La sostenibilidad es el problema fundamental de nuestro tiempo y es necesario abordarlo y solucionarlo para satisfacer las necesidades tanto de la población mundial actual como de las generaciones futuras. Es la convicción de un grupo de investigadores de la Universidad Católica de Valencia (UCV), coordinados por los profesores Juan Escámez y José Alfredo Peris, que han elaborado un estudio interdisciplinar cuyas líneas principales han presentado en el X Congreso Nacional de Posgrados en Educación, organizado por la UPAEP. 

El trabajo, en el que también participan profesores de otras universidades españolas, está recogido en el libro La universidad del siglo XXI y la sostenibilidad social (Tirant humanidades, 2021) y será presentado oficialmente en la UCV en fecha aún por determinar.  

Así, en el simposio, Escámez y Peris han advertido acerca de “la insostenibilidad de nuestras sociedades con el peligro de la destrucción de nuestros modos de vivir y de la vida misma” y se han mostrado convencidos de que su existencia supone un reto para la Universidad. Por ello, han apelado al compromiso ético de esta institución con la sostenibilidad social, esto es, “la necesaria reformulación actual de sus funciones para conseguir el bien común de los ciudadanos”. 

De hecho, “defendemos la responsabilidad de la Universidad con la prevención y erradicación de las desigualdades sociales como una cuestión de justicia. Como institución social que presta un servicio público, la Universidad puede convertirse en un agente clave de transformación de las situaciones injustas -o por el contrario reproductor de las mismas- con valores, actitudes y normas que contribuyan al desarrollo humano, a la mejora social, a la reducción de las desigualdades, a la promoción de una ciudadanía crítica y a la construcción de un mundo más justo”, han asegurado. 

“El mundo universitario se beneficiará si su misión y la formación del profesorado y alumnado se impregnan de una racionalidad práctica de los derechos humanos”, han argüido sus autores, quienes postulan que la fortaleza de esta concepción “se muestra en ser capaz de dialogar con fecundidad con las posturas que niegan el valor de los derechos humanos, en su realidad o en su formulación. La Universidad puede ser un lugar activo en una lucha comprometida por tratar a las personas con benevolencia y cuidado”. 

Estos y otros objetivos propuestos, en su opinión, deben abordarse principalmente desde dos perspectivas: la deliberación entre profesionales que cultivan disciplinas sociales diferentes y la racionalidad práctica que busca comprender los problemas y orientar las acciones para solucionarlos.  

El libro es fruto de las trayectorias de investigación de sus autores y colaboradores (Inmaculada  López Francés, Emilia Oliver del Olmo y Juan I. Escámez Marsilla) de sus convicciones humanistas, así como de la lectura atenta de las encíclicas del papa Francisco Laudato Si sobre el cuidado de la casa común (2015) y Fratelli Tutti Sobre la fraternidad y la amistad social (2020).