita Joan Escuder (s.XV)el decano de la Facultad de Filosofía, Letras y Humanidades de la UCV Ginés Marco ha pronunciado la ponencia La Filosofía tardomedieval: notas distintivas y apuntes críticos; el profesor de la UV Rubén Gregori, la ponencia Arte y espiritualidad: el espejo del alma; y el profesor de la UCV Jacob Mompó, con Textos piadosos apócrifos en el relato bíblico de la Crónica universal de 1427: de la Creación a la Pasión.

Ha participado también la directora de IVEMIR, Anna Peirats, con una ponencia centrada en la tradición del ars moriendi y la necesidad de editar cuatro manuscritos, a saber, la edición en latín de 1450, una traducción al italiano que se hizo unos años después, una al castellano en 1481 y una de 1493, impresa en Barcelona, de las cuales no existe edición. Así, esta experta ha subrayado la necesidad de editar estos cuatro testimonios, que circulaban a modo de devocionarios, y que contienen también grabados sobre cómo afrontar una buena muerte para el cristiano, entendida como un tránsito hacia la Gloria.

Ha organizado las jornadas IVEMIR-UCV, en colaboración con la Oficina de Transferencia de Investigación (OTRI).

 

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