José Luis Sánchez, vicerrector de Pastoral y Evangelización de la UCV, ha analizado en su conferencia en el Congreso Santo Tomás de Villanueva, Doctor de la Iglesia, la caridad como centro de la teología del santo arzobispo de Valencia. Según ha expuesto Sánchez, Santo Tomás muestra con su vida que la caridad no es “un apósito opcional” sino un elemento “estructural” para el cristiano.

“Sin la caridad no podemos vivir como cristianos. Santo Tomás nos recuerda que Dios es amor y nos crea por amor; el hombre ha sido creado para hacer el bien. Cuando no lo hace se incapacita para amar y no se realiza como persona. Antes que racional, el ser humano es amoroso”, ha apuntado el director del Congreso.

En ese sentido, Sánchez ha expuesto que Tomás de Villanueva fue educado “en la caridad” por sus padres y abuelos: “El ejemplo de sus familiares le llevó a vivir como connatural y sin escuela de bandidaje la bondad natural a la que estamos llamados y a entender cómo el pecado empaña nuestra felicidad. En nuestros días, hemos de subrayar la importancia del testimonio y el ejemplo de la familia, que debe transmitir la fe y el bien a los hijos. La familia no es un constructo social, como afirman algunas ideologías, es la célula básica de la sociedad”.

“La mayor pobreza es no tener a Dios. Es el horizonte de esperanza de vida eterna. Sin él, el hombre camina hacia la muerte. Por eso Santo Tomás busca ayuda para que los jóvenes puedan fundar familias cristianas, y que estos, desde la educación de sus hijos, creen la familia de la humanidad, que surge del amor y la caridad”, ha aseverado.

Así, Sánchez ha subrayado que la acción de Santo Tomás está siempre “iluminada por su experiencia de Dios”. Sin esa experiencia, por tanto, “no contagiamos a nadie. Cuando uno experimenta la dignidad de ser hijo de Dios es el más rico aunque no tenga nada. Por ello, un mundo que tiene a Dios es un mundo que ama más a la persona”.

LA EUCARISTÍA, CENTRO DE LA VIDA CRISTIANA

De igual modo, el vicerrector de Pastoral y Evangelización ha remarcado la “centralidad” de la Eucaristía en la vida del santo villanovense: “Cristo viene cada día en la Eucaristía y, en la medida que los cristianos la recuperemos como el centro de nuestra vida, mandamos el mensaje a la sociedad de que no conseguimos las cosas solo por nosotros mismos, sino que es Dios el que actúa en nosotros. Hemos de volver a enamorar a la gente de la eucaristía porque esta es vida, es el mayor de los milagros”.

“Santo Tomás nos da a entender con toda claridad que Dios ha venido a salvar al hombre con el hombre y desde el hombre. Por tanto, toda la persona es redimida por Cristo. Hemos de cuidar a toda la persona, a su alma y su cuerpo, a través de la evangelización y la caridad. Los niños abandonados y recogidos por Santo Tomás nos ayudan a entender este hecho”, ha explicado el director del Congreso.

En la predicación y la eucaristía Santo Tomás subraya también la importancia de la “evangelización”. En la medida en que un cristiano evangeliza “está diciendo que Dios es importante para él. Cuanto menos nos preocupemos de ello, menos experimentamos la fuerza de Dios en nosotros”.

“El mensaje central de Cristo es el amor y, sobre todo, el amor al enemigo. Contestar al mal con el bien. El perdón y la misericordia -como desvela la petición de Tomás al emperador para ayudar a condenados a muerte- son signo de la auténtica autoridad”, ha aducido el director del Congreso.

Sánchez se ha referido también a la preocupación de Santo Tomás de Villanueva por la formación de los sacerdotes: “Su formación ha de ser esmerada en todas las dimensiones: intelectual, espiritual y pastoral. El Colegio de la Presentación sigue siendo 500 años después referente en esa dimensión de la caridad. Igualmente el ejemplo de Santo Tomás nos impulsa hoy a todos los cristianos a ocuparnos de los sacerdotes, ayudarlos, colaborar y estar cercanos a ellos”.