Guido Stein,  profesor del IESE Business School de la Universidad de Navarra, ha asegurado en la Universidad Católica de Valencia (UCV) que “el talento es una suma de actitud más esfuerzo”. Así, su desarrollo “es independiente de la organización o disciplina en la que lo desarrolles; implica muchas ganas y un esfuerzo continuado, sostenido y creciente, intentarlo siempre sin que haya una última vez. El entorno o el contexto es secundario, implica sólo el diez por ciento del talento”.

Por ello, en su conferencia, impartida en la Cátedra PAVASAL para el Liderazgo y Gestión de las Organizaciones, este experto ha apelado a “una determinada determinación a intentar las cosas con ganas” y a la importancia de “depurar el esfuerzo” como claves para desarrollar el talento, puesto que “la experiencia juega un papel importante, porque, con ella, se van podando las inutilidades e ineficiencias”.

En este sentido, el ponente ha dado algunas herramientas para potenciar el talento, como “que uno no lo consiga todo sino que quede siempre un punto de insatisfacción, porque la satisfacción plena no ayuda a intentarlo con más esfuerzo la próxima vez”. Asimismo, “el mejor modo de que continúe el talento es que sea una exigencia personal, propia”, ha aseverado.

Igualmente, Stein ha recomendado la autoevaluación, “porque las personas que se esfuerzan por mejorar se tienen que medir para tomar medidas como corregir el rumbo, aumentar la intensidad, cambiar la estrategia… es una enorme ayuda”.

Asimismo, en su ponencia, impartida en la sede de san Juan y San Vicente, el profesor de la Universidad de Navarra ha incidido en que “hay que tener en cuenta que  los trabajos van unidos a las personas. Cuando se contrata a alguien, va toda la persona y es algo que no debe perder de vista quien gestiona un equipo: no sólo diriges un trabajo, sino a personas”.