El triatleta paralímpico valenciano, Héctor Catalá, ha impartido una conferencia en el Campus de la Costera-Xàtiva San Antonio María Claret en la que abordado diferentes aspectos de su prometedora carrera deportiva y en la que ha afirmado que “gracias al deporte mi discapacidad se ha convertido en mi mejor virtud”.

Catalá tiene una discapacidad visual severa provocada por la enfermedad de best que padece, se trata de una distrofia macular genética caracterizada por la pérdida de agudeza visual central que ha ido mermando su capacidad de ver, hasta el punto actual, que es de un 10 por ciento.

En su intervención, dirigida a alumnos de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Catalá ha hecho hincapié en lo mucho que el deporte ha aportado en su vida tras la enfermedad. “La discapacidad, unida al deporte, me ha dado más de lo que me haya podio quitar”, ha expresado.

En este sentido, el deportista ha reconocido que “antes de la discapacidad jamás me plantee vivir del deporte, como hago ahora, a pesar de que siempre lo había practicado”.

“Empecé con el triatlón en 2010, cuando aún podía competir solo, y fue en 2014 a raíz de entrar a la ONCE cuando me decidí por el paratriatlón. De entrada fui bastante reticente porque no me gustaba depender de alguien de alguien para hacer deporte, pero ahora, una vez vistos los resultados y el tipo de vida que llevo, ha sido la mejor decisión de mi vida”, ha relatado Catalá.

Al hilo de lo anterior, el triatleta ha subrayado la importancia del guía en este deporte: “lo más complicado es encontrar un buen guía, ya que ha de ser un deportista alto nivel que sea capaz de sacrificar su carrera deportiva para ayudarme”.

“Yo he tenido la gran suerte de encontrar a Luis Javier Castellano y de formar un gran equipo con él, ya que el trabajo en equipo, en un deporte en el que cada uno ha de superar tres disciplinas y dos transiciones a la par, es más que vital”, ha indicado.

Catalá, que estudió ingeniería industrial, se dedica profesionalmente al paratiatlón desde que hace aproximadamente un año decidió dejar su trabajo de ingeniero en una empresa de la ONCE para centrarse en el deporte. En la actualidad entrena una media de 30 horas semanales y solo descansa los días en los que tiene un viaje transoceánico.

“El deporte adaptado es deporte de élite, y lo sufro y disfruto a partes iguales”, ha querido dejar claro a los alumnos.

Catalá y Castellano tienen un amplio palmarés en el que destacan el primer puesto en el campeonato de Europa de 2016, disputado en Lisboa, y una meritoria cuarta posición en el último campeonato del mundo disputado en Róterdam (Holanda).

Entre sus próximos retos, “seguir mejorando como deportista, conseguir un campeonato del mundo, y -como no podía ser de otra forma- competir y obtener medalla en los Juegos Olímpico de Tokio 2020”, ha concluido Catalá.