Francisco Labrador, catedrático de Modificación de Conducta de la Universidad Complutense de Madrid, ha insistido en la Universidad Católica de Valencia (UCV) en la relevancia de incluir en la intervención para tratar conductas disruptivas con niños y adolescentes “el entrenamiento para padres, que incluya aspectos tan relevantes como el establecimiento de límites”.

Labrador ha impartido una conferencia en las III Jornadas de Clausura del Máster en Resolución de Conflictos en el Aula de la UCV, centrada en la intervención terapéutica como medida de prevención de la violencia. Así, este experto ha expuesto los tratamientos psicológicos basados en la evidencia con menores más eficaces para abordar distintos trastornos en esta población.

En las jornadas han participado los alumnos de dicho postgrado, maestros, pedagogos, psicopedagogos, orientadores y psicólogos que trabajan en el contexto escolar de herramientas básicas para la gestión de los conflictos y la prevención de la violencia en la escuela.

El encuentro ha incluido una mesa redonda sobre experiencias y recursos terapéuticos en este ámbito en la que han intervenido Óscar Pérez Aguado, psicólogo y profesor del Máster en Musicoterapia de la UCV, que ha abordado el papel de la musicoterapia para generar emociones positivas; y Álex Rose, psicólogo y director de la Asociación Experientia, que ha presentado la terapia de aventura para reconducir conductas problemáticas de la adolescencia.

Asimismo, David García Ramos, profesor de la UCV, ha presentado el teatro como recurso para desarrollar las emociones, en la que le han acompañado Clara Bonet, directora del Aula de Teatro de la UCV, y Sara Valle, profesora de este grupo y técnico de la Cátedra Abierta Scholas Occurrentes de la UCV.

Así, según ha indicado Ángela Serrano, codirectora del Máster en Resolución de Conflictos en el Aula, las jornadas han evidenciado “la necesidad de dar respuesta a un reclamo de la sociedad para la prevención y el abordaje de situaciones conflictivas en el aula. Los mismos maestros y profesores reconocen que la formación de base que reciben no les aporta todas las herramientas necesarias para gestionar estas situaciones.