El teniente general del Ejército de Tierra, Francisco José Gan Pampols, ha impartido una conferencia en la Universidad Católica de Valencia (UCV) sobre liderazgo y gestión de la adversidad en la que ha advertido acerca de la sobreprotección que se está dando a los niños y jóvenes, en detrimento de su madurez: “no dejar que se enfrenten por sí mismos a las dificultades, en vez de mejorar su calidad de vida, la empobrece, pues no disponen de herramientas para sobreponerse a lo que va a venir”.

Gan Pampols, que ha sido investido recientemente como doctor honoris causa por la UCV, hizo historia el 27 abril de 1999 al convertirse en el primer español y la tercera persona del mundo que ha logrado pisar los tres polos del globo. Ese día, como comandante del Ejército de Tierra, llegó junto al resto de su expedición al extremo superior del eje imaginario sobre el que gira la tierra. Así, con su vivencia personal en el Polo Norte como hilo conductor, ha ido desgranando a lo largo de su intervención lo que ha venido a llamar los “paradigmas de lo adverso”; es decir, ha extrapolado a lo cotidiano sentimientos que acontecieron en su expedición como la frustración, la monotonía, el cansancio, el peligro o el miedo.

Un ejemplo es el desánimo, “que aparece cuando las expectativas que pones en una actividad no coinciden con lo que verdaderamente está ocurriendo y se abre una brecha entre lo que uno quiere y lo que está pasando”. Para sobreponerse a ello, este experto recomienda “darse cuenta de que no todo en esta vida está para disfrutar; hay veces que hay que sufrir. Además, no hay que cuestionar todo lo que ha hecho y lo que está haciendo, sino centrarse en ser capaz de hacer bien una cosa y poner todo el esfuerzo en ello para ganar confianza, tiempo y experiencia”.

Otro caso es la frustración, “que se suele producir cuando uno se compara con otros en lugar de buscar la mejor versión de sí mismo. Cuando se ve que alguien hace algo mejor, en vez de deprimirse, hay que buscar una respuesta a lo que está pasando y, si no se puede vencer una dificultad a la primera, elegir otra de menos nivel. Así, además de fortalecerse, se gana experiencia”.

Durante su charla, han salido a relucir las virtudes que deben acompañar a cualquier aventurero, como la tenacidad, la paciencia o la fortaleza, y que han impulsado a Gan Pampols a realizar las aventuras más importantes que pueden realizarse en el planeta. No obstante, si hay una condición ineludible para cualquier reto profesional o vital, en opinión del ponente, es “ser buena persona”.

Gan Pampols ha impartido su conferencia, invitado por la Cátedra Pavasal, en una sesión presidida por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares. Al término de la ponencia, el rector de la UCV, José Manuel Pagán, le ha hecho entrega de un recuerdo de su nombramiento como honoris causa.

Ha presentado al militar y alpinista el director de la Cátedra, Ginés Marco, quien ha destacado su extenso currículum, en el que hay misiones en Bosnia, Kosovo o Afganistán y que cuenta con uno de los mejores historiales profesionales en su sector (diplomado de Estado Mayor y de Unidades Acorazadas).