Curso de Verano 'Mujer e Identidad'
Jerónimo J. Martín: “Muchas películas recientes muestran que el culmen de la feminidad y la masculinidad es la maternidad y la paternidad”
Noticia publicada el
viernes, 1 de julio de 2022
La Cátedra de la Mujer de la Universidad Católica de Valencia (UCV) ha celebrado la segunda y definitiva jornada del curso de verano Mujer e Identidad: Nuevas Tendencias Culturales a Debate, cuyo objetivo es profundizar en la situación de la mujer dentro del marco cultural actual, en la maternidad y en los discursos sobre género. Entre los expertos de primer nivel que han participado se hallaba el crítico de cine de COPE y presidente del Círculo de Escritores Cinematográficos (CEC), Jerónimo J. Martín.
En su intervención, Martín ha asegurado que “el gran tema de la última década del cine es la familia”. En su opinión, “muchas películas ‘se han revuelto’ contra los ataques a la institución familiar y a la figura del padre por parte de algunas ideologías. Y han llegado a una conclusión bastante interesante: dentro del individualismo, donde todo lo que uno reclama lo exige como derecho, muchos han reclamado la paternidad y la maternidad como un derecho. Y eso no es así”.
“Los hijos son un don, no un derecho, que exige muchos sacrificios. Muchas películas muestran que el culmen de la feminidad y de la masculinidad son la maternidad y la paternidad, que no necesariamente deben ser fisiológicas; también pueden ser espirituales o morales. La mejor película, en mi opinión, de la reciente temporada de premios pasada es un ejemplo de ello: Belfast, de Kenneth Brannagh (Reino Unido, 2021). Es un elogio de la familia, incluida la visión contemporánea de marido y esposa en pie de igualdad, o los abuelos que suplen la ausencia del padre”, ha aseverado.
Por lo que respecta al cine español, Martín ha recordado que las películas de la saga Padre no hay más que uno, de Santiago Segura, son las más taquilleras de los últimos años: “Las protagoniza una familia numerosa en la que la mujer ha adquirido las características positivas del feminismo, es una igual de su marido; y este, por ejemplo, se ocupa también de tareas del hogar. Vamos, una familia de las de siempre. Y resulta que son las películas más taquilleras”.
La soledad del ser humano contemporáneo, producto de su “individualismo hedonista”, en el cine
Otro de los grandes focos del cine actual es la “soledad”, según ha apuntado el presidente del CEC. La causa primera de esta situación sería la “ideología dominante” en Occidente, “profundamente individualista”. Se trata, además, de un individualismo “hedonista” cuyos objetivos son “el placer, el dinero y el poder; cosas que nunca llenan a la persona”. Ocurre entonces que, “cuando un individualista se empeña, acaba triunfando y se queda solo consigo mismo”.
“Por esa razón la soledad es un tema habitual del cine contemporáneo, muchas veces precisamente para criticar el individualismo que se encuentra en muchas conductas humanas. Buen ejemplo de ello es la moral del triunfo a cualquier precio, que nos ha dado tantos iconos negativos de padres ausentes y ahora también madres ausentes; o de machos alfa que se imponen para llegar a la cima, cuyo concepto del triunfo es hedonista, no referido al amor o a la solidaridad”, ha expuesto.
Para Martín en España hay dos “muy buenas” películas que reflejan esta temática. La primera es Solas, de Benito Zambrano (1999); y la segunda La soledad, de Jaime Rosales. La grandeza de estas dos cintas está, en su opinión, en que “reflejan de un modo auténtico la realidad de muchas historias reales de soledad”.
Una película ideologizada pierde “autenticidad”, con personajes que no son “creíbles”
En cuanto a la introducción de ideología en el séptimo arte, el presidente del CEC ha indicado que es “optimista”: “La industria cinematográfica presiona ideológicamente como cualquier medio de comunicación, porque todos ellos están expuestos a los planteamientos dominantes del momento; pero creo que el cine es de los medios que más resisten a esas presiones ideológicas. El cine es drama y muchas de esas ideologías tienen que desdramatizar situaciones que objetivamente son muy dramáticas; entre otras cosas porque algunas de ellas no es que ataquen a la naturaleza humana, es que niegan su existencia”.
“Aplicar esas ideas a las tramas de las películas exigiría crear unos personajes que no te los crees, con los que no empatizas porque sencillamente no son reales. Se trata de personajes tan deformados por la ideología de turno, sea un feminismo radical, la ideología de género o el nacionalcatolicismo: cuando unas ideas se transforman en ideología, acaban modificando a los personajes y se convierten en monigotes”, ha aducido.
Según Martín, “se nota enseguida cuando una película se ha dejado llevar por una ideología concreta, porque pierde una característica esencial de todo arte: la autenticidad. Cuando lo que ves en la pantalla no son personajes de carne y hueso ni te hacen reír, ni te hacen llorar, dado que solo sirven a los propósitos ideológicos de turno; y estos alentados por medios de comunicación poco serios que no cuestionarán muchos de los elementos que convierten a esas películas en productos de propaganda y no en obras de arte”.
En la jornada final del curso ha participado también el profesor de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU-UCH) Emilio García Sánchez, experto en bioética, que ha disertado en torno a los “efectos desintegradores” en la persona de los “iconos estéticos de moda”. De igual modo, el profesor de la Universidad Rey Juan Carlos (URJ) Javier Barraca se ha ocupado de analizar la “manipulación del lenguaje en relación con la identidad de la mujer”.