La Universidad Católica de Valencia (UCV) sufrió el pasado 30 de septiembre un ataque de ransomware en sus servidores, es decir, un código malicioso que cifró información alojada en los mismos. En las últimas horas, los atacantes han amenazado con la publicación en la Dark Web de la información robada, sin especificar su naturaleza o contenido. A esta página sólo se puede acceder a través de navegadores web especializados.

Desde el momento del ataque, con la sospecha de que habían accedido a datos personales y económicos, la UCV ha reforzado los sistemas de seguridad. Así, se ha procedido al cambio de contraseñas de la comunidad universitaria y se va a activar el doble factor como medida de contención de posibles fraudes. Igualmente, se ha contactado con las entidades financieras para extremar las medidas de control.

Asimismo, tan pronto como se tuvo conocimiento del delito, se procedió a una denuncia en Policía Nacional y en la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y la Universidad ha estado trabajando con expertos en seguridad cibernética y con las autoridades competentes para abordar la situación, garantizar que se tomen todas las medidas necesarias para proteger la información de sus usuarios, contener el incidente, proteger los sistemas y restaurar los servidores que lo requerían. La actividad académica no se ha visto alterada por este incidente y los diferentes servicios ya han alcanzado un nivel de operatividad alto.

La institución lamenta lo ocurrido porque está comprometida con la seguridad y privacidad de la comunidad universitaria y de sus colaboradores. Asimismo, seguirá informando a sus alumnos, trabajadores y público externo a medida que se avance en esta investigación, y atendiendo las dudas o incidencias específicas de los mismos, como se ha hecho desde el primer momento.

Adjuntamos una guía de buenas prácticas para mitigar las molestias y perjuicios que este hecho pueda ocasionar.