Desde la Escuela de Doctorado de la Universidad Católica de Valencia (UCV) se ha organizado el seminario sobre “Ética de la Investigación”. La jornada, celebrada en modalidad online debido a las circunstancias sanitarias, ha sido presentada por José R. Blesa, director de la Escuela de Doctorado, y ha contado con la participación de Pilar León Sanz, catedrática de Historia de la Medicina de la Universidad de Navarra, y de Anna Peirats, directora del Instituto de Investigación Institut Isabel de Villena d’Estudis Medievals i Renaixentistes de esta universidad (IVEMIR-UCV).

León ha incidido en que “la actividad científica pretende buscar la verdad y servir a la humanidad; este es el doble fundamento de la investigación, de modo que la ética es algo intrínseco a la actividad investigadora”. Así, esta experta ha invitado a todos los presentes al reto de investigar éticamente, -en cualquier disciplina-, ya que “la ética de la investigación está relacionada con la actividad de cada uno, no es algo abstracto que se da en el aire o en los libros, sino que es el investigador el que hace ética en su obrar”.

No obstante, durante su intervención, la Catedrática de la Universidad de Navarra ha atendido fundamentalmente a la ciencia experimental, “uno de los mayores logros del ser humano”. En este sentido, “si bien las enfermedades infecciosas han sido las más mortíferas de la humanidad, las afrontamos con conocimiento, estudio e investigación”.

“Si no hay un compromiso serio con la verdad, no se es científico. Sin este compromiso intencional e irrevocable, no hay investigación. Y esto no se refiere solo a la búsqueda de datos objetivos, sino a su interpretación y publicación. Esto no quiere decir que no haya una pluralidad de hipótesis, perspectivas o teorías, pero no debe confundirse con relativismo, porque no todo vale”, ha aseverado.

En definitiva, “no hay contraposición entre investigación y ética. Por ejemplo, no hay modo de contraponer la investigación a la vida humana. Así, en el ámbito biomédico, la utilidad no es el criterio para la investigación. Desde el origen de la ética de la investigación esta idea ha estado clara: el avance de la sociedad no condiciona que se pueda hacer daño a una sola persona, aunque se beneficie a muchos: es una trampa”.

Anna Peirats: “No se puede investigar en contra de principios que violan la dignidad del ser humano desde su concepción hasta la muerte”

Por su parte, la profesora de la UCV, Anna Peirats, se ha referido a otros aspectos implícitos a la investigación doctoral, que atañen tanto a los investigadores incipientes como a los comités de ética de las escuelas de doctorado.

“No se puede investigar sobre aspectos tan controvertidos como puede ser justificar el racismo o el holocausto, ir en contra de principios que violan la dignidad del ser humano desde su concepción hasta la muerte. La responsabilidad del ser humano ante el medio ambiente, la sociedad… es un principio básico del investigador”, ha reconocido.

Asimismo, la profesora Peirats ha apelado a la transparencia, esto es, “buscar de manera eficiente los fondos de los que disponemos, dar cuenta de los organismos y personas que han ayudado, siempre citando cuando haya que citar y no atribuyéndonos las ideas”.

Durante su intervención también ha detallado las obligaciones contractuales y jurídicas que existen en el proceso doctoral, que incumben a los derechos de propiedad intelectual e industrial, a la seguridad y la protección de datos, así como a la confidencialidad”.

Por otro lado, ha incidido en el hecho de que un doctorando tiene la obligación de publicar y difundir, “pues los conocimientos recibidos deben ser transferidos a la sociedad”.