Federico Martínez Roda: “La Transición española ni fue ni un suicidio ni todo quedó igual, al contrario”
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miércoles, 16 de mayo de 2018
Federico Martínez Roda, investigador de la Universidad Católica de Valencia (UCV), ha publicado su último libro, Ni gatopardos, ni suicidas (Saralejandria Ediciones), centrado en cambio político del año 1976, “clave” de la Transición española, en el que las Cortes franquistas debatieron la Ley para la Reforma Política.
El decano de la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV) participa en un proyecto de investigación conjunto de la UCV, la Universidad Complutense, la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), la Universidad de Vigo y la Universidad CEU San Pablo, que bajo el lema “Los discursos geopolíticos de la Península Ibérica” analiza la segunda mitad del siglo XX en Portugal y en España.
Así, una de las aportaciones de Martínez Roda y de la UCV es esta monografía, que centra la mirada, sobre todo, en el pleno de las Cortes que aprobaron la ley que cursó un cambio de ciclo en España.
El título del libro es original, ¿a qué responde?
Hay quien critica la Transición porque dice que fue un harakiri, un suicidio. En realidad no fue así: fue una transformación de un régimen autoritario a un régimen democrático.
Gatopardos viene de la famosa frase de Lampedusa en la obra de El Gatopardo: “Hagamos que todo cambie para que todo quede igual”. Hay quienes defienden que con la Transición quedó todo igual y no es verdad. El régimen español no era homologable con los demás regímenes europeos y, después de todas las reformas políticas, fue perfectamente homologable y por eso se ingresó en la Unión Europea. No quedó todo igual, al contrario.
¿La Transición española es entonces un modelo?
Sí, de hecho las únicas transiciones desde el poder que han dado resultado han sido la española y la surafricana. Aunque Gorbachov se inspiró en la española, la rusa acabó mal, como la argentina y la chilena.
¿Qué aporta esta investigación?
Es una puesta de la lupa sobre todo en el pleno de las Cortes que aprobaron la Ley para la Reforma Política y, sobre todo, en el debate que hubo entre las distintas familias políticas que lo apoyaron y en el destino político de los procuradores.
¿Alguna sorpresa que pueda llevarse el lector?
Salen cosas muy curiosas, porque hasta de las Cortes franquistas salieron comunistas… Lo más importante es el estudio que se ha hecho sobre el debate de las Cortes, pues muchas veces sólo se nombra el resultado y no el debate que hubo. Las explicaciones del voto afirmativo, o la preparación del referéndum de diciembre de 1976 y el destino político de los procuradores, son muy interesantes.
El siglo pasado fue de gran inestabilidad en España pero los tiempos actuales son ciertamente convulsos… ¿Vivimos también un cambio de ciclo?
En realidad la crisis de ahora en España se parece más a la de 1917 porque fue una puesta en cuestión de un régimen en el que había sufragio universal y que tenía muchos defectos, pero no es lo mismo dirimir las diferencias por medio de rebeliones y levantamientos populares y masas en las calles que por métodos electorales. Éste es precisamente el paralelismo entre 1917 y 2017, en el que ha habido gente que prefiere las opciones populistas.
Por eso la historia es maestra de la vida, porque saber historia te permite tener mayor capacidad de análisis. La actual es una crisis grave que hay que resolver por métodos democráticos y constitucionales.