El historiador y analista de relaciones internacionales, Florentino Portero, ha impartido la conferencia 'Geoestrategia desde Bruselas: Ucrania e Israel', actividad enmarcada en el Instituto de Estudios Europeos (IEE) de la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de la Universidad Católica de Valencia (UCV). En su intervención, ha incidido en la necesidad de que la Unión Europea se dote de una visión geopolítica exterior común pues “su capacidad de influencia y de defender de manera inteligente los intereses de los Estados miembros hoy por hoy es muy limitada”.

Portero ha explicado que "desde el Tratado de Maastricht, tenemos el marco jurídico para poder desarrollarlo, pero, al mismo tiempo, los Estados no renuncian a tener su propia política exterior, su vida política de defensa”. En este sentido, la primera reflexión ha girado en torno a por qué los Estados que conforman la Unión “sienten la necesidad de que, sin acabar de renunciar a sus competencias, haya una visión propia. Eso tiene que ver con los intereses compartidos, en la medida en que hay una moneda y un mercado comunes. Todo eso genera una bolsa de intereses que hay que defender conjuntamente".

El historiador ha incidido en que la guerra de Ucrania y la guerra de Gaza han puesto en evidencia que los Estados miembros de la Unión tienen visiones distintas, por lo que “el órgano central, la Comisión y el Consejo tienen muchas dificultades para poder armonizar posiciones". En este sentido, ha enfatizado que "el resultado del papel de la Unión Europea en ambas crisis es cualquier cosa menos optimista. En Ucrania se hizo mal desde antes del estallido de la guerra, que no se quiso ver venir; se actuó con imprudencia, se actuó con falta de oficio diplomático. En el caso de Gaza, lo que tenemos es una 'polifonía cacofónica' de posiciones muy distintas, pero posiciones que no se silencian, sino que, al contrario, parece que existe la necesidad de potenciar las diferencias entre los Estados. Todo ello nos invita a reflexionar acerca de cómo dar respuesta a una necesidad que es comúnmente sentida de lograr una posición común a pesar de las diferencias por historia, por intereses, por geografía de los distintos miembros".

Así pues, "la Unión Europea necesita dotarse de una visión geopolítica porque hasta la fecha ha tenido básicamente una visión política hacia el interior, pero no hacia el exterior de la propia Unión. Hacia el exterior ha tenido una visión comercial y una visión también centrada en la cooperación, pero no en la gestión del poder. A diferencia de Estados Unidos, de China o de otras grandes potencias, la Unión Europea sigue siendo un espacio comercial, todavía no es un espacio geopolítico, y el gran tema de hoy es que somos conscientes de que necesitamos tener esa visión", ha aseverado el analista de relaciones internacionales.

En definitiva, "somos conscientes de que necesitamos dotarnos de esa visión geopolítica, pero no la tenemos”. No obstante, "la visión positiva es que somos conscientes de lo que necesitamos. Y somos conscientes de que los Estados, uno por uno, no son capaces de responder a los retos de la globalización, de la revolución digital y de un mundo políticamente más complicado", ha concluido.