El jefe clínico de Oncología Radioterápica en el IVO y presidente de la Asociación Viktor Frankl, José Luis Guinot, ha asegurado en su intervención en la mesa redonda de la Universidad Católica de Valencia (UCV) sobre repercusiones humanas y sociales de la pandemia que la sociedad española y valenciana se enfrentan ahora a “nueva etapa” de la pandemia: “Del mismo modo que existe un problema sanitario de primera sanitario de primera magintud, tenemos ya un problema emocional de primera magnitud. Estamos ante una pandemia emocional”.

“El sufrimiento emocional provocó un aturdimiento inicial. A esa fase de shock que vivimos en el confinamiento, le siguieron otras fases, que pueden conducir a la persona a la acción para salir de esa situación, o a la depresión, a la angustia. Esto es lo que está generando ahora mucho sufrimiento, mucha ansiedad”, ha advertido Guinot.

En ese sentido, el presidente de la Asociación Victor Frankl ha remarcado que la pandemia ha acentuado el problema, “que ya existía”, de la soledad: “El 40% de los mayores que viven solos ya presentaba soledad emocional ante de la pandemia, según indicaba un estudio de La Caixa. Ahora, tal y como nos indica una investigación de la Universidad Pontificia de Comillas, la soledad grave, que era de un 5% antes de la pandemia, es de un 11%”.

Por ello, Guinot ha hecho hincapié en que “no es suficiente hablar de aspectos sanitarios”, de tratar la enfermedad. Además de la “dimensión física”, el ser humano posee las dimensiones “emocional, social, intelectual y espiritual”; y hay que tratarlas “todas”. De lo contrario, “el sufrimiento estará en todas ellas”.

LAS PERSPECTIVAS VITALES QUE SE HA LLEVADO LA PANDEMIA

“La sensación de perder el trabajo o de no saber si voy a poder volver al trabajo, levantarse por la mañana con un ERTE que no se sabe a dónde va, causa una falta de perspectiva vital que causa un sufrimiento añadido de causa social. Esto, además puede causar también el síndrome de la dependencia de los servicios sociales. Estamos provocando que muchas personas dependan de las ayudas, lo que causa el sufrimiento interior de pensar que uno no tiene ninguna perspectiva”, ha aducido.

De la misma manera, Guinot ha indicado que la pandemia ha provocado desde la dimensión intelectual se está una “ansiedad colectiva”. En su opinión, los mensajes de los medios “son muy pesimistas con cada aumento del número de infectados, por ejemplo; se está creando una fatiga informativa que no se arregla con la vacuna. Esta es una de las grandes causas de sufrimiento en la actualidad”.

“La dimensión espiritual del ser humano -que hace referencia al sentido de la vida de cada persona, para qué se levanta cada día- es fundamental. La dimensión religiosa ayuda en situaciones de adversidad extrema y es evidente que ahora también lo está haciendo. Pero es evidente que la pandemia está provocando pérdida de sentido. El suicidio es ya la primera causa de muerte de los jóvenes entre los 15 y 25. Hay el doble de muertes por suicidio que por accidentes de tráfico”, ha puntualizado.

El presidente de la Asociación Viktor Frankl ha hecho alusión también a los sufrimientos causados por el ser humano y que la pandemia ha acentuado: “Las diferencias entre ricos y pobres siguen aumentando. En España la población se está vacunando pero en países como la India la situación es muy difícil. Vivimos en un país privilegiado con una asistencia sanitaria excepcional, aunque la crisis sanitaria haya evidenciado que el sistema tiene algunas carencias”.

LUIS SÁNCHEZ: “LA PANDEMIA NO HA MOVIDO LOS CORAZONES HACIA DIOS O A UNA ESPERANZA TRASCENDENTE, PERO TAMPOCO LA HA QUITADO”

El delegado episcopal de Pastoral de los Enfermos y Mayores en la Archidiócesis de Valencia, Luis Sánchez, doctor en Medicina, ha participado también en el acto organizado por la UCV. En su intervención ha señalado que, desde su experiencia acompañando a pacientes infectados por SARS-CoV-2 en situaciones límite durante estos meses, la pandemia “no ha movido los corazones hacia Dios o a tener una esperanza trascendente, pero tampoco la ha quitado”.

“Las personas somos muy duras de corazón, pero en estas situaciones es muy importante el acompañamiento como sistema de lucha contra la soledad y dentro del acompañamiento, el de tipo espiritual y religioso.  La espiritualidad forma parte de las dimensiones propias de la persona el acompañamiento religioso lo que hace al final es dar sentido a la vida y al sufrimiento”, ha apuntado.

En opinión de Sánchez, se puede “dar sentido” al sufrimiento ante la muerte y, además en soledad, “con la esperanza cristiana”, que es la de la Resurrección de Cristo: “La vida no se termina en este mundo, la vida continua en el más allá, gracias a un Dios bueno que nos recibe y que quiere cambiar estas circunstancias y que estemos con él, y sentir su amor y compañía”. 

El delegado episcopal de Pastoral de los Enfermos y Mayores se ha referido en su intervención no solamente a los pacientes hospitalizados durante la pandemia, sino también a las dificultades vividas por sus familias y el personal sanitario, así como a los mayores residentes en centros sociosanitarios y residencias.

De igual modo, se ha referido a la situación de soledad que la pandemia ha acentuado: “Muchos mayores que viven en domicilios propios se han encontrado y se encuentran en una gran soledad. Otro gran problema de soledad ha sido el de las personas que no han podido ser acompañadas en sus últimos momentos”. 

El vídeo completo de la mesa redonda puede visionarse en este enlace de Youtube.