El director de la Agencia de Prevención y Lucha contra el Fraude y la Corrupción de la Comunitat Valenciana, Joan Llinares, ha impartido una sesión de trabajo en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Valencia (UCV), en la que ha afirmado que “la transparencia es necesaria pero no suficiente para acabar con la corrupción”.

En este sentido, Llinares ha indicado que “pese a que desde un punto de vista preventivo cuanta más transparencia tiene una institución menos corrupción sufre, se han dado casos de instituciones que estaban en los primeros puestos del ranking de transparencia, en las que ha tenido que intervenir la guardia civil por orden de la fiscalía”.

Llinares se ha centrado en su intervención en la función de las agencias antifraude que han surgido como consecuencia del convenio de la ONU del 2003. “Son el resultado de un mandato de las propias Naciones Unidas hacia todos los países miembros conscientes de que la corrupción es una práctica que, aparte de degradar económicamente los países, también degrada la propia democracia, genera desconfianza y debilita todo nuestro sistema de convivencia occidental”, ha argumentado .

Así, más allá de la transparencia, el director de la Agencia de Prevención y Lucha contra el Fraude y la Corrupción de la Comunitat Valenciana ha hecho hincapié en la necesidad de “códigos éticos que garanticen que los procedimientos se hacen sin vulnerar derechos y leyes.  Y esta es una labor de posicionamiento de los propios cargos, ya sean electos o funcionarios”, ha añadido el ponente.

Por otro lado, Llinares ha hecho referencia a los controles internos que deben tener las instituciones públicas par combatir la corrupción. “Unos controles que deben estar profesionalizados y con independencia garantizada para ser efectivos”, ha subrayado.

El experto también ha aludido a los controles externos y en este punto ha valorado el trabajo de la agencia que dirige. “La gente cada vez es más sensible y se siente con menos miedo de denunciar”, ha manifestado.

Así, Llinares ha destacado que “la agencia protege a los funcionarios o cargos electos que deciden denunciar, y lo hace desde el primer momento, con asistencia jurídica y una advertencia a la administración donde se encuentran de que no se puede perturbar su vida profesional. A partir de aquí, se hace más eficaz que cualquier funcionario que ve prácticas corruptas no tenga ninguna escusa para denunciar”.

“La corrupción es posible si los funcionarios miran hacia otro lado”, ha concluido el director de la Agencia de Prevención y Lucha contra el Fraude y la Corrupción de la Comunitat Valenciana.

Previamente, Jesús de Salvador, miembro del Comité Científico del Instituto de Estudios Estratégicos e Internacionales (IEEI) de la UCV y profesor de Criminología, ha expuesto de un modo general el crecimiento del gasto público a lo largo de la historia de las administraciones y la respectiva adaptación del control de este gasto.

Así, De Salvador ha reconocido que “se ha configurado una arquitectura del gasto público con controles internos y externos, mediante fiscalizaciones previas y auditorías, entre otras medidas, para evitar que haya corrupción además de ineficiencias en la gestión económica. En general, este control tiene una naturaleza pasiva y reactiva, con lo cual se ha visto la necesidad de ser más proactivos”, ha afirmado.